El lunes 30 de junio se publicó en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) un artículo científico, fruto de la expedición Malaspina 2010, liderado por Andrés Cozar, de la Universidad de Cádiz, que aporta una primera estima de la cantidad de basura plástica flotando en la superficie del océano.
Hasta ahora se habían tomado muestras sobre todo del Pacífico Norte y del Atlántico, pero éstas no permitían conocer la distribución de estas partículas en el océano ni llegar a una estimación de la carga global de basura de plástico flotando en los océanos.
Los modelos de circulación predecían que las partículas de plástico se debían acumular en las zonas centrales de los océanos, en los llamados giros subtropicales o desiertos oceánicos.
La revista Time, en su artículo 'Throw Away Living (Vida desechable)' de 1955, dio la bienvenida a los plásticos como la vía a la liberación de la mujer, pues ya no haría falta limpiar nada, sino tan solo consumir y tirar.
Además, hasta ahora sólo se había muestreado el del Pacífico Norte, encontrando una elevada cantidad de residuos plásticos que los medios de comunicación exageraron hasta convertir en una "isla de plástico" (cuando no existe tal cosa, sino una abundancia elevada de residuos plásticos).
La expedición Malaspina 2010, financiada por el Ministerio de Innovación y Competitividad y gestionada por el CSIC, surcó los océanos entre diciembre de 2010 y julio de 2011 para, entre otros objetivos, evaluar por primera vez la abundancia de basura de plásticos en el océano abierto, complementando la base de datos global obtenida con una campaña adicional para muestrear el giro subtropical del Pacífico Sur.
Con estos resultados, la expedición pudo evaluar por primera vez la carga global de plásticos en el océano abierto derivando las siguientes conclusiones:
- La basura de plástico se encuentra dispersa por todo el océano abierto, pues el 88% de las muestras obtenidas contenían residuos plásticos.
- La basura de plástico se concentra en los giros subtropicales, con concentraciones de residuos plásticos similares entre estas cinco zonas.
- La carga total de plásticos flotando en el océano abierto es de unas decenas de miles de toneladas. Esta cantidad es aproximadamente un 1% de la que se esperaba encontrar, lo que sugiere que hay procesos que llevan a la pérdida de estos materiales.
- No sabemos dónde se encuentra el 99% de las partículas de plástico que entran al océano. Podrían encontrarse depositadas en el océano profundo o haber entrado a la cadena trófica a partir de los peces mictófidos, conocidos como los peces linterna, que son los mas abundantes del planeta. Estos peces habitan precisamente en las zonas de acumulación de plásticos y se alimentan de partículas del rango 1-4 mm, que es donde se detecta la perdida de partículas.
¿Dónde se encuentra ese 99% de plástico "escondido"? Los investigadores de la expedición Malaspina vamos a dedicar nuestros esfuerzos a encontrar dónde están, a tratar de descubrir el proceso responsable de su desaparición y muestrear zonas, como el Ártico y el Mediterráneo, que no se habían muestreado hasta ahora.
Los residuos plásticos son un problema en el océano porque no se degradan fácilmente, con lo que se acumulan durante décadas, están asociados a contaminantes orgánicos que pasan a la cadena trófica causando problemas importantes a todo tipo de organismos, desde copépodos a ballenas.
El plástico es un material práctico y barato pero, ¿es realmente necesario consumir tanto plástico?
Por ejemplo, en el supermercado casi todos los alimentos vienen envasados o envueltos en plástico, y aunque en algunos sitios ya no te den bolsas para la compra tienes que meter tus verduras en bolsas de plástico para poderlas pesar. Así no extraña que hoy en día, cada uno de nosotros consuma un promedio de 38 kg de plásticos al año, cifra que es mucho más elevada en el caso de los ciudadanos de países desarrollados.
Además, como explica el artículo científico Components of plastic: experimental studies in animals and relevance for human health, publicado en Philosphical Transactions of Royal Society, algunos componentes utilizados en plásticos como BPA, PBDE y TBBPA, que tienen la capacidad de alterar el sistema endocrino, han sido detectados en los seres humanos.
Investigaciones experimentales en animales indican una amplia variedad de efectos asociados con la exposición a esos compuestos, causando preocupación en cuanto al riesgo potencial que éstos podrían tener para la salud de los seres humanos.
