¿Tortilla con cebolla o sin cebolla? ¿Nocilla o Nutella? ¿Cola Cao o Nesquik? Seguro que más de una vez te has enzarzado en alguna de estas infinitas discusiones, defendiendo tu postura con uñas y dientes. Pues bien, ahora que aprieta el calor, es el momento perfecto para abrir un nuevo debate, mucho más refrescante: ¿dónde están las mejores playas, en el Mediterráneo o en el Atlántico? Desde luego, no será por falta de opciones, que para algo vivimos en un país con algunas de las playas más bellas de Europa.
Te traemos argumentos con lo mejor de cada lado, pero la decisión final está en tus manos: abajo del todo encontrarás una encuesta para que votes tu litoral preferido. Y no te pierdas nuestra selección de playas (¡ha sido muy difícil quedarse con solo unas pocas!).
El Mediterráneo
¿Que te entra hambre? Aquí no vas a tener problema en ponerte hasta arriba, porque si algo hay a patadas en las costas de Levante son chiringuitos con “pescaíto” frito.
Si te gusta ir a lo seguro en cuanto al tiempo, aquí lo tendrás más fácil: hay muchos más días de sol y las temperaturas suelen ser más altas, algo que también se nota al meterse en el mar (y si crees que aprieta mucho el calor, tiene fácil arreglo: ¡al agua, patos!).
Precisamente por el punto anterior, tardarás menos en coger color, pero cuidado, lleva bastante protector solar o acabarás como un salmonete.
¿La marea, qué es eso? Pues sí, esto es algo de lo que te podrás olvidar si vas al Mediterráneo (de hecho, este es quizá el choque más importante para quien no ha estado antes allí). Puedes ponerte a hacer el muerto, tirarte en la orilla o dejar la toalla en primera línea de playa, que no corres ningún riesgo (salvo ganarte el odio de los demás playeros en el último caso).
Vale, las playas del Mediterráneo están más llenas de gente, pero precisamente por eso suelen tener más instalaciones y hay una mayor oferta de alojamiento. Olvídate de las caminatas de kilómetros entre los matorrales para llegar a la playa: el acceso aquí suele ser mucho más cómodo.
El Atlántico
Olvídate del viejo truco de levantarte a las tantas a cosa hecha solo para ir a la playa, soltar la toalla y largarte después de haber marcado el territorio. Como hay bastante menos gente (y, de hecho, las playas suelen ser también más grandes), puedes ir cuando te apetezca sin miedo a no saber dónde “poner el huevo”.
¿Que el agua del Atlántico está más fría? Bueno, bañarse allí es una forma muy sana de postureo (y, además, literal: ¡no veas lo bien que viene para la circulación!). Esto tiene otra ventaja más, y es que, con semejante fresquete, no hay medusa que sobreviva para dejarte su picadura de recuerdo.
Las playas del Atlántico suelen estar muy cerca de otros rincones naturales, así que tienes un 2x1 perfecto: primero te vas a hacer una ruta de senderismo por las montañas o los bosques de los alrededores y luego te tumbas tan ricamente en la playa. Es cierto que las playas del norte son quizá las más famosas en este sentido, pero oye, las de Canarias y Andalucía tampoco se quedan atrás.
El paisaje de las playas también suele ser más llamativo en el Atlántico, con hermosos litorales ideales para ver una romántica puesta de sol.
¡A darle al surf! Como notarás mucho más las olas en el Atlántico (básicamente, porque el litoral suele estar más abierto), lo tendrás bastante más fácil aquí si vas con ganas de practicar algún deporte acuático.
¿Lo tienes claro? ¿Con cuál te quedas?
Playa d’en Bossa (Ibiza): para los que buscan música en la playa, fiesta y bailar hasta el amanecer.
La playa que acoge las discotecas Bora Bora y Space es la más larga de la isla, uno de los centros más populares y enclave turístico conocido mundialmente. Durante el día, uno se puede relajar entre tumbonas y sombrillas o practicar varias actividades acuáticas en aguas tranquilas, pero sin duda, lo que la hace especial es el ambiente nocturno: se trata de uno de los parajes más animados de la isla y de toda España. GETTY
Playa de Mónsul (Níjar, Almería): una de las playas más románticas, perfecta para los que solo tienen ojos para su pareja.
