El CIS ha traído el tripartidismo anunciado, y ha caído como una bomba en el PSOE. Desde la sede de Ferraz en Madrid hasta el más recóndito lugar de España, los socialistas han comprendido que sus votantes les abandonan a toda prisa. Pedro Sánchez se ha convertido en Leonardo di Caprio a bordo del Titanic. "EL CIS confirma lo que se palpa en la calle y la mayoría intuíamos. Lo peor no es que seamos la tercera fuerza, lo grave es la tendencia. Al ser tercero, se activa la pulsión del voto útil y bipolar que opta por apoyar al partido que más oportunidades tenga de desalojar a Rajoy de Moncloa. Podemos es ahora mismo la fuerza de succión de votos para lograr ese objetivo", comenta resignado uno de los cerebros más brillantes del partido. Sin la ansiedad de otros relevantes socialistas ante la debacle que se vislumbra, no ve tan claro que la Operación Susana, que se prepara desde diciembre y quiere convertir a la presidenta andaluza en cabeza de cartel para las elecciones generales, beneficie a la candidata. "A pesar de que la operación es un secreto a voces, puede que en Susana prevalezca un elemental sentido de supervivencia. El que sea candidato a final de año se va a inmolar sí o sí. Y no la veo inmolándose en las urnas", apunta el mismo compañero, que la conoce desde las Juventudes Socialistas.
La citada operación, de la que cualquiera en el PSOE dice tener conocimiento, se fraguó entre Sánchez y Díaz al hilo de las primarias. "El entorno de Barroso -marido de Carmen Chacón, ex secretario de Estado de Comunicación con Zapatero y asesor político- justifica la operación con que Susana apoyó a Pedro a cambio de ser ella la candidata al Gobierno, pero ahora Pedro no parece dispuesto a cumplir su palabra. Todos los barones que apoyaron a Sánchez ya están con Susana. Paradójicamente, son los que apoyaban a Madina -Luis Tudanca (Castilla y León), Fernández Vara (Extremadura) y Javier Fernández (Asturias)- los únicos que no han abandonado a Sánchez. Tanto Felipe como Zapatero también están con Susana, aunque González guarda las apariencias", explica un barón muy preocupado por el panorama.
El viacrucis de Sánchez se ve agravado por las decisiones que él mismo toma y que levantan ampollas tanto interna como externamente. El pacto antiterrorista contra el yihadismo firmado con el Gobierno está siendo muy difícil de explicar a los diputados en sus circunscripciones. "El militante sociata de siempre está despistado, preocupado y acojonado. No han entendido el pacto con Rajoy, pero lo más importante es el efecto Podemos en los alcaldes. A mí me llaman diciéndome que se van a pasar al bando de Pablo Iglesias, porque se sienten más identificados con él que con el PSOE -la foto con Rajoy hace mucho daño- y sobre todo, porque están viendo que pierden y se quedan fuera", comenta un diputado del norte que se patea la calle cada día.
La sensación de decepción que dejó el reciente paso de Sánchez por Bruselas en el grupo socialista va en la misma dirección. "Nadie pidió un papel sobre la nueva etapa Juncker a los eurodiputados. Y eso que tenemos a Enrique Guerrero de vicepresidente y se las sabe todas. En el encuentro con los comisarios europeos fue como hace dos años, nada que ver con la línea actual de acabar con la política de austeridad. La impresión que dejaron es que estaban más preocupados por los chismes y cómo les están moviendo el sillón que por la política y las propuestas consistentes", explica un eurodiputado, asombrado aún de que no se aproveche el asesoramiento y la experiencia que tienen en la capital europea.
Cuanto más se revela Sánchez a los suyos, más desconfianza genera. Pocas dudas quedan de que no será el salvador del barco. El escenario que se perfilará tras "la previsible debacle el día después de autonómicas y municipales es lo que queda por definir. Entonces, los barones y todas las fuerzas vivas pedirán a Susana, que habrá ganado en Andalucía, que se persone en Madrid para salvar los muebles. Pero el efecto de abandonar una comunidad dos meses después de haber ganado no creo que sea muy positivo", especula un rival de Díaz. Claro que siempre puede tirar del "yo estaré donde me necesite el partido" si los viejos y los nuevos barones la convencen de que o ella o el final de un partido centenario. La sombra del PASOK griego es alargada y aterra en el Ferraz actual y en los de fuera de la sede, entre las viejas glorias que se sienten desaprovechados en momentos tan cruciales.
