Probablemente te suene la fotografía de una mujer que, montada en bicicleta, no dudó a la hora de hacerle una peineta al coche que llevaba al presidente de EEUU, Donald Trump. Por si las moscas, te refrescamos la memoria:
American She-ro! 🖕 #cyclist#Trump#motorcade#hero#FUTrump#saturdayfeelspic.twitter.com/zHmi4TL6eI
— Daisyville (@Daisyville) 29 de octubre de 2017
La imagen, tomada por un fotógrafo de la Casa Blanca que viajaba con el presidente cuando salía de su campo de golf en Sterling, Virginia, se volvió viral casi de inmediato. Los medios de comunicación se hicieron eco de ella, los programas nocturnos le dedicaron minutos y minutos y en las redes se difundió con el hastag #Her2020, haciendo referencia a que la querían como candidata para las elecciones de 2020.
La mujer protagonista de la imagen es Juli Briskman y no está contenta, para nada, con el resultado que ha tenido la fotografía. Su empresa, la gubernamental Akima LLC, la ha despedido. Así se lo ha contado a los compañeros de El HuffPost USA, a quienes ha explicado que se quedó "atónita" cuando descubrió que las cámaras habían captado el instante.
Briskman, de 50 años y madre de dos niños, decidió contar al departamento de Recursos Humanos lo que estaba pasando. El martes, sus jefes la llamaron y le dijeron que había violado la política de redes sociales de la compañía al haber usado la foto como imagen de perfil tanto en Twitter como en Facebook.
"Me dijeron: "Nos distanciamos de ti. Básicamente no puedes tener cosas lascivas u obscenas en tus cuentas de redes sociales", explica Briskman. La mujer, que llevaba poco más de 6 meses en la empresa, asegura que enfatizó a sus jefes que no estaba en el trabajo cuando ocurrieron los hechos y que en ninguna de sus páginas personales pone para quién trabaja. Pero no sirvió de nada: se limitaron a decir que dado que era una empresa que trabaja para el Gobierno, acciones así podrían dañar sus negocios.