La mala circulación es un problema que padecen muchísimas personas, bien sea por genética o bien por hábitos poco saludables: sedentarismo, alto consumo de grasas y azúcares, etc. Si eres de esas personas que sufre de mala circulación, estás de enhorabuena porque te vamos a enseñar 4 posturas de yoga para aliviar la congestión y mejorar la circulación. Verás qué piernas más ligeras y definidas se van a ir desarrollando...
1-. VIPARITA KARANI (Postura invertida sencilla)
Podemos empezar con esta sencilla y relajante postura para sentir cómo las piernas empiezan a aligerarse. Tumbado en el suelo, acerca las nalgas todo lo posible hacia la pared y sube las piernas apoyándolas. Mantén este asana entre 5-10 minutos y permite que todo el cuerpo se relaje: la cabeza, el rostro, los hombros, la espalda, el pecho...
2-. HALASANA (Postura del arado)
Desde ahí mismo, donde te encuentras, lleva las piernas hacia la cabeza, y si ves que los pies no llegan a tocar el suelo, coloca tus manos sobre la región lumbar para que no haya sobrecargas innecesarias. Halasana es una postura excelente para mejorar también el tránsito intestinal y aliviar la tensión de la zona lumbar. ¡Ojo! Si padeces cualquier lesión en el cuello, esta postura no te conviene.
3-. GARUDASANA (Postura del águila)
No te asustes por la complejidad a simple vista de esta postura, el equilibrio es una cualidad fundamental para movernos por la vida con control y sintiendo nuestros movimientos coordinados, permitiéndonos no sobrecargar las zonas más débiles y otorgando ligereza a nuestro cuerpo. Al cruzar una pierna sobre la otra se ejerce un estimulante masaje en las pantorrillas, favoreciendo el flujo de sangre fresca hacia las piernas y tobillos.
4-.SUPTA PADANGUSTHASANA (Postura de mano al dedo gordo en posición supina)
Para finalizar, tras haber pasado por las asanas anteriores, ya tenemos las piernas preparadas para darles el último estímulo circulatorio. Notarás cómo se estiran los tendones del hueco poplíteo y cómo el calor irradia toda la pierna, desde los dedos de los pies hasta las caderas. Si todavía tu flexibilidad es limitada y no llegas a agarrar el dedo gordo del pie, no sufras, puedes agarrarte del gemelo, de la rodilla o incluso del muslo.
Esperamos que la circulación en tus piernas se reactive y sientas en cada paso una ligereza total. Namaste.
1-. VIPARITA KARANI (Postura invertida sencilla)
Podemos empezar con esta sencilla y relajante postura para sentir cómo las piernas empiezan a aligerarse. Tumbado en el suelo, acerca las nalgas todo lo posible hacia la pared y sube las piernas apoyándolas. Mantén este asana entre 5-10 minutos y permite que todo el cuerpo se relaje: la cabeza, el rostro, los hombros, la espalda, el pecho...
2-. HALASANA (Postura del arado)
Desde ahí mismo, donde te encuentras, lleva las piernas hacia la cabeza, y si ves que los pies no llegan a tocar el suelo, coloca tus manos sobre la región lumbar para que no haya sobrecargas innecesarias. Halasana es una postura excelente para mejorar también el tránsito intestinal y aliviar la tensión de la zona lumbar. ¡Ojo! Si padeces cualquier lesión en el cuello, esta postura no te conviene.
3-. GARUDASANA (Postura del águila)
No te asustes por la complejidad a simple vista de esta postura, el equilibrio es una cualidad fundamental para movernos por la vida con control y sintiendo nuestros movimientos coordinados, permitiéndonos no sobrecargar las zonas más débiles y otorgando ligereza a nuestro cuerpo. Al cruzar una pierna sobre la otra se ejerce un estimulante masaje en las pantorrillas, favoreciendo el flujo de sangre fresca hacia las piernas y tobillos.
4-.SUPTA PADANGUSTHASANA (Postura de mano al dedo gordo en posición supina)
Para finalizar, tras haber pasado por las asanas anteriores, ya tenemos las piernas preparadas para darles el último estímulo circulatorio. Notarás cómo se estiran los tendones del hueco poplíteo y cómo el calor irradia toda la pierna, desde los dedos de los pies hasta las caderas. Si todavía tu flexibilidad es limitada y no llegas a agarrar el dedo gordo del pie, no sufras, puedes agarrarte del gemelo, de la rodilla o incluso del muslo.
Esperamos que la circulación en tus piernas se reactive y sientas en cada paso una ligereza total. Namaste.