Albano-Dante Fachin dimitía hace cuatro días como líder de Podem en Cataluña. La situación era asfixiante, no se hablaba con el líder nacional, Pablo Iglesias. Faltaba un día apenas para que se cerrara la consulta entre las bases que terminaría con un 'sí' a concurrir en una lista conjunta con Catalunya En Comú.
En Madrid llevaban tiempo diseñando la fórmula para apartarle. Era cuestión de horas, así que decidió él abandonar antes su puesto. Sus contactos con el independentismo era rechazados por la dirección nacional. Ha dejado hasta de militar en la formación morada. Este jueves ha viajado a la capital para apoyar a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los otros cinco miembros de la Mesa citados por el Tribunal Supremo por rebelión, sedición y malversación. Dice en esta entrevista con El HuffPost que ahora está aliviado y haciendo una reflexión sobre el futuro, pero vaticina a la vez que el problema continuará en Cataluña después del 21-D.
¿Cómo estás después de la dimisión?
Muy bien. Uno a veces tiene que hacer lo que considera que está más cerca de lo que uno piensa. Lo difícil es hacer lo que uno no piensa. En cierta manera, aliviado y haciendo una reflexión sobre qué evolución ha tenido el proyecto al que me apunté hace dos años y qué evolución ha tenido uno. Obviamente la gente no se estanca.
¿Has hablado con Pablo Iglesias?
No, no he hablado con él después de mi dimisión. Pero es que mi dimisión venía también de mi dificultad de hablar antes. Lo expliqué, justamente un partido como Podemos que aboga por el diálogo para solucionar lo de Cataluña, pues le ha costado muchísimo dialogar con su gente en Cataluña. Hay una parte de gente de Podem que está de acuerdo y otra que no, esto es la normalidad democrática de los partidos.
¿Qué te ha parecido el resultado de la consulta de las bases de Podem de ir junto a Catalunya En Comú en las próximas elecciones autonómicas?
Lo dije en el mismo momento en el que se convocó, es tratar a los inscritos como menores de edad. ¿Por qué? Es verdad que se hizo una pregunta y han dado una respuesta. Pero, primero, se hizo una pregunta en un momento en el que si salía que sí se confluía y si salí que no, se confluiría igual. Pero peor aún, se les pregunta si quieren que el nombre de Podem salga en la papeleta o no, pero no se pregunta si quieren confluir con una organización que debe 14 millones de euros a La Caixa o si la línea política es correcta o no. Sabemos que en Catalunya En Comú hay gente que ha llamado a la participación al 1-O y hay gente que ha llamado al boicot. La gente se merece que se le pregunte también por cuestiones políticas de fondo. Esta es la imposición que se ha hecho y qué vamos a hacer.
No soy independentista
¿Qué vas a hacer de cara al 21-D? ¿Irás en alguna lista?
Como individuo intento no responder a esta pregunta. Primero la intento responder a nivel colectivo. En ese sentido, en Podem Catalunya somos unos cuantos los que hemos hecho una lectura política diferente a la que ha hecho Podemos sobre lo que está pasando en Cataluña. Nosotros dijimos, ante la convocatoria del 21-D, que había que hablar con todas las fuerzas, incluidas las independentistas. Eso preocupó muchísimo a Podemos, pero nosotros entendíamos que eso reflejaba una cosa que pasó en la calle que no había pasado en años.
Vimos el 1 y el 3 de octubre gente con banderas independentistas, pero también con banderas republicanas españolas e, incluso, españolas. Eso lo consiguió la gente en la calle, que desde la diferencia podía defender valores concretos. Y nosotros dijimos 'si la gente en la calle consiguió eso, veamos la posibilidad de construir eso políticamente'. Los tiempos son los que son. De momento, llegar a esos acuerdos no han sido posible. Si no es posible, personalmente no cogeré y diré pues me paso a ERC o la CUP. No, porque no tendría sentido. Aunque en Madrid no se entienda, hablar con independentistas no quiere decir volverse independentista, sino buscar maneras de entenderse. Si finalmente no podemos articular esa idea política que hacemos colectivamente, no voy a decir individualmente ficho por ERC o la CUP. No.
El problema que hay en Cataluña continuará el 22-D
¿Eres independentista?
No. Entiendo y te agradezco que me hagas la pregunta. Muchas veces es muy difícil desde fuera de Cataluña ver matices en ese sentido. Hay como una visión de que en Cataluña hay un gran enfrentamiento entre independentistas y no independentistas. Para que se entienda, llevamos años independentistas y no independentistas parando desahucios o defendiendo la Sanidad pública. Entiendo que es difícil, pero creemos que hay maneras de defender puntos de encuentro y, sobre todo, la posibilidad de trabajar políticamente sin que los independentistas dejen de serlo y sin que los que no lo somos dejemos de serlo.
Los independentistas tenían un proyecto de que se declararía la independencia, todo sería maravilloso y chimpún. Se ha visto que no. Nosotros, los que creemos que es posible un modelo de Estado diferente, también nos hemos dado un buen golpe después de ver cómo apalean a la gente. Esa España plurinacional está lejísimos. Los independentistas ven que su proyecto tiene muchas carencias, el nuestro también. Sin renunciar a nuestros objetivos finales, cómo podemos hacer frente a una cosa que hace imposible su proyecto pero también el nuestro.
Hablabas de una evolución del partido, ¿qué te ha decepcionado de Podemos?
Yo ahora podría rajar de Podemos, decir 'mira lo que han hecho', yo me apunté a un partido que venía a romper el régimen y el candado del 78 y hace pocos días hablaban del consenso del 78. Quiero decir, aquí hay cambios importantes. Pero creo que el más profundo, y no es solo culpa de Pablo Iglesias, es que al final Podemos como organización estatal intenta hacer una lectura desde Madrid de lo que pasa en Cataluña. Es un error. Pero, sobre todo, creemos que lo que emerge de ahí no es un problema que tenga Podemos, lo tenemos todos, la dificultad de hacer política en dos sociedades políticas que se van separando poco a poco. Y es muy difícil entender para Podemos como partido estatal que es lo que pasa en Cataluña, lo penaliza demoscopicamente. Lo que ha pasado en Cataluña ha hecho que Podemos tenga que enfrentarse a una realidad, que ya no es culpa de Pablo Iglesias sino del punto al que hemos llegado, en el que dos comunidades politica encuentran dificultades enormes para analizar la realidad conjuntamente. Eso es lo que está sufriendo Podemos. Me sabe mal.
¿Un pronóstico del 21-D?
Pase lo que pase, el 22-D el problema que hay en Cataluña continuará.