La larga oscuridad de los días, el frío que sin pudor se mete hasta lo más profundo de la masa ósea, los témpanos de mucosidad helada cayendo por las fosas nasales... de todo ello nos podemos ir despidiendo, porque... ¡Ya es primavera! Y con la nueva estación, las flores, los campos, los días, la energía y los cuerpos, despiertan del letargo invernal con fuerzas renovadas. Es en esta época del año, cuando la sensación de resurgir, de renacer, está a flor de piel, y para aprovecharla al máximo, os proponemos esta secuencia de posturas de yoga revitalizantes.
1-. PARA ENTRAR EN CALOR: podemos empezar con el Surya Namaskar, también conocido como el Saludo al sol. Empezamos despacio, otorgando tiempo al cuerpo para estirarse suavemente. Poco a poco, iremos aumentando, progresivamente, la velocidad y la respiración, hasta donde nos resulte cómodo, sabiendo que nuestro objetivo es entrar en calor y tomar conciencia corporal. Podemos hacer entre 5 y 6 vueltas de toda la secuencia de posturas.
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2-. PARA MOVILIZAR Y ESTIRAR LA COLUMNA: el frío del invierno nos deja el cuerpo medio entumecido, con las articulaciones y los músculos contraídos. Os proponemos estas dos posturas de torsión para darle flexibilidad a la columna, a la vez que aportan un agradable masaje abdominal a los órganos internos: Vakrasana o Ardha matsyendrasana.
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3-. PARA EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA CORPORAL: nada mejor que las posturas de equilibrio para conseguir abrir la conciencia hacia el cuerpo, que tan adormilado y tapado ha estado durante los últimos meses. Lo conseguiremos con: Varksasana, Virabhadrasana, Garudasana.
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4-. PARA PURIFICARNOS Y ELIMINAR TOXINAS: con la luz entrando a raudales en nuestro cuerpo y la fuerza de la primavera impulsando nuestra energía vital, nada mejor que las aperturas para lograr estimular el aparato urinario y los pulmones, por medio de la práctica de Ustrasana, Dhanurasana y Bhujangasana.
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Practicando esta secuencia de posturas durante las próximas semanas, podremos sentir ese resurgir de la oscuridad a la luminosidad en nuestro cuerpo y nuestra mente. Recordad que la práctica constante y habitual es la que nos ofrecerá los beneficios máximos del yoga.
Namaste.
1-. PARA ENTRAR EN CALOR: podemos empezar con el Surya Namaskar, también conocido como el Saludo al sol. Empezamos despacio, otorgando tiempo al cuerpo para estirarse suavemente. Poco a poco, iremos aumentando, progresivamente, la velocidad y la respiración, hasta donde nos resulte cómodo, sabiendo que nuestro objetivo es entrar en calor y tomar conciencia corporal. Podemos hacer entre 5 y 6 vueltas de toda la secuencia de posturas.
2-. PARA MOVILIZAR Y ESTIRAR LA COLUMNA: el frío del invierno nos deja el cuerpo medio entumecido, con las articulaciones y los músculos contraídos. Os proponemos estas dos posturas de torsión para darle flexibilidad a la columna, a la vez que aportan un agradable masaje abdominal a los órganos internos: Vakrasana o Ardha matsyendrasana.
3-. PARA EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA CORPORAL: nada mejor que las posturas de equilibrio para conseguir abrir la conciencia hacia el cuerpo, que tan adormilado y tapado ha estado durante los últimos meses. Lo conseguiremos con: Varksasana, Virabhadrasana, Garudasana.
4-. PARA PURIFICARNOS Y ELIMINAR TOXINAS: con la luz entrando a raudales en nuestro cuerpo y la fuerza de la primavera impulsando nuestra energía vital, nada mejor que las aperturas para lograr estimular el aparato urinario y los pulmones, por medio de la práctica de Ustrasana, Dhanurasana y Bhujangasana.
Practicando esta secuencia de posturas durante las próximas semanas, podremos sentir ese resurgir de la oscuridad a la luminosidad en nuestro cuerpo y nuestra mente. Recordad que la práctica constante y habitual es la que nos ofrecerá los beneficios máximos del yoga.
Namaste.