Queridos amigos. Pongámonos en pie en señal de respeto, vamos a hablar de Dios, también conocido por todo lector de novela negra que se precie como Sam Spade, sencillamente el mejor personaje de la historia de la literatura negra y criminal de todos los tiempos.
El grandísimo Hammett solo tuvo a bien regalarnos una novela de Spade, la impagable "El halcón maltes" y tres relatos breves absolutamente indispensables: Solo pueden colgarte una vez, Un tal Samuel Spade y Demasiados han vivido. Todos habríamos deseado mil o dos mil entregas más para no leer otra cosa a lo largo de nuestra vida, pero estas cuatro fueron más que suficientes para elevar a los altares a San Samuel Spade y encabezar el podio olímpico de la novela negra para la noche de los tiempos, junto con Philip Marlowe y Lew Archer. Al fin y al cabo, todos los escritores de novela negra han (hemos) intentado imitarle a lo largo de décadas, evidentemente sin éxito alguno. Es como si uno quiere emular a Michael Jordan, Francis Ford Coppola o Picasso: el fracaso está más que asegurado.
Spade es listo, inteligente, valiente, mordaz, solitario, perspicaz, descreído, chulo, arrogante, desleal, duro, irónico, terco, desconfiado, mezquino, sin escrúpulos. Sam Spade es, en definitiva, un autentico hijo de la gran puta. Pero ojo, es nuestro hijo de la gran puta. Y como no podía ser de otra manera, le gusta mucho comer. "Sam Spade que estás en los cielos, santificado sea tu nombre..."Amén.
 
 
MUNICIÓN
- 8 manitas de cerdo
- 1 cebolla
- 2 clavos
- 2 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- Pimienta negra en grano
- Para el escabeche
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 1 taza de vinagre
- Orégano
PRÁCTICAS DE TIRO
Lavamos y limpiamos bien las manitas y las cortamos por la mitad. Las ponemos en una cazuela con la cebolla partida por la mitad y los clavos de olor pinchados en ellas, mas los dos dientes de ajo, diez granos de pimienta, el laurel y una pizca de sal. Lo cubrimos todo con agua y cocemos durante una hora y media a fuego lento. Pasado ese tiempo, escurrimos bien las manitas, colamos el caldo y lo reservamos.
Para hacer el escabeche, freímos los ajos y la cebolla previamente troceados en cuatro cucharadas de aceite. Añadimos el caldo de la cocción de las manitas, el vinagre, el orégano y sal y pimienta al gusto. Llevamos a ebullición y, después de diez minutos, retiramos la cazuela del fuego. Volcamos el escabeche en algún recipiente que podamos introducir en el frigorífico.
Introducimos las manitas en el recipiente junto con el escabeche. Dejamos enfriar el contenido y lo introducimos en la nevera durante 24 horas. Comer pasado ese tiempo en el que las manitas ya habrán absorbido todos los sabores. Es uno de esos platos que pasan a tu memoria gustativa para el resto de tu vida. O como diría, Jesulín: Im-presionante.
PARA BEBER
"Cycles Gladiator", un Syrah californiano que le va a este plato como anillo al dedo.
PARA ESCUCHAR
Charlie Parker. The Cole Porter Songbook. Ponerlo a toda leche.
PARA LEER
El halcón maltes. Dashiell Hammett.
_________________________________________________________________
J.L. Rod es guionista y escritor de novela negra. Autor de "La suerte de los irlandeses", la novela negra mas vendida en la historia de Amazon en España, con mas de 50.000 ejemplares descargados por los lectores. Acaba de publicar "Señales de humo", un delicioso e inolvidable recorrido gastronómico y criminal por lo mejor de la Novela Negra, a través del amor a la cocina de sus personajes más inolvidables.