La coalición de centroderecha ha ganado este domingo las elecciones regionales en la isla italiana de Sicilia, imponiéndose a una izquierda desunida y al Movimiento Cinco Estrellas (M5S) que, no obstante, ha constatado su fuerza ante las elecciones generales de 2018.
El candidato conservador Sebastiano Musumeci ha sido el ganador con el 39,84% de los votos, apoyado por la coalición de la "Forza Italia" de Silvio Berlusconi y las ultraderechistas Liga Norte y Hermanos de Italia.
Musumeci, antiguo eurodiputado, ha agradecido su victoria, ha llamado a trabajar por "el renacimiento de la región" y a luchar contra la mafia, y ha advertido de que la unidad de Italia solo es posible si el sur crece con las mismas posibilidades que han sido dadas al rico norte.
Inmediatamente detrás del bloque derechista se situó el M5S, cuyo candidato, Giancarlo Cancelleri, ha logrado recabar un 34,65% de los votos y lo ha hecho en solitario, sin unirse a ninguna coalición, una de las máximas de esta formación de corte populista.
EL PAPEL DE LA IZQUIERDA
No ha corrido la misma suerte el centroizquierda, que ha gobernado la isla durante el último quinquenio y que ha concurrido dividido.
El candidato Fabrizio Micari ha obtenido el 18,65% de los sufragios, apoyado por una coalición similar a la que ostenta el Gobierno del país, en manos del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) gracias al apoyo de Alternativa Popular (centroderecha).
El izquierdista Claudio Fava ha logrado un 6,14% de los votos, representando la lista "Cien pasos para Sicilia", que alude a la lucha contra la mafia y apoyada por Refundación Comunista, Los Verdes y el Movimiento Democrático y Progresista, escisión del PD.
Los independentistas de Roberto La Rosa quedarán fuera del parlamento siciliano al sumar el 0,70% de los votos, muy por debajo del umbral mínimo del 5% que se exige para tener representatividad.
Tras las elecciones del domingo y el lento escrutinio del lunes toca ahora conformar una mayoría que permita gobernar los próximos cinco años y, para ello, la ley electoral de la isla prevé un premio de hasta siete escaños a la lista más votada.
Las elecciones en Sicilia han sido seguidas con gran interés al ser consideradas como la antesala de las próximas elecciones generales de Italia, que deberán celebrarse a partir de febrero de 2018, cuando concluye formalmente la legislatura.
¿VUELTA DE BERLUSCONI?
Berlusconi, que aspira a unir a la derecha, del mismo modo que ha hecho en Sicilia, ha celebrado el resultado cosechado, que, en su opinión, implica "una vía al cambio verdadero, serio, constructivo, basado en la honestidad, la competencia y la experiencia".
Pero, sobre todo, el triunfo de Musumeci es, a su parecer, "la victoria de los moderados" frente a "la rabia" del M5S, dirigido por "gente que no ha trabajado nunca ni ha dirigido siquiera una comunidad de vecinos", ha criticado en un vídeo en su perfil de Facebook.
El candidato del M5S, Giancarlo Cancelleri, ha comparecido ante sus exultantes seguidores para anunciar que su partido es "la primera fuerza política del país", habida cuenta de que ha logrado superar en votos y en solitario al resto de formaciones.
Y ha descartado telefonear a Musumeci para felicitarle al asegurar que la suya es "una victoria contaminada" por la presencia en sus listas de "impresentables", candidatos imputados por graves delitos como la corrupción, ha asegurado.
El candidato a primer ministro de Italia por el M5S, Luigi di Maio, ha celebrado también los datos obtenidos por su partido en Sicilia, donde en su opinión, aunque no logren su Gobierno, supondrá "una oleada que dentro de cuatro meses" puede conquistar el país entero.
Y ello a pesar de que su formación cuenta con el "sistema político-mediático en contra", denunció Di Maio, quien señaló que el suyo es el "voto limpio" frente al de sus competidores, por lo que incluso llegó a solicitar observadores internacionales para los comicios sicilianos.
Además, consideró al PD de Matteo Renzi un partido "políticamente muerto", tanto que anunció la cancelación del debate televisivo que iba a mantener con el líder socialdemócrata el martes. "El PD está políticamente muerto. Nuestro competidor ya no es Renzi", ha escrito Di Maio en su cuenta de Facebook.
Una postura criticada por el propio secretario general del PD, que lamentó que "su huida surge del miedo" y avanzó que él sí acudirá al estudio de televisión donde iba a tener lugar el cara a cara pues "un líder no tiene miedo a la televisión", apostilló.
Desde el PD algunos legisladores han lamentado las divisiones que vienen afectando a este partido, el principal de centroizquierda del país, desde que comenzara a gobernar en 2013, como dijo el portavoz en la Cámara de los Diputados, Ettore Rosato, quien señaló que "la división no ha ayudado", en declaraciones a Radio Radical.