En tu día a día sientes que te encuentras superado por el estrés. Esto hace que lo pases mal, y que te sientas abatido. Es como estar siempre subiendo una montaña rusa sin fin. Estás cansado de pasarlo mal. De sufrir y no poder disfrutar de los buenos momentos. O no los hay, o no te das cuenta cuando los tienes. Estás siempre pensando o anticipando aquello que temes.
Te sientes como prisionero de tu ansiedad. No tienes libertad para dejar a un lado el estrés y disfrutar de la vida. No sabes qué hacer. Te sientes desesperado. Abatido.
A pesar de todo ello, la vida sigue. Sientes que te siguen viniendo problemas y problemas debidos a la ansiedad. No puedes más. ¡Y no eres supermán!
Ya estás decidido. ¡Ya está bien de sufrir! Quieres empezar a disfrutar de la vida, de tus familia, de tus amigos... En definitiva, de las cosas que valoras y te gustan. Pues ya que te decidiste a cambiar esta situación, quiero decirte una buena noticia. O mejor dicho, dos: es POSIBLE y, en gran medida, DEPENDE de TI.
Para ello ponte en modo ACCIÓN y lleva a cabo estas 7 consejos que te doy.
1. Relájate y haz aquello que te gusta
La Relajación Progresiva de Jacobson te enseñará a diferenciar qué es tensión y qué relajación. Por lo tanto, podrás por ti mismo manejar tu tensión. Al principio es posible que la propia sensación de relajación pueda generar algo de angustia al no estar habituado a ella. Es algo raro para ti. No se trata de que nunca vuelvas a sentir ansiedad en la vida (cosa imposible), sino de acostumbrarte a ella y a no tenerla como algo horrible o señal de un infarto, pérdida de conocimiento, locura o algo así. Con la práctica y el tiempo, la ansiedad dejará de ser un problema y su aparición será cada vez menos intensa y espaciada en el tiempo. Practica este ejercicio dos veces al día o antes de enfrentarnos a una situación estresante. Te ayudará a mantener un nivel bajo de ansiedad y a perder el miedo a ciertas situaciones. Tienes que intentar tener tiempo regularmente para estar solo con tus pensamientos y sentimientos. Debes aprender a disfrutar de tu propia compañía y hacer aquello que te hace disfrutar.
2. Vive el momento (Carpe diem)
Carpe diem es una locución latina que literalmente significa toma el día, que quiere decir aprovecha el momento, en el sentido de no malgastarlo. Fue acuñada por el poeta romano Horacio (Odas. I, 11): Carpe diem, quam minimum credula postero"("Aprovecha el día, no confíes en el mañana"). Esto, en el día de hoy, podría equivaler a «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último». Para hacer esto, debes darte cuenta de la belleza de cada momento y de tus actividades del día a día. Es un acto en el que tienes que ser consciente. Por ello, requiere tu participación, no solo observar, obtendrás una vida más valiosa y más plena. Esta es tu vida, ¡vívela!
2. Practica deporte regularmente
Sí, ya lo sé, no te estoy descubriendo nada nuevo para ti. Ya sabes que el deporte es bueno para mejorar tu salud. Pero no solamente para el bienestar físico: practicar ejercicio físico con regularidad te aportará innumerables beneficios psicológicos que no puedes pasar por alto. No solo conseguirás la liberación de endorfinas que ayudarán a mejorar tu estado de ánimo, sino que también el hecho de verte mejor, más saludable y con más energía te hará tener más seguridad en ti mismo, algo que vas a notar en tu actitud en el día a día. El deporte no es solo una forma de poder conseguir un bienestar físico, sino que también es una buena manera de que logres una mejor salud mental.
