En el mundo existen alrededor de 108 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria. Nunca hasta ahora habían existido tantas vidas han sido truncadas. Vidas que han sido y están siendo destruidas por la guerra y los desastres naturales. Muchos están muriendo de hambre, pero también por no tener un techo bajo el que vivir o por no recibir asistencia médica.
Miles de trabajadores humanitarios han respondido a este grito de ayuda, y están desplegados por los cuatro puntos cardinales. Estas personas arriesgan sus vidas para salvar a los demás, para aliviar su sufrimiento y mantener la dignidad humana. Su inquebrantable determinación por conseguir un mundo mejor merece más que unos elogios. A menudo, los trabajadores humanitarios están destinados en zonas de conflicto, en condiciones precarias y peligrosas. Y sin embargo, trabajan sin descanso día tras día, llevando comida, agua, ayuda médica, y demás recursos a quienes más lo necesitan.
Ellos son los héroes de nuestro tiempo.
Hoy rendimos homenaje a estos héroes humanitarios en este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria 2014. El precio de servir a la humanidad puede ser muy caro, y prueba de ello es el alto número de héroes que han sacrificado sus vidas en la última década ayudando a sus semejantes.
A menudo escuchamos hablar sobre desastres en zonas de alto riesgo con comunidades vulnerables. Pero como pudimos ver con el terremoto y el tsunami en Japón o el Huracán Katrina en los Estados Unidos, está claro que un desastre puede suceder en cualquier lugar y afectar a cualquier persona a cualquier hora.
Nunca sabremos dónde ni cuándo ocurrirá la próxima tragedia natural o crisis provocada por nosotros mismos. No importa en qué parte del mundo, siempre habrá personas que necesiten ayuda y personas dispuestas a ayudarlas. Es vital que todos apoyemos y apreciemos a nuestros héroes humanitarios. Algún día, cualquiera de nosotros podría necesitar su ayuda.
Miles de trabajadores humanitarios han respondido a este grito de ayuda, y están desplegados por los cuatro puntos cardinales. Estas personas arriesgan sus vidas para salvar a los demás, para aliviar su sufrimiento y mantener la dignidad humana. Su inquebrantable determinación por conseguir un mundo mejor merece más que unos elogios. A menudo, los trabajadores humanitarios están destinados en zonas de conflicto, en condiciones precarias y peligrosas. Y sin embargo, trabajan sin descanso día tras día, llevando comida, agua, ayuda médica, y demás recursos a quienes más lo necesitan.
Ellos son los héroes de nuestro tiempo.
Hoy rendimos homenaje a estos héroes humanitarios en este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria 2014. El precio de servir a la humanidad puede ser muy caro, y prueba de ello es el alto número de héroes que han sacrificado sus vidas en la última década ayudando a sus semejantes.
A menudo escuchamos hablar sobre desastres en zonas de alto riesgo con comunidades vulnerables. Pero como pudimos ver con el terremoto y el tsunami en Japón o el Huracán Katrina en los Estados Unidos, está claro que un desastre puede suceder en cualquier lugar y afectar a cualquier persona a cualquier hora.
Nunca sabremos dónde ni cuándo ocurrirá la próxima tragedia natural o crisis provocada por nosotros mismos. No importa en qué parte del mundo, siempre habrá personas que necesiten ayuda y personas dispuestas a ayudarlas. Es vital que todos apoyemos y apreciemos a nuestros héroes humanitarios. Algún día, cualquiera de nosotros podría necesitar su ayuda.