Foto: EFE
En su frenético peregrinaje, la Vuelta deja atrás el caluroso y árido sur para llegar al verde y escarpado norte. El primer bloque de la carrera ha resultado más accidentado de lo previsto, y no ha estado exento de polémicas para todos los gustos que dejan algunas dudas para la reflexión. Si la crono por equipos inicial desataba razonables críticas en parte del pelotón por su innecesaria peligrosidad, no menos dudosa ha resultado la decisión de hacer padecer a los corredores una semana entera (siete jornadas) en Andalucía, en pleno agosto. Igual que a los aficionados, una vez más, en las tediosas autovías, descampados y gasolineras de carretera que nos hacen recordar con nostalgia los prósperos valles y campos franceses, enriquecidos en su naturaleza con la pujante arquitectura que repasa la historia del arte galo, desde los templos religiosas medievales hasta los chateaux renacentistas o las imponentes mansiones del estilo imperio.
La espectacular nómina de participantes que partieron de Puerto Banús se ha visto también mermada, y no sólo por el infortunio, como suele ser habitual. A la dura montonera producida en la octava etapa, que dio como resultado el abandono de dos hombres fuertes para la general, Dani Martin (Cannondale-Garmin) y Tejay van Garderen (BMC) y que aún mantiene en estado grave al belga Kris Boekmans (Lotto-Soudal), se sumaron las pérdidas de Vincenzo Nibali (Astana), expulsado en una dura decisión del jurado técnico en aplicación estricta y sin sutilezas del reglamento por su torpe e inocente trampa efectuada al agarrarse al coche de su equipo, y el abandono de Peter Sagan (Tinkoff), derribado por un motorista inexperto de la organización de la Vuelta, hecho sin duda intolerable que adquirió connotaciones de sainete cuando, además, el corredor terminó multado por su airada actitud tras levantarse magullado y descargar su frustración contra el coche médico y su bicicleta: 200 francos suizos por "injurias, amenazas y atentar contra la imagen del ciclismo". ¡Cuánto engrosarían las arcas de la RFEF si se hiciese lo propio con los futbolistas que, con su actitud, dañan cada fin de semana en los campos de España la imagen del fútbol!
Polémicas a un lado, la primera parte de esta Vuelta deja una interesantísima situación de carrera, con una clasificación general apretada en la que los diez primeros clasificados se sitúan en un marco de menos de dos minutos, ante un espectacular escenario con cuatro finales en alto en los próximos seis días. Si en estas diez primeras jornadas hemos visto más de lo esperado, lo que llega a continuación constituye un mundo incierto plagado de cumbres donde solo los mejores, lo elegidos, podrán dejar su huella y ser recordados como los protagonistas de la semana decisiva en una de las tres grandes vueltas de la temporada 2015.
La alta montaña llega en la jornada de hoy con una demoledora etapa de tan solo 138 km entre Andorra la Vella y la cima de Cortals d'Encamp, pero con seis puertos: cuatro de Primera Categoría y uno de Categoría Especial, con un final por encima de los 2.000 metros de altura. Una etapa reina diseñada por Purito Rodríguez, a quien el hasta hace poco líder, el colombiano Esteban Chaves (Orica), tildaba jocosamente de "loco" por haber propuesto tal sangría. Después de dos jornadas rompepiernas el pelotón llegará al bloque cantábrico, donde se definirá con mayor precisión la clasificación general. La etapa del sábado, con final en Alto Campoo, y las dos jornadas asturianas con finales en Sotres (domingo 6) y Ermita del Alba (lunes 7), se presentan como citas obligadas para los amantes del buen ciclismo, con una sucesión de puertos (veintidós en total) y espectaculares finales inéditos.
Perfil de la etapa 11: Andorra la Vella - Cortals d'Encamp. Fuente: lavuelta.com
La épica de las grandes cumbres reposa siempre sobre los nombres de colosos míticos que resuenan en la memoria colectiva de los aficionados, pero en este caso lo hará en lo desconocido, en la virginidad de los finales que permanecen incólumes y en los que nadie ha inscrito aún su nombre. El Pirineo andorrano, la cordillera Cantábrica, los Picos de Europa y los valles de Quirós aguardan pacientes a los ciclistas que, en los próximos seis días, deberán superar las jornadas más duras de esta Vuelta a España antes de la jornada de descanso y la posterior contrarreloj de Burgos, pero esa será ya otra historia.
De momento, y en medio de la habitual prudencia que caracteriza a los ciclistas, Chris Froome (Sky), vencedor del Tour de Francia, ya ha lanzado su advertencia: "Si sigo así, será difícil que me ganen".
Este post ha sido publicado inicialmente en el blog del autor.