Hace unos días acudí a una hora inusual -poco antes de las 11 de la mañana- a la presentación del libro Gastronomía en Madrid, escrito por mi amigo Ismael Díaz Yubero y editado de maravilla por la editorial Estrellas de la Gastronomía. El prestigio de Ismael hace que el libro sea un paseo cultural, histórico y gastronómico muy agradable y de imprescindible lectura. Me encanta, porque no deja descolgada a la gastronomía de la realidad social, política y económica de cada momento. De esto, hay muchos que todavía no se han enterado. Si quieren saber quién era el perro Paco (de ahí la expresión te pegas la vida del perro Paco) o el origen de la Fontana de Oro, ahora convertida en un pub -y que nada tiene que ver con lo que conoció Pérez Galdós-, aquí tiene su libro. Y no lo digo por amistad, sino con orgullo de tener amigos que escriben así de bien y que tienen muchas cosas que aportar a la gastronomía.
La presentación se hizo en Casa Carola, lugar que ya recomendé en su momento para comer cocido. En sus paredes, fotos del Madrid antiguo conviven con fotos de famosos comensales de la casa. Nos ofrecieron vino de Madrid que, dada la hora, no bebí. Pero sí tomé un rico caldo de cocido que sabía a garbanzos, y eso es importante: un buen caldo de cocido tiene que tener un fondo de sabor a garbanzos. También probé un honesto queso, en palabras de sus hacedores. Yo añado que exquisito; artesano de oveja y originario de Aranjuez, con la marca Marqués de Mandiola. Elaboran otro queso en aceite, que no estaba presente, pero puedo arriesgarme a decir que será estupendo, aunque con un sabor más contundente.
Al terminar, crucé la calle y dirigí mis pasos a la Pastelería Húngara, en la calle Padilla 33 (91 402 65 74) Con 60 años de vida, el establecimiento fue abierto por el abuelo de origen húngaro del actual dueño. Los pasteles de yema fueron el anzuelo y luego ya vino todo. Muy conocida por muchos, es austera en su decoración -prácticamente inexistente- dado que los protagonistas son su repostería, los turrones, frutas confitadas, polvorones, pasteles de batata y, a partir del día 13 de diciembre, los mazapanes, el pan de Cádiz y el pan de naranja, entre otros dulces navideños.
Por otro lado, de cara a la inminente llegada de la Navidad, Gourmets presentó en el hotel Wellington su Guía de Vinos 2015 que coincide con su XXX aniversario. Francisco López Canis, su fundador, es una institución en el ámbito gastronómico, como lo es el Salón Gourmets, que se celebra todos los años en Madrid en primavera.
La cita gastronómica es en La Emualda. Al chef Samuel Pascual lo conozco desde hace años, y es un hombre joven, trabajador, ilusionado y además muy buena persona. Abierta desde hace tres meses, está situada en el rectángulo gastronómico de moda de Retiro, en la calle Menorca, 2. (tel. 91 546 69 46). Con decoración llamativa por sus diferentes ambientes, representa la cocina madrileña en su esencia, con productos de Madrid y una carta de vinos muy atractiva. Trato encantador y, como crítica gastronómica, decir que ¡todo está muy rico!
Al perro Paco lo hubiéramos podido encontrar en cualquiera de estos sitios con la Guía de Vinos Gourmets debajo de una pata delantera y con el libro de la Gastronomía de Madrid, debajo de la otra.
La presentación se hizo en Casa Carola, lugar que ya recomendé en su momento para comer cocido. En sus paredes, fotos del Madrid antiguo conviven con fotos de famosos comensales de la casa. Nos ofrecieron vino de Madrid que, dada la hora, no bebí. Pero sí tomé un rico caldo de cocido que sabía a garbanzos, y eso es importante: un buen caldo de cocido tiene que tener un fondo de sabor a garbanzos. También probé un honesto queso, en palabras de sus hacedores. Yo añado que exquisito; artesano de oveja y originario de Aranjuez, con la marca Marqués de Mandiola. Elaboran otro queso en aceite, que no estaba presente, pero puedo arriesgarme a decir que será estupendo, aunque con un sabor más contundente.
Al terminar, crucé la calle y dirigí mis pasos a la Pastelería Húngara, en la calle Padilla 33 (91 402 65 74) Con 60 años de vida, el establecimiento fue abierto por el abuelo de origen húngaro del actual dueño. Los pasteles de yema fueron el anzuelo y luego ya vino todo. Muy conocida por muchos, es austera en su decoración -prácticamente inexistente- dado que los protagonistas son su repostería, los turrones, frutas confitadas, polvorones, pasteles de batata y, a partir del día 13 de diciembre, los mazapanes, el pan de Cádiz y el pan de naranja, entre otros dulces navideños.
Por otro lado, de cara a la inminente llegada de la Navidad, Gourmets presentó en el hotel Wellington su Guía de Vinos 2015 que coincide con su XXX aniversario. Francisco López Canis, su fundador, es una institución en el ámbito gastronómico, como lo es el Salón Gourmets, que se celebra todos los años en Madrid en primavera.
La cita gastronómica es en La Emualda. Al chef Samuel Pascual lo conozco desde hace años, y es un hombre joven, trabajador, ilusionado y además muy buena persona. Abierta desde hace tres meses, está situada en el rectángulo gastronómico de moda de Retiro, en la calle Menorca, 2. (tel. 91 546 69 46). Con decoración llamativa por sus diferentes ambientes, representa la cocina madrileña en su esencia, con productos de Madrid y una carta de vinos muy atractiva. Trato encantador y, como crítica gastronómica, decir que ¡todo está muy rico!
Al perro Paco lo hubiéramos podido encontrar en cualquiera de estos sitios con la Guía de Vinos Gourmets debajo de una pata delantera y con el libro de la Gastronomía de Madrid, debajo de la otra.