Recientemente mantenía una conversación con una amiga historiadora del Arte. Ambos discutíamos si el arte paleolítico -arte rupestre y arte mobiliar- es o no arte. Ella decía que no, yo que sí. Y desde luego, entramos en un terreno fangoso, incluso entre los grandes prehistoriadotes.
Tengo la oportunidad de conocer a algunos que sí lo consideran arte y otros que se niegan a poner a nuestros antepasados el calificativo de artistas. Adelantándome a dar mi opinión, diré que, independiente de cuál fuera el motivo de sus creaciones, es verdad que no eran artistas, eran artistazos.
Antes de nada, expondremos algunas de las hipótesis más relevantes sobre la interpretación de estos dibujos y objetos milenarios, sin los cuales, dicho sea de paso, no seríamos lo que somos hoy en día.
Arte por el arte
La primera de esas teorías que surgió fue la llamada "Arte por el arte", es decir, que simple y llanamente realizaban sus creaciones con un fin artístico, ocioso y con la única intención de crear. Este planteamiento, postulado principalmente por el paleontólogo Edouard Lartet y el etnólogo Henry Christy en el siglo XIX, no tuvo mucho éxito y rápidamente se abandonó la idea, pues tras las figuras tenía que haber algo más. Aquel esfuerzo, incluso la complicada ubicación de algunas figuras llevó a pensar que el arte no era el único móvil.
Magia
Otra de las propuestas nos habla de "magia". Tal vez nos encontremos ante las primeras manifestaciones de prácticas mágico-religiosas. Éstas podrían estar relacionadas con la caza, la fecundidad o la destrucción. Para entendernos, sería como hacer una especie de vudú. Es decir, que se ejercería influencia sobre el hombre o animal real mediante la manipulación de su imagen parietal. El hombre paleolítico pintaba animales que podían suponerle una amenaza con el fin de abatirlos simbólicamente y actuar sobre la realidad, propiciando la procreación entre ellos y así disponer de más genero para la caza.... El abate Henry Breuil y el Conde Begoüen fueron dos de los más importantes exponentes de esta teoría, desestimándose hacia finales de los años 50 del siglo XX, en parte, por la dura crítica realizada por el eminente prehistoriador André Leroi-Gourham, argumentando que no existía ni una escena de caza en ninguna de las cuevas estudiadas.
Foto: Henry Breuil. Fuente: Wikipedia
Totemismo
El totemismo habla de una conexión entre un grupo de humanos con algún animal o vegetal al que el citado grupo adoraría. Es por este motivo que muchos investigadores desestiman esta hipótesis, porque un gran número de supuestos animales totem se representan heridos por armas arrojadizas: un grupo o un clan no trataría de esa forma a su totem, sino que lo respetaría y adoraría.
Estructuralismo
Otra teoría más compleja -a mi modo de ver, demasiado rebuscada- es la conocida como estructuralismo. Resumiendo mucho, sus principales postuladores, A. Leroi-Gourhan y A. Laming, concluyeron que las representaciones en el interior de las cuevas no estaban en el lugar que estaban por casualidad, sino que existía un orden lógico. Así mismo, estos investigadores pensaban que la cueva era un santuario donde las representaciones formaban un sistema binario en el que el caballo simbolizaba lo masculino y el bisonte, lo femenino. Este intento de dar un significado al arte paleolítico es demasiado subjetivo y se deja un sinfín de interrogantes sin contestar.
Teoría chamánica
La última de las hipótesis, en auge desde hace unos años, aunque también muy criticada por un gran número de investigadores, es la teoría chamánica. La postulan Jean Clottes y David L. Williams. Para llegar a las conclusiones que han llegado, recurrieron a la etnología y etnografía comparada. Es decir, compararon las pinturas y diversos modos de vida de grupos humanos que viven en la actualidad al modo paleolítico.
Me gustaría aclarar que hay que tener mucho cuidado con comparar estos grupos humanos tan separados en el tiempo y ser muy cautelosos con este tipo de conclusiones, porque hay muchos datos que se nos escapan y no debemos darlos por sentado, como en ocasiones se hace con tal de querer explicar algo.