Claramente la solución al problema de los residuos plásticos no depende de que sepamos dónde se esconden, que es importante, sino de que tomemos medidas para consumir menos plásticos, hasta su total substitución por productos orgánicos degradables.
Hasta ahora se habían tomado muestras sobre todo del Pacífico Norte y del Atlántico, pero éstas no permitían conocer la distribución de estas partículas en el océano ni llegar a una estimación de la carga global de basura de plástico flotando en los océanos.
Los modelos de circulación predecían que las partículas de plástico se debían acumular en las zonas centrales de los océanos, en los llamados giros subtropicales o desiertos oceánicos.
Además, hasta ahora sólo se había muestreado el del Pacífico Norte, encontrando una elevada cantidad de residuos plásticos que los medios de comunicación exageraron hasta convertir en una "isla de plástico" (cuando no existe tal cosa, sino una abundancia elevada de residuos plásticos).
La expedición Malaspina 2010, financiada por el Ministerio de Innovación y Competitividad y gestionada por el CSIC, surcó los océanos entre diciembre de 2010 y julio de 2011 para, entre otros objetivos, evaluar por primera vez la abundancia de basura de plásticos en el océano abierto, complementando la base de datos global obtenida con una campaña adicional para muestrear el giro subtropical del Pacífico Sur.
Con estos resultados, la expedición pudo evaluar por primera vez la carga global de plásticos en el océano abierto derivando las siguientes conclusiones:
- La basura de plástico se encuentra dispersa por todo el océano abierto, pues el 88% de las muestras obtenidas contenían residuos plásticos.
- La basura de plástico se concentra en los giros subtropicales, con concentraciones de residuos plásticos similares entre estas cinco zonas.
- La carga total de plásticos flotando en el océano abierto es de unas decenas de miles de toneladas. Esta cantidad es aproximadamente un 1% de la que se esperaba encontrar, lo que sugiere que hay procesos que llevan a la pérdida de estos materiales.
- No sabemos dónde se encuentra el 99% de las partículas de plástico que entran al océano. Podrían encontrarse depositadas en el océano profundo o haber entrado a la cadena trófica a partir de los peces mictófidos, conocidos como los peces linterna, que son los mas abundantes del planeta. Estos peces habitan precisamente en las zonas de acumulación de plásticos y se alimentan de partículas del rango 1-4 mm, que es donde se detecta la perdida de partículas.
¿Dónde se encuentra ese 99% de plástico "escondido"? Los investigadores de la expedición Malaspina vamos a dedicar nuestros esfuerzos a encontrar dónde están, a tratar de descubrir el proceso responsable de su desaparición y muestrear zonas, como el Ártico y el Mediterráneo, que no se habían muestreado hasta ahora.
Los residuos plásticos son un problema en el océano porque no se degradan fácilmente, con lo que se acumulan durante décadas, están asociados a contaminantes orgánicos que pasan a la cadena trófica causando problemas importantes a todo tipo de organismos, desde copépodos a ballenas.
El plástico es un material práctico y barato pero, ¿es realmente necesario consumir tanto plástico?
Por ejemplo, en el supermercado casi todos los alimentos vienen envasados o envueltos en plástico, y aunque en algunos sitios ya no te den bolsas para la compra tienes que meter tus verduras en bolsas de plástico para poderlas pesar. Así no extraña que hoy en día, cada uno de nosotros consuma un promedio de 38 kg de plásticos al año, cifra que es mucho más elevada en el caso de los ciudadanos de países desarrollados.
Además, como explica el artículo científico Components of plastic: experimental studies in animals and relevance for human health, publicado en Philosphical Transactions of Royal Society, algunos componentes utilizados en plásticos como BPA, PBDE y TBBPA, que tienen la capacidad de alterar el sistema endocrino, han sido detectados en los seres humanos.
Investigaciones experimentales en animales indican una amplia variedad de efectos asociados con la exposición a esos compuestos, causando preocupación en cuanto al riesgo potencial que éstos podrían tener para la salud de los seres humanos.
Claramente la solución al problema de los residuos plásticos no depende de que sepamos dónde se esconden, que es importante, sino de que tomemos medidas para consumir menos plásticos, hasta su total substitución por productos orgánicos degradables.