Como ya escribí en otra ocasión, hay demasiada información errónea sobre el universo femenino y sus orgasmos. Así que en honor al Día Internacional del Orgasmo Femenino, que se celebró el pasado 8 de agosto, quiero dedicar un minuto a compartir las once verdades más importantes sobre el orgasmo, de las que hablo en mi nuevo libro, O Wow: Discovering Your Ultimate Orgasm.
Verdad nº 1: todos los orgasmos tienen una cosa en común, la intención.
Consisten en examinar a conciencia el cuerpo de una mujer y su funcionamiento. Se trata de prestar atención. De dejar de lado todo lo que ya sabemos y de cambiar de paradigma. No importa cómo funciona el orgasmo masculino. En absoluto. Cuando se trata del orgasmo femenino, lo único que hay que tener en cuenta es a la mujer que lo está teniendo.
Verdad nº 2: de ninguna manera, los orgasmos femeninos deben de ser relegados a un segundo plano.
El clítoris no es un pene atrofiado, como Freud sugirió una vez. El orgasmo vaginal, que a todos los efectos, ni siquiera existe, no es un orgasmo maduro, así como el orgasmo clitoral no es un orgasmo inmaduro, como también afirmó Freud. Los orgasmos pueden emanar de muchas partes del cuerpo de una mujer. Pero el clítoris es un elemento fundamental para el orgasmo. En su mayor parte, para que la magia surja, el clítoris debe ser estimulado, ya sea directa o indirectamente. Esa es la verdad. Freud y todos sus lacayos estaban equivocados, y Betty Dodson y Anne Koedt y todas sus compañeras de lucha tenían razón. Punto.
Verdad nº 3: no existe la manera correcta de llegar al orgasmo.
Para la mayoría de las mujeres, la penetración no juega un papel muy importante a la hora de llegar al orgasmo. Puede dar gustito. Pero es improbable que por sí sola provoque un orgasmo. La única manera correcta de llegar al orgasmo es la que te hace correrte, ya sea que te estimulen el clítoris manualmente mientras te penetran, te pongan un tapón anal, o te hagan sexo oral. Todo vale y todo es bueno.
Verdad nº 4: nunca "tarda demasiado".
Según Betty Dodson, la mujer promedio necesita de veinte a treinta minutos de juego para alcanzar el orgasmo. Ese tiempo depende de un millón de cosas, desde tu ciclo menstrual, a tu pareja o de cómo ha ido tu día. En cualquier caso, tarda lo que tarda, y nadie debería estar mirando al reloj, a menos que tenga mucha prisa. Tu pareja debería estar disfrutando de lo que él o ella está haciendo, tanto como tú disfrutas de que te lo haga. Si ese no es el caso, tenemos otro problema muy diferente.
Verdad nº 5: todo sonido es bueno.
Una gran parte de tener un orgasmo es hacer sonidos. Jadeos, sonidos guturales, gimoteos, gritos. Lo que te salga. Si reprimes estos sonidos, estás parando o, al menos, dificultando tu orgasmo, porque estás dejando el presente y estás escuchando a la voz de tu cabeza decirte: "No hagas ese ruido. Suenas rara" o "Cállate. Alguien te puede oír" (a menos que tu abuela esté en la habitación de al lado. Entonces muerde la almohada, nena).
Verdad nº 6: toda postura es buena.
Tener un orgasmo es como buscar un tesoro. Lo buscas en todas partes posibles sin importar lo extraños que sean los lugares en los que tienes que mirar. La clave es que tú o tu pareja seáis capaces de estimular las partes que quieres que te estimulen. Eso es todo lo que importa. Lo voy a repetir: eso es todo lo que importa. Así que olvídate de lo que dicen las revistas. Olvídate de cómo se te ve. Olvídate de todo, excepto de lo que te gusta.
Verdad nº 7: toda vulva es bonita y única.
El cuerpo de toda mujer es una maravilla. Ocho mil nervios terminan en ese increíble clítoris. Eso es un glorioso milagro. Tenemos que recordar eso cuando empecemos a sentirnos inseguras sobre el aspecto de nuestras vulvas. No importa qué aspecto tenga tu vulva, no le pasa nada malo. Nada. Haz lo que tengas que hacer y enorgullécete de tu coño. Esa es tu prioridad para tener el mejor orgasmo.
