Por supuesto, también nos gustan las ciudades grandes y muy animadas. Pero aún hay mucho que decir sobre las ciudades pequeñas, allí donde la vida se mueve más despacio, las tradiciones se dejan ver por todas partes y las personas aún se detienen a saludar. Desde el norte de África hasta Nueva Zelanda, aquí tienes algunos de los pequeños lugares más encantadores de todo el mundo.
Sidi Bou Said, Túnez. Vista panorámica.
Esta bohemia aldea norteafricana es un destino vacacional popular entre los tunecinos más pudientes. Los paisajes recuerdan a las islas griegas con sus edificios de encalado blanco y sus molduras de azul intenso.
Bled, Eslovenia. Vista panorámica.
No, ese no es el castillo de la Cenicienta. Es un sitio real situado en los Alpes eslovenos, cerca de Austria. El icónico Castillo de Bled, que data del año 1011, sirve ahora como museo, restaurante y vinoteca, con vistas a un lago de hielo.
Cua Van, Vietnam. Vista panorámica.
A seis horas de Hanói, en la Bahía de Ha Long, esta aldea flotante de pescadores con una población de 700 habitantes es algo increíble, por sus aguas verde azulado, sus coloridas casas flotantes, sus colinas de piedra caliza y sus calles serpenteantes.
Franschhoek, Sudáfrica. Vista panorámica.
La capital vinícola de Sudáfrica, Franschoek reposa a 75 kilómetros de Ciudad del Cabo. Debido a la influencia de los viñedos holandeses, esta ciudad es un productor floreciente de uvas Syrah y Pinotage.
Anneccy, Francia. Vista panorámica.
Mucho París y todo eso, pero esta ciudad al sudeste de Francia es mucho más romántica que darse empujones con los turistas a los pies de la Torre Eiffel.
Guilin, China. Vista panorámica.
Más conocida por su dramático emplazamiento a orillas del Río Li, la ciudad de Guilin tiene su origen en la Dinastía Qin (allá por el 221 a.C., por si no lo sabías). Además de ser un lugar precioso, Guilin ofrece un puñado de celebraciones tradiciones anuales, como el Festival March Song, con flautas de bambú y toros.
Reine, Noruega. Vista panorámica.
Cuidado, tal vez te entren ganas de mudarte a Escandinavia después de ver esta adorable ciudad noruega. Quédate en una pintoresca cabaña y pasa los días pescando, remando en kayak y haciendo hiking; de noche, tal vez tengas suerte y veas el espectáculo de la Aurora Boreal.
Vernazza, Italia. Vista panorámica.
Con sus casas pintadas como con lápices de colores y sus prominentes acantilados, esta joya costera del norte de Italia está pidiendo a gritos que la pases por tu Instagram.
Paros, Grecia. Vista panorámica.
Esta isla griega, menos conocida, está situada entre Míconos y Santorini. Hasta allá donde alcanza la vista, todo lo que verás será mármol blanco y aguas cristalinas.
Queenstown, Nueva Zelanda. Vista panorámica.
Esta ciudad turística de Isla Sur, en Nueva Zelanda, tiene un ritmo lento, paisajes espectaculares y ambiente cosmopolita, todo a la vez. Durante el invierno se transforma en un popular destino de esquí.
Salvador de Bahía, Brasil. Vista panorámica.
En la costa norte de Brasil, Salvador es un foco de cultura afrobrasileña. Edificios vibrantes, sinuosas calles adoquinadas y grandes plazas abiertas que conviven con una línea costera azul cristalino.
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Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Diego Jurado Moruno.
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Sidi Bou Said, Túnez. Vista panorámica.
Esta bohemia aldea norteafricana es un destino vacacional popular entre los tunecinos más pudientes. Los paisajes recuerdan a las islas griegas con sus edificios de encalado blanco y sus molduras de azul intenso.
Bled, Eslovenia. Vista panorámica.
No, ese no es el castillo de la Cenicienta. Es un sitio real situado en los Alpes eslovenos, cerca de Austria. El icónico Castillo de Bled, que data del año 1011, sirve ahora como museo, restaurante y vinoteca, con vistas a un lago de hielo.
Cua Van, Vietnam. Vista panorámica.
A seis horas de Hanói, en la Bahía de Ha Long, esta aldea flotante de pescadores con una población de 700 habitantes es algo increíble, por sus aguas verde azulado, sus coloridas casas flotantes, sus colinas de piedra caliza y sus calles serpenteantes.
Franschhoek, Sudáfrica. Vista panorámica.
La capital vinícola de Sudáfrica, Franschoek reposa a 75 kilómetros de Ciudad del Cabo. Debido a la influencia de los viñedos holandeses, esta ciudad es un productor floreciente de uvas Syrah y Pinotage.
Anneccy, Francia. Vista panorámica.
Mucho París y todo eso, pero esta ciudad al sudeste de Francia es mucho más romántica que darse empujones con los turistas a los pies de la Torre Eiffel.
Guilin, China. Vista panorámica.
Más conocida por su dramático emplazamiento a orillas del Río Li, la ciudad de Guilin tiene su origen en la Dinastía Qin (allá por el 221 a.C., por si no lo sabías). Además de ser un lugar precioso, Guilin ofrece un puñado de celebraciones tradiciones anuales, como el Festival March Song, con flautas de bambú y toros.
Reine, Noruega. Vista panorámica.
Cuidado, tal vez te entren ganas de mudarte a Escandinavia después de ver esta adorable ciudad noruega. Quédate en una pintoresca cabaña y pasa los días pescando, remando en kayak y haciendo hiking; de noche, tal vez tengas suerte y veas el espectáculo de la Aurora Boreal.
Vernazza, Italia. Vista panorámica.
Con sus casas pintadas como con lápices de colores y sus prominentes acantilados, esta joya costera del norte de Italia está pidiendo a gritos que la pases por tu Instagram.
Paros, Grecia. Vista panorámica.
Esta isla griega, menos conocida, está situada entre Míconos y Santorini. Hasta allá donde alcanza la vista, todo lo que verás será mármol blanco y aguas cristalinas.
Queenstown, Nueva Zelanda. Vista panorámica.
Esta ciudad turística de Isla Sur, en Nueva Zelanda, tiene un ritmo lento, paisajes espectaculares y ambiente cosmopolita, todo a la vez. Durante el invierno se transforma en un popular destino de esquí.
Salvador de Bahía, Brasil. Vista panorámica.
En la costa norte de Brasil, Salvador es un foco de cultura afrobrasileña. Edificios vibrantes, sinuosas calles adoquinadas y grandes plazas abiertas que conviven con una línea costera azul cristalino.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Diego Jurado Moruno.
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