CDO no es un nuevo gadget de Apple, es algo todavía mejor. Un universo donde viven los iWatch, iPad, iPod, iPhone... y ¿me atrevo a decir que el CDO es todavía mejor? Pues así es, por lo menos para los que nos dedicamos a la Gestión del Diseño.
La semana pasada, en un comunicado a sus empleados, Tim Cook (CEO de Apple) anunciaba que Sir Jonathan Ive, el diseñador de la casa, ascendía un peldaño a un cargo que él mismo estrena: el de Chief Design Officer (CDO). Hablamos de Apple y de Diseño, omg, son palabras mayores, y es tentador hablar de Ive, y todo lo que ha diseñado para Apple, que se puede resumir en, ejem: todo.
Pero olvidemos a Apple por un momento, porque lo que resulta especialmente interesante de la noticia es el cargo de CDO. Chief Design Officer, un cargo que suena parecido al Chief Executive Officer, el CEO: el que manda. Y que efectivamente evidencia que los diseñadores cada vez mandamos más, cada vez estamos más cerca de la Sala de Juntas, de los lugares donde se toman las decisiones estratégicas sobre el modelo de negocio.
El CDO es el encargado de tomar todas las decisiones que tienen que ver con el Diseño dentro de una empresa. No es una figura que haya inventado Apple, pero sí pone de manifiesto su importancia, y le da la publicidad y un buen impulso a un cargo que resulta cada vez más útil en empresas de todo tipo y condición.
Porque toda empresa que contrata Diseño, crece; esa sería una de las conclusiones, por lo menos, del Danish Design Center, que ha elaborado una metáfora muy interesante al respecto; la Escalera de Diseño. A través de diferentes estudios y encuestas a empresas, determinan cuatro peldaños en los que toda empresa se emplaza, en función de su relación con el Diseño. Y de esta manera miden el impacto que el Diseño tiene en las estrategias (y beneficios) de diferentes empresas. Los escalones son:
1er escalón: las empresas que no contratan Diseño.
2º escalón: empresas que contratan Diseño de una forma estética, digamos; únicamente contratan a un diseñador para realizar el logotipo o la página web.
3er escalón: empresas que contratan Diseño como parte de un proceso para generar un producto o servicio.
4º escalón: empresas que incorporan el Diseño de forma estratégica. El diseñador trabaja desde la empresa en el modelado total o parcial del negocio.
La figura del CDO está, desde luego, asentada en el cuarto escalón. Lo asombroso es cómo esta figura y los escalones superiores de la Escalera están demostrando su eficacia, su retorno sobre la inversión, en empresas que no se dedican exclusivamente al Diseño. Por eso, la insistencia en no hablar de Apple, para que no parezca que es algo exclusivo de super-mega empresas con el Diseño tan interiorizado en su ADN. La Escalera de Diseño muestra cómo cuanto más alto es el peldaño, cuanto más uso se hace del Diseño, mayores son los beneficios económicos.
Todas las empresas necesitan Diseño: las hace visibles, las diferencia de su competencia y, en muchos casos, aporta un valor añadido. Desde hace muchos años, los diseñadores ayudamos a conferir ese valor añadido a las empresas, sus servicios y productos. Esa es la nueva clave, la que hace subir peldaños en esa escalera: conferir valor. Detectar, mejorar y crear valor, a través del Diseño. No es con Diseño, ni de Diseño; sino a través del Diseño y desde la empresa. Empresas que cada vez se acercan más a nosotros no únicamente para mejorar sus vectores de visibilidad, sino para crecer; aunque en ese crecimiento se revisan los vectores de visibilidad (logo, web, packaging...).
Cuatro escalones que las empresas van subiendo (a la vez que sus beneficios), poco a poco, paso a paso, peldaño a peldaño. Que cunda el, ejem, iEjemplo.