Verdad nº 8: toda forma de mover tu cuerpo es buena.
El exceso de porno y las películas con escenas de sexo muy poco realistas nos han dejado ideas muy extrañas sobre cómo debe de ser el sexo. Pero no hay una forma incorrecta de vibrar, bombear, triturar, retorcerse, arquearse, restregarse o de lo que sea que hagas. Esto no es un espectáculo de arte. No importa absolutamente nada lo que parezca, solo importa lo que sientes.
Verdad nº 9: todas las fantasías están permitidas.
Déjame que te lo repita. Todas las fantasías están permitidas. No tienes por qué pensar en la persona con la que estás. Ni siquiera tienes que estar pensando en sexo. No tienes que pensar en nada. Lo que tienes que hacer es dejar que tu mente vaya a donde quiera. Bueno, a donde quiera ir para ponerte a mil. Olvídate de las facturas o de tus complejos. Deja todo eso fuera.
Verdad nº 10: ¡Los orgasmos son buenos para tu salud!
Hay un montón de razones para tener un orgasmo. Si necesitas más, aquí tienes un resumen de los beneficios adicionales del orgasmo. Puede reducir el estrés, el insomnio y la depresión. Te mantiene unido a tu pareja. Puede aliviar el dolor (incluyendo calambres y migrañas), estimular tu mente, hacer que sigas pareciendo joven y puede ser bueno para tu corazón.
Verdad nº 11: Todas las mujeres somos diferentes, muy diferentes.
Esto probablemente no te sorprenda, pero espero que te alivie. Por la forma de nuestros cuerpos, las cosas que activan nuestras mentes, las experiencias e historias que tenemos, todas somos muy diferentes y esas diferencias afectan mucho a nuestras respuestas sexuales. El orgasmo puede ser completamente diferente o exactamente igual de un momento a otro, y de una mujer a otra.
Para conocer más verdades sobre el orgasmo femenino, echa un vistazo a mi nuevo libro, O Wow: Discovering Your Ultimate Orgasm.
Extraído con permiso de O WOW: DISCOVERING YOUR ULTIMATE ORGASM, Cleis Press 2015 © 2015 Jenny Block. Editado por razones de extensión. Reservados todos los derechos.
Este artículo fue publicado originalmente en The World Post, y ha sido traducido del inglés por María Ulzurrun.
Verdad nº 1: todos los orgasmos tienen una cosa en común, la intención.
Consisten en examinar a conciencia el cuerpo de una mujer y su funcionamiento. Se trata de prestar atención. De dejar de lado todo lo que ya sabemos y de cambiar de paradigma. No importa cómo funciona el orgasmo masculino. En absoluto. Cuando se trata del orgasmo femenino, lo único que hay que tener en cuenta es a la mujer que lo está teniendo.
Verdad nº 2: de ninguna manera, los orgasmos femeninos deben de ser relegados a un segundo plano.
El clítoris no es un pene atrofiado, como Freud sugirió una vez. El orgasmo vaginal, que a todos los efectos, ni siquiera existe, no es un orgasmo maduro, así como el orgasmo clitoral no es un orgasmo inmaduro, como también afirmó Freud. Los orgasmos pueden emanar de muchas partes del cuerpo de una mujer. Pero el clítoris es un elemento fundamental para el orgasmo. En su mayor parte, para que la magia surja, el clítoris debe ser estimulado, ya sea directa o indirectamente. Esa es la verdad. Freud y todos sus lacayos estaban equivocados, y Betty Dodson y Anne Koedt y todas sus compañeras de lucha tenían razón. Punto.
Verdad nº 3: no existe la manera correcta de llegar al orgasmo.
Para la mayoría de las mujeres, la penetración no juega un papel muy importante a la hora de llegar al orgasmo. Puede dar gustito. Pero es improbable que por sí sola provoque un orgasmo. La única manera correcta de llegar al orgasmo es la que te hace correrte, ya sea que te estimulen el clítoris manualmente mientras te penetran, te pongan un tapón anal, o te hagan sexo oral. Todo vale y todo es bueno.
Verdad nº 4: nunca "tarda demasiado".
