Un mes después del congreso extraordinario del PSOE, el secretario general, Pedro Sánchez, aún no ha cerrado al completo las direcciones de los grupos parlamentarios. A falta de la propuesta formal que hará la Ejecutiva del próximo día 8 y que tendrá que ser ratificada en una sesión conjunta de parlamentarios del Congreso y el Senado, se sabe que Antonio Hernando ocupará la portavocía de la Cámara Baja mientras que Iratxe García ejercerá de jefa de delegación en Bruselas. Por el contrario, y a pesar de que el ex secretario de Organización, Óscar López, ha peleado por ser portavoz en la Cámara Alta, Sánchez ha decidido que sea una mujer la que ostente el cargo. Y, aunque en principio, se pensó en la jienense María del Mar Moreno, su preimputación este verano en el caso de los ERE de Andalucía ha obligado a la actual dirección federal a reconsiderar la que era su propuesta inicial.
Lo que Sánchez tuvo claro desde el principio y por un doble motivo es que no quería para ese puesto a Óscar López. Primero porque, a diferencia de Hernando, el ex secretario de Organización no apoyó con entusiasmo desde el principio su candidatura para la secretaría general. Y segundo porque no quería dar pábulo a quienes sostenían que con él de número uno, Hernando en el Congreso y López en el Senado, las riendas del PSOE volvían a manos de los "men in black" (como se conoce en Ferraz a los colaboradores del ex vicesecretario general, José Blanco).
Respecto a Iratxe García, la nueva jefa de la delegación socialista en Bruselas, fue la propia Valenciano quien la propuso para el puesto al entender que, habiendo formado ella parte de la anterior dirección de Rubalcaba, debía dar paso a otras personas. Así se lo expresó en un correo que envió a Pedro Sánchez y a su número dos, César Luena, el pasado 29 de julio con el siguiente contenido:
Lo que Sánchez tuvo claro desde el principio y por un doble motivo es que no quería para ese puesto a Óscar López. Primero porque, a diferencia de Hernando, el ex secretario de Organización no apoyó con entusiasmo desde el principio su candidatura para la secretaría general. Y segundo porque no quería dar pábulo a quienes sostenían que con él de número uno, Hernando en el Congreso y López en el Senado, las riendas del PSOE volvían a manos de los "men in black" (como se conoce en Ferraz a los colaboradores del ex vicesecretario general, José Blanco).
Respecto a Iratxe García, la nueva jefa de la delegación socialista en Bruselas, fue la propia Valenciano quien la propuso para el puesto al entender que, habiendo formado ella parte de la anterior dirección de Rubalcaba, debía dar paso a otras personas. Así se lo expresó en un correo que envió a Pedro Sánchez y a su número dos, César Luena, el pasado 29 de julio con el siguiente contenido: