El viaje oficial de los duques de Sussex a Australia, Nueva Zelanda, Tonga y Fiji llevó este jueves al príncipe Enrique y a Meghan Markle hasta la australiana playa de Bondi Beach.
La pareja, que está esperando su primer hijo, disfrutó de un evento desenfadado. La exactriz lució un vesido de Martin Grant con rayas marrones, blancas y verdes largo hasta los pies.
Los más observadores se dieron cuenta de un detalle muy español cuando se recogió el bajo del vestido para bajar unos escalones: llevaba unas alpargatas con cuña de la firma Castañer.
Según la revista ¡Hola! se trata de un par de unos 90 euros en lona negra. Al llegar a la arena de la playa se las quitó, algo que va contra el protocolo de la Casa Real británica, cuyos miembros no pueden descalzarse en público.