Muchas son las mujeres que han leído o curioseado las 50 sombras. Ha sido una verdadera revolución de la fantasía sexual. Miles de mujeres queriendo ser las protagonistas del libro y tener un Christian Grey en sus casas. Y muchas son las mujeres que tímidamente preguntan en la consulta que si lo que han leído, y que además les ha excitado, es correcto imitarlo o no. Mujeres que no han disfrutado del sexo de forma plena, tal y como se describe en el libro, encuentran que podría ser la solución para sentirse igual de satisfechas. No solo leen ellas el libro, sino que están deseando que sus parejas lo lean y se aprendan el papel del protagonista de memoria.
Ahora se estrena la peli. Así que imagino que las dudas y las preguntas sobre si imitar o no lo visto serán mayores.
Qué se puede aceptar del libro o de la película:
Qué deberíamos evitar:
Utiliza el libro y la película para enriquecer tu vida en pareja o tu sexualidad. No permitas que nadie practique contigo lo que no te gusta o no deseas probar.
Ahora se estrena la peli. Así que imagino que las dudas y las preguntas sobre si imitar o no lo visto serán mayores.
Qué se puede aceptar del libro o de la película:
- La idea de que del sexo se puede disfrutar y mucho. Disfrutar no significa tener relaciones de sumisión, sino que uno puede explorar, cambiar de postura o introducir elementos en el juego sexual que convierta la relación en algo más seductor y atractivo. El libro habla de seducción, cortejo, sorpresas, atracción, glamour, velas, tener tiempo para la pareja, baños relajantes de espuma, deseo. Todos estos conceptos llevan a la mujer a la excitación.
- El sexo sumiso no está ni bien ni mal. Depende de si a ti te apetece probarlo, de si tu pareja comparte el mismo gusto y de establecer una serie de límites para que produzca placer y no olor.
- Abrir la mente a nuevas experiencias. El libro y la película permiten fantasear con tipos de relaciones sexuales que la gente entiende como prohibidos. Y lo prohibido es atractivo. El libro lo presenta como algo que sí se puede hacer y explorar, y eso normaliza la idea de fantasear con cosas diferentes.
Qué deberíamos evitar:
- El control. No es nada atractivo que tu pareja controle lo que comes, lo que te pones, lo que haces, incluso tus horas de sueño. Ningún hombre ni ninguna mujer debería dejarse someter al control de otra persona. Muchas parejas jóvenes hoy en día entienden los celos como una muestra de amor. Y esto es una grave equivocación. Los celos son una conducta limitante que impide que cada uno se comporte con libertad y normalidad. Los celos son fruto de la inseguridad de la persona o de la idea de posesión, pero nunca del amor.
- La idea de que el sexo solo se asocie a la conducta sumisa, incluso se inflija dolor. Jugar a esposarte, taparte los ojos, el spanking (el uso controlado de las palmadas suaves en las nalgas) pueden estar genial siempre que sea algo consensuado. Muchas personas encuentran erótico la idea de ser dominados sexualmente, pero siempre que se sepa delimitar qué es un juego sexual y qué es la vida y convivencia fuera de este juego. Querer ser dominado en el sexo no es sinónimo de querer serlo en la vida cotidiana.
- La imagen de coches de lujo, hombre de sonrisa perfecta, helicópteros, mansiones y ser inmensamente rico. Debemos desechar de una vez por todas la idea de hombre rico-hombre atractivo. A todos nos gusta disfrutar de unas buenas vacaciones relajadas y cenar a la luz de las velas. Pero si se potencia la idea de hombre rico-hombre atractivo, las mujeres seguirán buscando a alguien que las mantenga en lugar de alguien interesante del que enamorarse.
- La idea de que para disfrutar de un sexo perfecto hay que ser guapo y atractivo. Todos somos perfectos, con nuestros kilos demás, con los pelos despeinados, levantándonos sin maquillar.
Utiliza el libro y la película para enriquecer tu vida en pareja o tu sexualidad. No permitas que nadie practique contigo lo que no te gusta o no deseas probar.