El pequeño detalle de largarse a Madrid en tan breve espacio de tiempo es lo que menos les encaja a algunos. Los más maliciosos calculan que "como va a necesitar apoyos para gobernar en Andalucía, lo mejor sería que pactara con Podemos para que estos se manchen gobernando con el PSOE más casposo. Al fin y al cabo, comparten la idea de subvencionar a los votantes", apunta una ácida y veterana diputada. Otros, como los que desconfían del éxito de Barroso, dado el historial con su mujer, Carme Chacón, defienden que "si finalmente Díaz opta por preservarse en lugar de lanzarse al vacío, siempre estará Chacón como opción in extremis".
Dato: no solo algunos alcaldes de ayuntamientos pequeños y medianos preguntan a su PSOE de qué va y cuentan que están pensando en engrosar las listas de Podemos. También entre los asesores de Pedro Sánchez comienzan a mirarse unos a otros, esperando a ver quién será el primero en dar la espantá.
La citada operación, de la que cualquiera en el PSOE dice tener conocimiento, se fraguó entre Sánchez y Díaz al hilo de las primarias. "El entorno de Barroso -marido de Carmen Chacón, ex secretario de Estado de Comunicación con Zapatero y asesor político- justifica la operación con que Susana apoyó a Pedro a cambio de ser ella la candidata al Gobierno, pero ahora Pedro no parece dispuesto a cumplir su palabra. Todos los barones que apoyaron a Sánchez ya están con Susana. Paradójicamente, son los que apoyaban a Madina -Luis Tudanca (Castilla y León), Fernández Vara (Extremadura) y Javier Fernández (Asturias)- los únicos que no han abandonado a Sánchez. Tanto Felipe como Zapatero también están con Susana, aunque González guarda las apariencias", explica un barón muy preocupado por el panorama.
El viacrucis de Sánchez se ve agravado por las decisiones que él mismo toma y que levantan ampollas tanto interna como externamente. El pacto antiterrorista contra el yihadismo firmado con el Gobierno está siendo muy difícil de explicar a los diputados en sus circunscripciones. "El militante sociata de siempre está despistado, preocupado y acojonado. No han entendido el pacto con Rajoy, pero lo más importante es el efecto Podemos en los alcaldes. A mí me llaman diciéndome que se van a pasar al bando de Pablo Iglesias, porque se sienten más identificados con él que con el PSOE -la foto con Rajoy hace mucho daño- y sobre todo, porque están viendo que pierden y se quedan fuera", comenta un diputado del norte que se patea la calle cada día.
La sensación de decepción que dejó el reciente paso de Sánchez por Bruselas en el grupo socialista va en la misma dirección. "Nadie pidió un papel sobre la nueva etapa Juncker a los eurodiputados. Y eso que tenemos a Enrique Guerrero de vicepresidente y se las sabe todas. En el encuentro con los comisarios europeos fue como hace dos años, nada que ver con la línea actual de acabar con la política de austeridad. La impresión que dejaron es que estaban más preocupados por los chismes y cómo les están moviendo el sillón que por la política y las propuestas consistentes", explica un eurodiputado, asombrado aún de que no se aproveche el asesoramiento y la experiencia que tienen en la capital europea.
Cuanto más se revela Sánchez a los suyos, más desconfianza genera. Pocas dudas quedan de que no será el salvador del barco. El escenario que se perfilará tras "la previsible debacle el día después de autonómicas y municipales es lo que queda por definir. Entonces, los barones y todas las fuerzas vivas pedirán a Susana, que habrá ganado en Andalucía, que se persone en Madrid para salvar los muebles. Pero el efecto de abandonar una comunidad dos meses después de haber ganado no creo que sea muy positivo", especula un rival de Díaz. Claro que siempre puede tirar del "yo estaré donde me necesite el partido" si los viejos y los nuevos barones la convencen de que o ella o el final de un partido centenario. La sombra del PASOK griego es alargada y aterra en el Ferraz actual y en los de fuera de la sede, entre las viejas glorias que se sienten desaprovechados en momentos tan cruciales.
El pequeño detalle de largarse a Madrid en tan breve espacio de tiempo es lo que menos les encaja a algunos. Los más maliciosos calculan que "como va a necesitar apoyos para gobernar en Andalucía, lo mejor sería que pactara con Podemos para que estos se manchen gobernando con el PSOE más casposo. Al fin y al cabo, comparten la idea de subvencionar a los votantes", apunta una ácida y veterana diputada. Otros, como los que desconfían del éxito de Barroso, dado el historial con su mujer, Carme Chacón, defienden que "si finalmente Díaz opta por preservarse en lugar de lanzarse al vacío, siempre estará Chacón como opción in extremis".
Dato: no solo algunos alcaldes de ayuntamientos pequeños y medianos preguntan a su PSOE de qué va y cuentan que están pensando en engrosar las listas de Podemos. También entre los asesores de Pedro Sánchez comienzan a mirarse unos a otros, esperando a ver quién será el primero en dar la espantá.