Ayer a las 13:06 podría haberse llegado a un acuerdo sobre las medidas que deben tomarse; un acuerdo que justificara nuestras firmes convicciones sobre las negociaciones en torno a un nuevo programa de ayuda a Grecia. Para ello, Grecia debe crear en los próximos días las condiciones necesarias mediante resoluciones parlamentarias.
EL principal objetivo de Alemania en estas complicadas negociaciones era, y sigue siendo, mantener a Europa unida. Las consecuencias del fracaso serían incalculables para todos. El Partido Social Demócrata (SPD) lo tiene muy claro, sólo con Francia puede haber una solución; sólo sacaremos Europa adelante con creencias compartidas y aunando fuerzas. Dentro del Gobierno Federal siempre hemos dejado claro a la socialdemocracia que para nosotros tan sólo era y es posible una solución conjunta entre Alemania y Francia.
Por eso mismo, hemos hecho todo lo posible para que Alemania y Francia colaboren y para que no surja ninguna grieta en la eurozona, en la que grupos individuales de Estados miembros se enfrenten entre ellos. Ese habría sido el mayor perjuicio para Europa, y habría ocurrido si nosotros no hubiéramos podido superar nuestras diferencias en la última noche del plazo. El objetivo es la permanencia de Grecia en el euro. El hecho de que el lunes por la mañana casi se llegara a un acuerdo se debe principalmente a dos circunstancias. En primer lugar, el gobierno griego ha mostrado su voluntad de compromiso. Las reglas del euro siguen vigentes y serán reconocidas por Grecia.
En segundo lugar, el resto de los países de la eurozona también han mostrado espíritu de compromiso, ya que las medidas acordadas incluyen nuevos elementos, entre los que se encuentra un programa de 35.000 millones de euros de inversión a los fondos europeos, de los cuales mil serán destinados a impulsar el crecimiento con efecto inmediato. Además, 12.500 millones de euros provenientes de los ingresos de privatización deben beneficiar el refuerzo de las inversiones. Grecia debe ahora introducir duras reformas, pero también necesita inversiones rápidas y perceptibles para poder recuperarse económicamente.
Durante el fin de semana se discutió largo y tendido sobre la capacidad de carga de la deuda griega. Como consecuencia, Grecia debe aplicar intensas medidas para poder utilizar los ingresos por privatizaciones. Se va a crear un fondo independiente que será configurado por Grecia y administrado por las autoridades griegas bajo la supervisión de las instituciones europeas.
A estos fondos deben destinarse activos estatales que se espera que produzcan 50.000 millones de euros de ingresos en privatizaciones. De ellos, 25.000 millones serán utilizados para financiar la recapitalización de los bancos, 12.500 millones de euros para mejorar la capacidad de carga de la deuda, y otros 12.500 millones para inversiones.
Estamos de acuerdo en que no puede haber un recorte nominal de la deuda en la eurozona, pues iría en contra de las reglas de la prohibición del rescate. Sin embargo, el Eurogrupo ha acordado que Grecia reciba el alivio de la deuda mediante la extensión de las obligaciones de pago si se lleva a cabo el paquete de medidas. Este también es un elemento importante del acuerdo y nos permite abrigar la esperanza de que lograremos una salida de la espiral deuda-recesión.
Ahora es importante recuperar la confianza perdida. El gobierno griego debe demostrar la credibilidad de los compromisos de reforma. Por lo tanto, un requisito previo al comienzo de las negociaciones es la aprobación de las primeras medidas por parte de Grecia, antes del 15 de julio. Estas incluyen la simplificación del sistema común del IVA y las primeras reformas de las pensiones. Además, el Parlamento griego debe aceptar todo el paquete de medidas que está documentado en la declaración oficial del Eurogrupo.
El primer ministro griego recomendará a su Parlamento la aprobación del paquete de medidas. Esperamos que tenga éxito, a pesar de que el paquete ahora contenga más reformas que el que fue rechazado hace unos días en el referéndum griego. Por eso también es importante que esa noche se observe la comprensión y la voluntad de compromiso del gobierno griego.
En caso de que el parlamento griego apruebe el paquete de medidas, el Bundestag debería reunirse para decidir sobre el inicio de las entonces necesarias negociaciones sobre los detalles del programa de ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM). Nosotros creemos firmemente que la socialdemocracia debería abrir el camino a las negociaciones en estos días tan decisivos para Europa.
Somos conscientes de que para los contribuyentes alemanes y para los miembros del Parlamento alemán no será un paso fácil. Estamos hablando de unas necesidades financieras de un total de entre 82.000 y 85.000 millones de euros en préstamos y garantías en los próximos años. Y, sin embargo, estamos convencidos de que Alemania puede y debe permitirse desempeñar su parte en la contribución a la cohesión de Europa.
Los días venideros no son nada fáciles para ninguno de los involucrados, pero en particular para los ciudadanos griegos, que en los próximos años tendrán que soportar grandes dificultades. No obstante, para Alemania la decisión de conceder más ayuda financiera es también de gran trascendencia.
Una cosa está clara: Europa ha superado una prueba histórica y ha reforzado su unión. Eso nos debería alegrar y dar valor para tomar las próximas decisiones.
Este artículo fue publicado originalmente en SPD.de y en la edición alemana de The Huffington Post, y ha sido traducido del alemán por María Ulzurrun
EL principal objetivo de Alemania en estas complicadas negociaciones era, y sigue siendo, mantener a Europa unida. Las consecuencias del fracaso serían incalculables para todos. El Partido Social Demócrata (SPD) lo tiene muy claro, sólo con Francia puede haber una solución; sólo sacaremos Europa adelante con creencias compartidas y aunando fuerzas. Dentro del Gobierno Federal siempre hemos dejado claro a la socialdemocracia que para nosotros tan sólo era y es posible una solución conjunta entre Alemania y Francia.
Por eso mismo, hemos hecho todo lo posible para que Alemania y Francia colaboren y para que no surja ninguna grieta en la eurozona, en la que grupos individuales de Estados miembros se enfrenten entre ellos. Ese habría sido el mayor perjuicio para Europa, y habría ocurrido si nosotros no hubiéramos podido superar nuestras diferencias en la última noche del plazo. El objetivo es la permanencia de Grecia en el euro. El hecho de que el lunes por la mañana casi se llegara a un acuerdo se debe principalmente a dos circunstancias. En primer lugar, el gobierno griego ha mostrado su voluntad de compromiso. Las reglas del euro siguen vigentes y serán reconocidas por Grecia.
En segundo lugar, el resto de los países de la eurozona también han mostrado espíritu de compromiso, ya que las medidas acordadas incluyen nuevos elementos, entre los que se encuentra un programa de 35.000 millones de euros de inversión a los fondos europeos, de los cuales mil serán destinados a impulsar el crecimiento con efecto inmediato. Además, 12.500 millones de euros provenientes de los ingresos de privatización deben beneficiar el refuerzo de las inversiones. Grecia debe ahora introducir duras reformas, pero también necesita inversiones rápidas y perceptibles para poder recuperarse económicamente.
Durante el fin de semana se discutió largo y tendido sobre la capacidad de carga de la deuda griega. Como consecuencia, Grecia debe aplicar intensas medidas para poder utilizar los ingresos por privatizaciones. Se va a crear un fondo independiente que será configurado por Grecia y administrado por las autoridades griegas bajo la supervisión de las instituciones europeas.
A estos fondos deben destinarse activos estatales que se espera que produzcan 50.000 millones de euros de ingresos en privatizaciones. De ellos, 25.000 millones serán utilizados para financiar la recapitalización de los bancos, 12.500 millones de euros para mejorar la capacidad de carga de la deuda, y otros 12.500 millones para inversiones.
Estamos de acuerdo en que no puede haber un recorte nominal de la deuda en la eurozona, pues iría en contra de las reglas de la prohibición del rescate. Sin embargo, el Eurogrupo ha acordado que Grecia reciba el alivio de la deuda mediante la extensión de las obligaciones de pago si se lleva a cabo el paquete de medidas. Este también es un elemento importante del acuerdo y nos permite abrigar la esperanza de que lograremos una salida de la espiral deuda-recesión.
Ahora es importante recuperar la confianza perdida. El gobierno griego debe demostrar la credibilidad de los compromisos de reforma. Por lo tanto, un requisito previo al comienzo de las negociaciones es la aprobación de las primeras medidas por parte de Grecia, antes del 15 de julio. Estas incluyen la simplificación del sistema común del IVA y las primeras reformas de las pensiones. Además, el Parlamento griego debe aceptar todo el paquete de medidas que está documentado en la declaración oficial del Eurogrupo.
El primer ministro griego recomendará a su Parlamento la aprobación del paquete de medidas. Esperamos que tenga éxito, a pesar de que el paquete ahora contenga más reformas que el que fue rechazado hace unos días en el referéndum griego. Por eso también es importante que esa noche se observe la comprensión y la voluntad de compromiso del gobierno griego.
En caso de que el parlamento griego apruebe el paquete de medidas, el Bundestag debería reunirse para decidir sobre el inicio de las entonces necesarias negociaciones sobre los detalles del programa de ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM). Nosotros creemos firmemente que la socialdemocracia debería abrir el camino a las negociaciones en estos días tan decisivos para Europa.
Somos conscientes de que para los contribuyentes alemanes y para los miembros del Parlamento alemán no será un paso fácil. Estamos hablando de unas necesidades financieras de un total de entre 82.000 y 85.000 millones de euros en préstamos y garantías en los próximos años. Y, sin embargo, estamos convencidos de que Alemania puede y debe permitirse desempeñar su parte en la contribución a la cohesión de Europa.
Los días venideros no son nada fáciles para ninguno de los involucrados, pero en particular para los ciudadanos griegos, que en los próximos años tendrán que soportar grandes dificultades. No obstante, para Alemania la decisión de conceder más ayuda financiera es también de gran trascendencia.
Una cosa está clara: Europa ha superado una prueba histórica y ha reforzado su unión. Eso nos debería alegrar y dar valor para tomar las próximas decisiones.
Este artículo fue publicado originalmente en SPD.de y en la edición alemana de The Huffington Post, y ha sido traducido del alemán por María Ulzurrun