4. Actúa y piensa positivamente
Ser positivo es eficaz para afrontar tus dificultades. Si centras tu atención en lo que tienes en lugar de en lo que te falta, piensas positivamente. Pensar de manera optimista y decirte: "Yo soy capaz...yo puedo..." será el punto de arranque de un comportamiento positivo. Pensar de un modo positivo por sí solo no te solucionará la vida. Pensar en positivo no es creer que todo se va a solucionar sin que hagamos nada. Pensar de un modo positivo es movilizarse, es actuar. Pensar en positivo es ver qué hay que hacer para solucionar los problemas o superar las adversidades.
5. Toma decisiones
No tengas miedo a decidir. Valora las alternativas que tengas delante y decídete por aquella que consideres mejor. Y ahora me dirás: Miguel A., ¿y si me equivoco? Pues habrás aprendido. Desde luego, si te quedas paralizado por la duda, no avanzarás. La mejor decisión será tomar la decisión.
Al tomar decisiones en la vida, unas veces ganas y otras aprendes. Así pues, valora de qué te sirve rumiar el problema de la ansiedad y preguntarte una y otra vez por los "¿Y si...?". Trata de pensar en aquello que harías si no tuvieras miedo a tener ansiedad, y ponte a ello.
6. Las cosas no son lo importante, lo importante son las experiencias
Invierte en experiencias, no en objetos. Ve a conciertos, películas, restaurantes, viaja, todo esto te dará la oportunidad de hacer cosas con otros, o de contárselo después a otros. Según confirman los investigadores en la publicación Psychological Science, "comprar experiencias tiende a proporcionar una felicidad más duradera que comprar cosas". "Hacer cosas, no comprar cosas", así es como puedes lograr que tu dinero tenga más valor.
7. Al final se trata de vivir la vida a tope
Como decía John Lennon, "la vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes." Pues sí, esto es un error que cometemos los humanos con excesiva frecuencia. Se trata de vivir cada momento con los cinco sentidos, y dejar de anticipar continuamente los problemas que se nos avecinan en el futuro. Estar plenamente en el presente, en este momento.
Ya sabemos que el cerebro no es multitarea. Solo podemos concentrarnos en una cosa a la vez. Y si no lo hacemos, si intentamos estar en varios lugares al mismo tiempo, no seremos eficaces. Disfruta de cada momento como si fuera el último.
Para terminar quería que vieras este vídeo que hice a modo de resumen.
Te sientes como prisionero de tu ansiedad. No tienes libertad para dejar a un lado el estrés y disfrutar de la vida. No sabes qué hacer. Te sientes desesperado. Abatido.
A pesar de todo ello, la vida sigue. Sientes que te siguen viniendo problemas y problemas debidos a la ansiedad. No puedes más. ¡Y no eres supermán!
Ya estás decidido. ¡Ya está bien de sufrir! Quieres empezar a disfrutar de la vida, de tus familia, de tus amigos... En definitiva, de las cosas que valoras y te gustan. Pues ya que te decidiste a cambiar esta situación, quiero decirte una buena noticia. O mejor dicho, dos: es POSIBLE y, en gran medida, DEPENDE de TI.
Para ello ponte en modo ACCIÓN y lleva a cabo estas 7 consejos que te doy.
1. Relájate y haz aquello que te gusta
La Relajación Progresiva de Jacobson te enseñará a diferenciar qué es tensión y qué relajación. Por lo tanto, podrás por ti mismo manejar tu tensión. Al principio es posible que la propia sensación de relajación pueda generar algo de angustia al no estar habituado a ella. Es algo raro para ti. No se trata de que nunca vuelvas a sentir ansiedad en la vida (cosa imposible), sino de acostumbrarte a ella y a no tenerla como algo horrible o señal de un infarto, pérdida de conocimiento, locura o algo así. Con la práctica y el tiempo, la ansiedad dejará de ser un problema y su aparición será cada vez menos intensa y espaciada en el tiempo. Practica este ejercicio dos veces al día o antes de enfrentarnos a una situación estresante. Te ayudará a mantener un nivel bajo de ansiedad y a perder el miedo a ciertas situaciones. Tienes que intentar tener tiempo regularmente para estar solo con tus pensamientos y sentimientos. Debes aprender a disfrutar de tu propia compañía y hacer aquello que te hace disfrutar.