Según Betty Dodson, la mujer promedio necesita de veinte a treinta minutos de juego para alcanzar el orgasmo. Ese tiempo depende de un millón de cosas, desde tu ciclo menstrual, a tu pareja o de cómo ha ido tu día. En cualquier caso, tarda lo que tarda, y nadie debería estar mirando al reloj, a menos que tenga mucha prisa. Tu pareja debería estar disfrutando de lo que él o ella está haciendo, tanto como tú disfrutas de que te lo haga. Si ese no es el caso, tenemos otro problema muy diferente.
Verdad nº 5: todo sonido es bueno.
Una gran parte de tener un orgasmo es hacer sonidos. Jadeos, sonidos guturales, gimoteos, gritos. Lo que te salga. Si reprimes estos sonidos, estás parando o, al menos, dificultando tu orgasmo, porque estás dejando el presente y estás escuchando a la voz de tu cabeza decirte: "No hagas ese ruido. Suenas rara" o "Cállate. Alguien te puede oír" (a menos que tu abuela esté en la habitación de al lado. Entonces muerde la almohada, nena).
Verdad nº 6: toda postura es buena.
Tener un orgasmo es como buscar un tesoro. Lo buscas en todas partes posibles sin importar lo extraños que sean los lugares en los que tienes que mirar. La clave es que tú o tu pareja seáis capaces de estimular las partes que quieres que te estimulen. Eso es todo lo que importa. Lo voy a repetir: eso es todo lo que importa. Así que olvídate de lo que dicen las revistas. Olvídate de cómo se te ve. Olvídate de todo, excepto de lo que te gusta.
Verdad nº 7: toda vulva es bonita y única.
El cuerpo de toda mujer es una maravilla. Ocho mil nervios terminan en ese increíble clítoris. Eso es un glorioso milagro. Tenemos que recordar eso cuando empecemos a sentirnos inseguras sobre el aspecto de nuestras vulvas. No importa qué aspecto tenga tu vulva, no le pasa nada malo. Nada. Haz lo que tengas que hacer y enorgullécete de tu coño. Esa es tu prioridad para tener el mejor orgasmo.
Verdad nº 8: toda forma de mover tu cuerpo es buena.
El exceso de porno y las películas con escenas de sexo muy poco realistas nos han dejado ideas muy extrañas sobre cómo debe de ser el sexo. Pero no hay una forma incorrecta de vibrar, bombear, triturar, retorcerse, arquearse, restregarse o de lo que sea que hagas. Esto no es un espectáculo de arte. No importa absolutamente nada lo que parezca, solo importa lo que sientes.
Verdad nº 9: todas las fantasías están permitidas.
Déjame que te lo repita. Todas las fantasías están permitidas. No tienes por qué pensar en la persona con la que estás. Ni siquiera tienes que estar pensando en sexo. No tienes que pensar en nada. Lo que tienes que hacer es dejar que tu mente vaya a donde quiera. Bueno, a donde quiera ir para ponerte a mil. Olvídate de las facturas o de tus complejos. Deja todo eso fuera.
Verdad nº 10: ¡Los orgasmos son buenos para tu salud!
Hay un montón de razones para tener un orgasmo. Si necesitas más, aquí tienes un resumen de los beneficios adicionales del orgasmo. Puede reducir el estrés, el insomnio y la depresión. Te mantiene unido a tu pareja. Puede aliviar el dolor (incluyendo calambres y migrañas), estimular tu mente, hacer que sigas pareciendo joven y puede ser bueno para tu corazón.
Verdad nº 11: Todas las mujeres somos diferentes, muy diferentes.
Esto probablemente no te sorprenda, pero espero que te alivie. Por la forma de nuestros cuerpos, las cosas que activan nuestras mentes, las experiencias e historias que tenemos, todas somos muy diferentes y esas diferencias afectan mucho a nuestras respuestas sexuales. El orgasmo puede ser completamente diferente o exactamente igual de un momento a otro, y de una mujer a otra.
Para conocer más verdades sobre el orgasmo femenino, echa un vistazo a mi nuevo libro, O Wow: Discovering Your Ultimate Orgasm.
Extraído con permiso de O WOW: DISCOVERING YOUR ULTIMATE ORGASM, Cleis Press 2015 © 2015 Jenny Block. Editado por razones de extensión. Reservados todos los derechos.
Este artículo fue publicado originalmente en The World Post, y ha sido traducido del inglés por María Ulzurrun.