Lewis y Clottes basan su teoría en el sistema nervioso humano. Éste, mediante varias vías (patologías, consumo de drogas, privación sensorial, danza extenuante), es capaz de entrar en estados alterados de conciencia y, acto seguido, llegan las visiones. En cuanto a las etapas del trance, en un primer estadio, simplemente se aprecian formas geométricas; zigzags, puntos conjuntos de líneas, curvas.... En un segundo estado, se produce, por parte del chamán, una racionalización de esas primeras percepciones geométricas. A su vez, éstas son trasformadas en objetos con una importante carga religiosa o emocional. En el tercer estadio, el individuo se ve inmerso en un torbellino por el que se divisa, al final del todo, una potente luz. Al mismo tiempo, en sus laterales, tal y como cuentan Clottes y Williams, "aparece un enrejado derivado de las imágenes geométricas del Estadio 1". Una vez que se sale del túnel, es cuando se producen las visiones proyectadas sobre las superficies que rodean a los chamanes.
En este sentido, figuras conocidas en el mundo de la prehistoria como "teriántropos" -mitad humanos, mitad animales- podrían ser fruto de las visiones de los chamanes o la inmortalización de alguno de sus rituales.
Fuente: GETTYIMAGES
Otras teorías
Podrían citarse más teorías, como la del Medio de comunicación o la Semiología, y otras muchas que, unas con más acierto, otras con menos, intentan dar una explicación a algo que, por mucho que estudiemos, pese a que logremos conocer muchos más datos de los que hoy conocemos, seguirá siendo un auténtico enigma difícil de resolver.
Lo que sí tengo muy claro es que, como ya he dicho antes, no eran artistas, sino artistazos. Hay que tener en cuenta que no realizaban estas representaciones con la posibilidad de borrar y corregir los trazos pintados, incluso los grabados. Es por ello que debían gozar de un alto grado de especialización. Por mucho que me digan, lo siento, para mí es arte en estado puro, sea cual fuere su significado y su intencionalidad a la hora de realizar las representaciones.
Para terminar, acabaré destruyendo un mito, bonito y romántico, pero al fin y al cabo, un mito. En muchas ocasiones se ha dicho que Pablo Picasso dijo esta famosa frase: "Después de Altamira todo es decadencia". No hace mucho, hablando con todo un referente en el campo del arte paleolítico, me dijo que no se tiene constancia de que el pintor español pronunciara esas palabras. Lo dijera o no, resulta complicado que cualquier obra, sea cual sea su época, llegue a tener la belleza alcanzada en los polícromos de Altamira.
Tengo la oportunidad de conocer a algunos que sí lo consideran arte y otros que se niegan a poner a nuestros antepasados el calificativo de artistas. Adelantándome a dar mi opinión, diré que, independiente de cuál fuera el motivo de sus creaciones, es verdad que no eran artistas, eran artistazos.
Antes de nada, expondremos algunas de las hipótesis más relevantes sobre la interpretación de estos dibujos y objetos milenarios, sin los cuales, dicho sea de paso, no seríamos lo que somos hoy en día.
Arte por el arte
La primera de esas teorías que surgió fue la llamada "Arte por el arte", es decir, que simple y llanamente realizaban sus creaciones con un fin artístico, ocioso y con la única intención de crear. Este planteamiento, postulado principalmente por el paleontólogo Edouard Lartet y el etnólogo Henry Christy en el siglo XIX, no tuvo mucho éxito y rápidamente se abandonó la idea, pues tras las figuras tenía que haber algo más. Aquel esfuerzo, incluso la complicada ubicación de algunas figuras llevó a pensar que el arte no era el único móvil.
Magia
Otra de las propuestas nos habla de "magia". Tal vez nos encontremos ante las primeras manifestaciones de prácticas mágico-religiosas. Éstas podrían estar relacionadas con la caza, la fecundidad o la destrucción. Para entendernos, sería como hacer una especie de vudú. Es decir, que se ejercería influencia sobre el hombre o animal real mediante la manipulación de su imagen parietal. El hombre paleolítico pintaba animales que podían suponerle una amenaza con el fin de abatirlos simbólicamente y actuar sobre la realidad, propiciando la procreación entre ellos y así disponer de más genero para la caza.... El abate Henry Breuil y el Conde Begoüen fueron dos de los más importantes exponentes de esta teoría, desestimándose hacia finales de los años 50 del siglo XX, en parte, por la dura crítica realizada por el eminente prehistoriador André Leroi-Gourham, argumentando que no existía ni una escena de caza en ninguna de las cuevas estudiadas.