2. Vive el momento (Carpe diem)
Carpe diem es una locución latina que literalmente significa toma el día, que quiere decir aprovecha el momento, en el sentido de no malgastarlo. Fue acuñada por el poeta romano Horacio (Odas. I, 11): Carpe diem, quam minimum credula postero"("Aprovecha el día, no confíes en el mañana"). Esto, en el día de hoy, podría equivaler a «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último». Para hacer esto, debes darte cuenta de la belleza de cada momento y de tus actividades del día a día. Es un acto en el que tienes que ser consciente. Por ello, requiere tu participación, no solo observar, obtendrás una vida más valiosa y más plena. Esta es tu vida, ¡vívela!
2. Practica deporte regularmente
Sí, ya lo sé, no te estoy descubriendo nada nuevo para ti. Ya sabes que el deporte es bueno para mejorar tu salud. Pero no solamente para el bienestar físico: practicar ejercicio físico con regularidad te aportará innumerables beneficios psicológicos que no puedes pasar por alto. No solo conseguirás la liberación de endorfinas que ayudarán a mejorar tu estado de ánimo, sino que también el hecho de verte mejor, más saludable y con más energía te hará tener más seguridad en ti mismo, algo que vas a notar en tu actitud en el día a día. El deporte no es solo una forma de poder conseguir un bienestar físico, sino que también es una buena manera de que logres una mejor salud mental.
4. Actúa y piensa positivamente
Ser positivo es eficaz para afrontar tus dificultades. Si centras tu atención en lo que tienes en lugar de en lo que te falta, piensas positivamente. Pensar de manera optimista y decirte: "Yo soy capaz...yo puedo..." será el punto de arranque de un comportamiento positivo. Pensar de un modo positivo por sí solo no te solucionará la vida. Pensar en positivo no es creer que todo se va a solucionar sin que hagamos nada. Pensar de un modo positivo es movilizarse, es actuar. Pensar en positivo es ver qué hay que hacer para solucionar los problemas o superar las adversidades.
5. Toma decisiones
No tengas miedo a decidir. Valora las alternativas que tengas delante y decídete por aquella que consideres mejor. Y ahora me dirás: Miguel A., ¿y si me equivoco? Pues habrás aprendido. Desde luego, si te quedas paralizado por la duda, no avanzarás. La mejor decisión será tomar la decisión.
Al tomar decisiones en la vida, unas veces ganas y otras aprendes. Así pues, valora de qué te sirve rumiar el problema de la ansiedad y preguntarte una y otra vez por los "¿Y si...?". Trata de pensar en aquello que harías si no tuvieras miedo a tener ansiedad, y ponte a ello.
6. Las cosas no son lo importante, lo importante son las experiencias
Invierte en experiencias, no en objetos. Ve a conciertos, películas, restaurantes, viaja, todo esto te dará la oportunidad de hacer cosas con otros, o de contárselo después a otros. Según confirman los investigadores en la publicación Psychological Science, "comprar experiencias tiende a proporcionar una felicidad más duradera que comprar cosas". "Hacer cosas, no comprar cosas", así es como puedes lograr que tu dinero tenga más valor.
7. Al final se trata de vivir la vida a tope
Como decía John Lennon, "la vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes." Pues sí, esto es un error que cometemos los humanos con excesiva frecuencia. Se trata de vivir cada momento con los cinco sentidos, y dejar de anticipar continuamente los problemas que se nos avecinan en el futuro. Estar plenamente en el presente, en este momento.
Ya sabemos que el cerebro no es multitarea. Solo podemos concentrarnos en una cosa a la vez. Y si no lo hacemos, si intentamos estar en varios lugares al mismo tiempo, no seremos eficaces. Disfruta de cada momento como si fuera el último.
Para terminar quería que vieras este vídeo que hice a modo de resumen.