"Un contratiempo es un accidente o suceso inoportuno que obstaculiza o impide el curso normal de algo". Los últimos años, gracias a la crisis, han estado llenos de contratiempos, de ilusiones truncadas, de oportunidades abortadas antes de ver la luz, de inseguridades y miedos; también, en ocasiones, de búsquedas de capacidades que estaban solo latentes, esperando a ser descubiertas.
De todo ello hablan los relatos que Pilar Tena ha aglutinado en su primera obra de no ficción, precisamente bajo ese título, Contratiempos, y que tienen todos ellos un protagonista común y omnipresente: la crisis.
Una crisis que se coló en las vidas de todos los personajes, de todos nosotros, y que alteró, definitiva o temporalmente, el curso que habían intentado trazar: desde una ejecutiva agresiva hasta una inmigrante colombiana; desde el dueño de un vivero hasta una periodista veterana; desde un emprendedor que decide probar suerte en otra ciudad hasta un joven actor, desde gente madura que ve acelerarse su ocaso laboral hasta chicos desesperanzados por la falta de trabajo y de futuro.... Todos los protagonistas -hay muchos más- de estas historias ven su trayectoria vital alterada por algún acontecimiento que directa o indirectamente tiene que ver con la crisis. En unos casos, como un paréntesis donde no acaba de verse el cierre; en otros, de un modo absurdamente dramático. Siempre, sin que ninguno haya hecho nada malo por merecer ese repentino cambio de suerte.
Pilar lleva al lector de la mano con un estilo sencillo y suelto para llegar a conocerlos bien, con un logrado equilibrio entre la descripción del detalle y el foco en lo esencial, sin exuberancias, pero sin que nada falte. ¿A conocerlos? A reconocerlos más bien. Porque lo realmente inquietante de estos Contratiempos es lo cercano y familiar que resulta todo. Da la autora al final del libro las gracias a aquellas personas que inspiraron sus relatos, pensando que, tal vez, si lo leen se reconozcan. Pero no serán solo ellos. Cualquiera de nosotros, de nuestros amigos, vecinos, conocidos, compañeros de trabajo... ha vivido o ha visto de muy cerca muchas de estas situaciones. Y de ahí que al final quede la duda de si la desazón que deja la lectura es por lo leído o por lo reconocido.
Es, eso sí, un libro muy madrileño. Aunque la esencia de lo que narra puede darse en cualquier lugar -al fin y al cabo los sueños y las frustraciones forman parte de la naturaleza humana-, los paisajes son fundamentalmente de Madrid. La ciudad, sus calles, sus plazas, sus casas, su tráfico, como protagonista y espectadora de un sentimiento colectivo de desaliento. Aunque algunas de las historias tienen un final feliz, inesperado por el contexto y las circunstancias, como una señal de que igual que el destino ha jugado malas pasadas, también algunas buenas.
Como todo libro de historias breves, hay que leer los relatos de uno en uno, digiriéndolos bien, dejándolos reposar. Y mimetizándonos con su propio espíritu: yo también sufrí un contratiempo mientras lo leía. Como si tuviera vida propia, mi ejemplar desapareció durante unos días. Pensé que lo había perdido, después de buscarlo por todas partes; una contrariedad, sí, porque estaba enganchada con la lectura, y esperaba con afán cada nuevo cuento. Hasta que apareció en el mismo sitio en donde creí haberlo dejado y, por supuesto, buscado.
También Pilar Tena sufrió un contratiempo en su carrera laboral, cuando tuvo que dejar el puesto que había ocupado durante más de 10 años en una institución. Ella, sin embargo, supo y pudo aprovechar el cambio de rumbo al que le forzaron las circunstancias y desde entonces se ha dedicado a escribir, además de a trabajar como consultora. Su primer fruto, un manual para superar, precisamente, el desempleo, Cómo sobrevivir a un despido y volver a trabajar. Y ahora, estos Contratiempos. El siguiente, ¿será una novela?
Contratiempos
Pilar Tena
Salto de página, 2014
219 págs.
De todo ello hablan los relatos que Pilar Tena ha aglutinado en su primera obra de no ficción, precisamente bajo ese título, Contratiempos, y que tienen todos ellos un protagonista común y omnipresente: la crisis.
Una crisis que se coló en las vidas de todos los personajes, de todos nosotros, y que alteró, definitiva o temporalmente, el curso que habían intentado trazar: desde una ejecutiva agresiva hasta una inmigrante colombiana; desde el dueño de un vivero hasta una periodista veterana; desde un emprendedor que decide probar suerte en otra ciudad hasta un joven actor, desde gente madura que ve acelerarse su ocaso laboral hasta chicos desesperanzados por la falta de trabajo y de futuro.... Todos los protagonistas -hay muchos más- de estas historias ven su trayectoria vital alterada por algún acontecimiento que directa o indirectamente tiene que ver con la crisis. En unos casos, como un paréntesis donde no acaba de verse el cierre; en otros, de un modo absurdamente dramático. Siempre, sin que ninguno haya hecho nada malo por merecer ese repentino cambio de suerte.
Pilar lleva al lector de la mano con un estilo sencillo y suelto para llegar a conocerlos bien, con un logrado equilibrio entre la descripción del detalle y el foco en lo esencial, sin exuberancias, pero sin que nada falte. ¿A conocerlos? A reconocerlos más bien. Porque lo realmente inquietante de estos Contratiempos es lo cercano y familiar que resulta todo. Da la autora al final del libro las gracias a aquellas personas que inspiraron sus relatos, pensando que, tal vez, si lo leen se reconozcan. Pero no serán solo ellos. Cualquiera de nosotros, de nuestros amigos, vecinos, conocidos, compañeros de trabajo... ha vivido o ha visto de muy cerca muchas de estas situaciones. Y de ahí que al final quede la duda de si la desazón que deja la lectura es por lo leído o por lo reconocido.
Es, eso sí, un libro muy madrileño. Aunque la esencia de lo que narra puede darse en cualquier lugar -al fin y al cabo los sueños y las frustraciones forman parte de la naturaleza humana-, los paisajes son fundamentalmente de Madrid. La ciudad, sus calles, sus plazas, sus casas, su tráfico, como protagonista y espectadora de un sentimiento colectivo de desaliento. Aunque algunas de las historias tienen un final feliz, inesperado por el contexto y las circunstancias, como una señal de que igual que el destino ha jugado malas pasadas, también algunas buenas.
Como todo libro de historias breves, hay que leer los relatos de uno en uno, digiriéndolos bien, dejándolos reposar. Y mimetizándonos con su propio espíritu: yo también sufrí un contratiempo mientras lo leía. Como si tuviera vida propia, mi ejemplar desapareció durante unos días. Pensé que lo había perdido, después de buscarlo por todas partes; una contrariedad, sí, porque estaba enganchada con la lectura, y esperaba con afán cada nuevo cuento. Hasta que apareció en el mismo sitio en donde creí haberlo dejado y, por supuesto, buscado.
También Pilar Tena sufrió un contratiempo en su carrera laboral, cuando tuvo que dejar el puesto que había ocupado durante más de 10 años en una institución. Ella, sin embargo, supo y pudo aprovechar el cambio de rumbo al que le forzaron las circunstancias y desde entonces se ha dedicado a escribir, además de a trabajar como consultora. Su primer fruto, un manual para superar, precisamente, el desempleo, Cómo sobrevivir a un despido y volver a trabajar. Y ahora, estos Contratiempos. El siguiente, ¿será una novela?
Contratiempos
Pilar Tena
Salto de página, 2014
219 págs.