Hoy nos enteramos, aunque Jordi Évole ya había adelantado algo a propósito de las vicisitudes previas a la emisión del programa Salvados del pasado domingo, que la capitán Zaida Cantera hubo de pedir al periodista de La Sexta que la difusión de su caso se pospusiera ante la presión ejercida por sus superiores. Se trataba, en este caso caso, de la amenaza de un expediente disciplinario por la vía de urgencia que podría afectar a la militar agredida y acosada (sexual y laboralmente) por un teniente coronel.
También hemos sabido que el equipo de producción del programa tuvo un encuentro en el Ministerio de Defensa al objeto de entrevistar a su titular, el señor Morenés, y/o al Jefe del Alto Estado Mayor, sin que finalmente fuera posible esa interviú, alegando el ministro que se trataba de un "caso cerrado". El equipo de Salvados le informó de que parte del documental giraba en torno a la postura del ministro en todo este caso -al que la capitán denuncia en Salvados por "no haber movido un dedo"- y que creían conveniente que éste mostrara su opinión, aunque fuera únicamente para trasmitir que se trata de un "caso cerrado".
Sí lamentó Morenés que la militar Cantera hubiese pedido la salida voluntaria del Ejército, pues le constaba que era "una gran profesional" y sería una gran pérdida para las Fuerzas Armadas. Me parece un alarde de cinismo soberano hacer esa declaración, pues casos como el sufrido por Zaida Cantero no sólo no están cerrados, sino que -tal como la capitán manifestó- se siguen dando y se silencian, o los silencian las propias afectadas ante la posibilidad de poner en riesgo su carrera, tal como le ha ocurrido a Cantero.
Así que ya lo sabe el señor ministro de Defensa: si quiere que no se sigan produciendo grandes pérdidas en las Fuerzas Armadas como la de Zaida, no den por cerrado lo que ocurre y que se ha pretendido ocultar con tantas presiones como las sufridas por quien, siendo una gran profesional, denunció a un superior por un triple atentado contra su dignidad como mujer, militar y ciudadana.
Que Zaida Cantera se vea obligada a dejar el Ejército -como consecuencia de su caso y las penalidades soportadas- no solo sería una gran pérdida, sino una gran vergüenza para el titular del Ministerio de Defensa, que ha querido subrayarla con un alarde de bochornoso cinismo. Quien sobra en el Ejército, Morenés, es el acosador, no la acosada.
También hemos sabido que el equipo de producción del programa tuvo un encuentro en el Ministerio de Defensa al objeto de entrevistar a su titular, el señor Morenés, y/o al Jefe del Alto Estado Mayor, sin que finalmente fuera posible esa interviú, alegando el ministro que se trataba de un "caso cerrado". El equipo de Salvados le informó de que parte del documental giraba en torno a la postura del ministro en todo este caso -al que la capitán denuncia en Salvados por "no haber movido un dedo"- y que creían conveniente que éste mostrara su opinión, aunque fuera únicamente para trasmitir que se trata de un "caso cerrado".
Sí lamentó Morenés que la militar Cantera hubiese pedido la salida voluntaria del Ejército, pues le constaba que era "una gran profesional" y sería una gran pérdida para las Fuerzas Armadas. Me parece un alarde de cinismo soberano hacer esa declaración, pues casos como el sufrido por Zaida Cantero no sólo no están cerrados, sino que -tal como la capitán manifestó- se siguen dando y se silencian, o los silencian las propias afectadas ante la posibilidad de poner en riesgo su carrera, tal como le ha ocurrido a Cantero.
Así que ya lo sabe el señor ministro de Defensa: si quiere que no se sigan produciendo grandes pérdidas en las Fuerzas Armadas como la de Zaida, no den por cerrado lo que ocurre y que se ha pretendido ocultar con tantas presiones como las sufridas por quien, siendo una gran profesional, denunció a un superior por un triple atentado contra su dignidad como mujer, militar y ciudadana.
Que Zaida Cantera se vea obligada a dejar el Ejército -como consecuencia de su caso y las penalidades soportadas- no solo sería una gran pérdida, sino una gran vergüenza para el titular del Ministerio de Defensa, que ha querido subrayarla con un alarde de bochornoso cinismo. Quien sobra en el Ejército, Morenés, es el acosador, no la acosada.