¿Qué lleva a un español afincado en Noruega a implicarse de tal modo en política que acaba siendo candidato a alcalde en un municipio de casi 30.000 habitantes? No pocas veces me he hecho esta pregunta en los últimos meses. Y la respuesta la tengo clara: seguramente lo mismo que mueve a muchos de los que se involucran en política en España. No es ganar mucho dinero o tener una posición. No. Los que buscan eso constituyen la minoría que vemos en los medios involucrada en casos de corrupción. La mayoría buscamos hacer realidad un ideal de sociedad que cada uno considera el mejor para sus conciudadanos. Ni más, ni menos.
Llegué a Noruega en 1996. A mí no se me puede incluir en el grupo de la "movilidad exterior" de la ministra Báñez. Yo me vine por amor. Y este país me acogió, me dio derechos y deberes y me abrió la posibilidad de realizar un proyecto de futuro.
Para mí, la afiliación en Sosialistisk Venstreparti (Partido de Izquierda Socialista) fue una consecuencia lógica de un proceso de implicación política creciente. Temas que han formado parte de mi pensamiento político toda mi vida, como la justicia social, el feminismo, la ecología, la escuela o la igualdad, son centrales en el programa de este partido. Me afilié y, poco a poco, fui entrando más activamente en la vida del partido.
En las últimas elecciones municipales fui el número dos de la lista. Tuvimos un mal resultado y en este periodo sólo hemos tenido una representante en el concejo municipal. Yo he sido su suplente, y además he sido miembro del comité que ejerce el contro político de la escuela, las guarderías, la sanidad y los servicios sociales.
En febrero de este año, mis compañeros del comité local me nominaron como candidato a la alcaldía del municipio en el que vivo, Askøy, a las afueras de Bergen. Para mí, esto fue un honor y una responsabilidad. Espero no defraudarlos y ayudar a conseguir un buen resultado para nuestro partido en las elecciones que se celebrarán en septiembre. En los puestos justo detrás en la lista vienen las dos mujeres que encabezaron la lista en las dos elecciones anteriores. Como os podéis imaginar por el resultado, el proceso de nominación careció de cualquier forma de dramatismo o confrontación. El bien del proyecto del partido y las circunstancias personales de los candidatos fueron los elementos determinantes.
Me propongo, a lo largo de una serie de entradas en este blog, dar una idea de cómo son unas elecciones municipales en Noruega vistas desde dentro. Os explicaré mis preocupaciones, nuestro programa, cómo se desarrolla la campaña electoral y el proceso electoral. Habrá algunas similitudes con el proceso español y, seguro, muchas diferencias. Es otra de forma de concebir la política y la sociedad, muy distinta de la española, con sus ventajas y sus inconvenientes. Quiero hacer un dibujo de trazo lo más fino posible de esta realidad. Espero que os interese y os haga reflexionar y, por qué no, abra líneas de debate.
Para hacer este blog más vivo, intentaré responder a las cuestiones que más os interesen o os llamen la atención. Sería interesante que en los comentarios me hicierais sugerencias de temas que puedo tratar en entradas posteriores.
Llegué a Noruega en 1996. A mí no se me puede incluir en el grupo de la "movilidad exterior" de la ministra Báñez. Yo me vine por amor. Y este país me acogió, me dio derechos y deberes y me abrió la posibilidad de realizar un proyecto de futuro.
Para mí, la afiliación en Sosialistisk Venstreparti (Partido de Izquierda Socialista) fue una consecuencia lógica de un proceso de implicación política creciente. Temas que han formado parte de mi pensamiento político toda mi vida, como la justicia social, el feminismo, la ecología, la escuela o la igualdad, son centrales en el programa de este partido. Me afilié y, poco a poco, fui entrando más activamente en la vida del partido.
En las últimas elecciones municipales fui el número dos de la lista. Tuvimos un mal resultado y en este periodo sólo hemos tenido una representante en el concejo municipal. Yo he sido su suplente, y además he sido miembro del comité que ejerce el contro político de la escuela, las guarderías, la sanidad y los servicios sociales.
En febrero de este año, mis compañeros del comité local me nominaron como candidato a la alcaldía del municipio en el que vivo, Askøy, a las afueras de Bergen. Para mí, esto fue un honor y una responsabilidad. Espero no defraudarlos y ayudar a conseguir un buen resultado para nuestro partido en las elecciones que se celebrarán en septiembre. En los puestos justo detrás en la lista vienen las dos mujeres que encabezaron la lista en las dos elecciones anteriores. Como os podéis imaginar por el resultado, el proceso de nominación careció de cualquier forma de dramatismo o confrontación. El bien del proyecto del partido y las circunstancias personales de los candidatos fueron los elementos determinantes.
Me propongo, a lo largo de una serie de entradas en este blog, dar una idea de cómo son unas elecciones municipales en Noruega vistas desde dentro. Os explicaré mis preocupaciones, nuestro programa, cómo se desarrolla la campaña electoral y el proceso electoral. Habrá algunas similitudes con el proceso español y, seguro, muchas diferencias. Es otra de forma de concebir la política y la sociedad, muy distinta de la española, con sus ventajas y sus inconvenientes. Quiero hacer un dibujo de trazo lo más fino posible de esta realidad. Espero que os interese y os haga reflexionar y, por qué no, abra líneas de debate.
Para hacer este blog más vivo, intentaré responder a las cuestiones que más os interesen o os llamen la atención. Sería interesante que en los comentarios me hicierais sugerencias de temas que puedo tratar en entradas posteriores.