Es una de las playas más valiosas de Almería, situada en el Parque Natural de Cabo de Gata. Escenario de multitud de películas y anuncios, la playa es especial gracias a las formaciones de lava erosionada que la rodean, su arena fina y el agua puramente cristalina. Como buen paraje romántico, es una playa virgen, sin chiringuitos ni nada que pueda interrumpir una velada tête à tête.GTRESONLINE
Zahara de los Atunes (Cádiz): para hacer meditación ante uno de los amaneceres más mágicos.
Uno de los paraísos del litoral gaditano, de ocho kilómetros, sin masificación y con aguas muy limpias es la playa de Zahara de los Atunes. El silencio es parte de su encanto y en días con poca calima incluso se puede ver Marruecos. El ambiente mañanero no solo seduce, sino que inunda de una enorme sensación de paz, ideal para cualquier tipo de meditación.Foto: Flickr/Sevillista.FLICKR/SEVILLISTA
Playa de Es Talaier (Menorca): ideal para los amantes de la soledad y el silencio más abrumador.
Aunque cueste creerlo, aún quedan playas en España libres de la masificación turística y del movimiento veraniego al que estamos tan acostumbrados en vacaciones, especialmente en las zonas costeras. Al sur de Ciutadella, con aguas brillantes y turquesas, aislada y alejada de las aglomeraciones, se encuentra esta pequeña cala, enormemente bella y solitaria.Foto: FLICKR/BOLADEVIDREFLICKR/BOLADEVIDRE
Playa de Ereaga (Getxo, Vizcaya.): no sin mis hijos.
Adecuar las vacaciones a los niños es sencillo en nuestro país, que está considerado comouno de los más accesibles de Europa para familias con hijos. ¿Qué sucede cuando se trata de buscar una playa en la que los más pequeños puedan saltar, correr y jugar? Entre el puerto viejo de Algorta y el espigón de Arriluze encontramos esta playa, con más de 800 metros en los que se instalan zonas infantiles de juegos y actividades acuáticas pensadas para que los enanos no se aburran mientras los papás toman el sol. GETTY
Playa de Canelas (Galicia): 'dog-friendly'.
Esta playa es una de las esenciales para los viajeros con perro. La zona, poco concurrida, rodeada de naturaleza y con vistas a las islas de Ons y Sálvora en la ría de Arousa, pretende llamar la atención y atraer al viajero que no quiere separarse de su fiel acompañante. TURGALICIA
Playa Es Cavallet (Ibiza): nudista y natural como la vida misma.
Situada en el Parque Natural de ses Salines, es una de las playas nudistas más conocidas y una de las pioneras de España en esta práctica. Larga, rodeada de dunas y vegetación, con el agua cristalina característica de la zona y con arena fina, cuenta con rincones muy bellos para bañarse y tomar el sol sin preocuparse por la marca del bañador. GETTY
Playa de Rodas, Islas Cíes (Galicia): lujo y exclusividad para los más exigentes.
No es necesario ir hasta la Costa Azul francesa o a Barbados para disfrutar de una playa exclusiva. Las Islas Cíes, en Galicia, son paradisíacas, de agua transparente y fría, con arena fina y blanca, y con un fondo marino con uno de los ecosistemas más ricos del mundo. El periódico británico The Guardian la eligió en 2007 como la mejor playa del mundo, y no sin razón. GETTY
Cala Bramant (Llançà, Girona): naturaleza pura.
Aunque es comúnmente llamada la cala de los Enamorados, esta playa con forma de nido puede servir no solo para las parejas, sino también para los amantes de la naturaleza. Con forma de bañera, sin construcciones que la envuelvan, alberga una arena gruesa, a veces con olas, y está rodeada de rocas desde donde muchos practican saltos espectaculares.FOTO: Visitllança.catVISITLLANÇA.CAT