Totemismo
El totemismo habla de una conexión entre un grupo de humanos con algún animal o vegetal al que el citado grupo adoraría. Es por este motivo que muchos investigadores desestiman esta hipótesis, porque un gran número de supuestos animales totem se representan heridos por armas arrojadizas: un grupo o un clan no trataría de esa forma a su totem, sino que lo respetaría y adoraría.
Estructuralismo
Otra teoría más compleja -a mi modo de ver, demasiado rebuscada- es la conocida como estructuralismo. Resumiendo mucho, sus principales postuladores, A. Leroi-Gourhan y A. Laming, concluyeron que las representaciones en el interior de las cuevas no estaban en el lugar que estaban por casualidad, sino que existía un orden lógico. Así mismo, estos investigadores pensaban que la cueva era un santuario donde las representaciones formaban un sistema binario en el que el caballo simbolizaba lo masculino y el bisonte, lo femenino. Este intento de dar un significado al arte paleolítico es demasiado subjetivo y se deja un sinfín de interrogantes sin contestar.
Teoría chamánica
La última de las hipótesis, en auge desde hace unos años, aunque también muy criticada por un gran número de investigadores, es la teoría chamánica. La postulan Jean Clottes y David L. Williams. Para llegar a las conclusiones que han llegado, recurrieron a la etnología y etnografía comparada. Es decir, compararon las pinturas y diversos modos de vida de grupos humanos que viven en la actualidad al modo paleolítico.
Me gustaría aclarar que hay que tener mucho cuidado con comparar estos grupos humanos tan separados en el tiempo y ser muy cautelosos con este tipo de conclusiones, porque hay muchos datos que se nos escapan y no debemos darlos por sentado, como en ocasiones se hace con tal de querer explicar algo.
Lewis y Clottes basan su teoría en el sistema nervioso humano. Éste, mediante varias vías (patologías, consumo de drogas, privación sensorial, danza extenuante), es capaz de entrar en estados alterados de conciencia y, acto seguido, llegan las visiones. En cuanto a las etapas del trance, en un primer estadio, simplemente se aprecian formas geométricas; zigzags, puntos conjuntos de líneas, curvas.... En un segundo estado, se produce, por parte del chamán, una racionalización de esas primeras percepciones geométricas. A su vez, éstas son trasformadas en objetos con una importante carga religiosa o emocional. En el tercer estadio, el individuo se ve inmerso en un torbellino por el que se divisa, al final del todo, una potente luz. Al mismo tiempo, en sus laterales, tal y como cuentan Clottes y Williams, "aparece un enrejado derivado de las imágenes geométricas del Estadio 1". Una vez que se sale del túnel, es cuando se producen las visiones proyectadas sobre las superficies que rodean a los chamanes.
En este sentido, figuras conocidas en el mundo de la prehistoria como "teriántropos" -mitad humanos, mitad animales- podrían ser fruto de las visiones de los chamanes o la inmortalización de alguno de sus rituales.
Fuente: GETTYIMAGES
Otras teorías
Podrían citarse más teorías, como la del Medio de comunicación o la Semiología, y otras muchas que, unas con más acierto, otras con menos, intentan dar una explicación a algo que, por mucho que estudiemos, pese a que logremos conocer muchos más datos de los que hoy conocemos, seguirá siendo un auténtico enigma difícil de resolver.
Lo que sí tengo muy claro es que, como ya he dicho antes, no eran artistas, sino artistazos. Hay que tener en cuenta que no realizaban estas representaciones con la posibilidad de borrar y corregir los trazos pintados, incluso los grabados. Es por ello que debían gozar de un alto grado de especialización. Por mucho que me digan, lo siento, para mí es arte en estado puro, sea cual fuere su significado y su intencionalidad a la hora de realizar las representaciones.
Para terminar, acabaré destruyendo un mito, bonito y romántico, pero al fin y al cabo, un mito. En muchas ocasiones se ha dicho que Pablo Picasso dijo esta famosa frase: "Después de Altamira todo es decadencia". No hace mucho, hablando con todo un referente en el campo del arte paleolítico, me dijo que no se tiene constancia de que el pintor español pronunciara esas palabras. Lo dijera o no, resulta complicado que cualquier obra, sea cual sea su época, llegue a tener la belleza alcanzada en los polícromos de Altamira.