
La lluvia de estrellas fugaces Perseidas, las populares “Lágrimas de San Lorenzo”, tendrán su máximo de actividad en Europa en las noches del 11 al 12 y del 12 al 13 de agosto, cuando según los cálculos de los modelos estándares se podrán observar alrededor de los 100 meteoros por hora.
Sin embargo este año una luna casi llena dificultará la observación de los meteoros más débiles, recuerda el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). El mejor momento para la observación será la madrugada del día 13 de agosto justo antes del amanecer y con la Luna ya puesta.
Las llamadas estrellas fugaces son, en realidad, pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas -o asteroides- a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol y que se desprenden debido al “deshielo” producido por el calor solar.
El fenómeno comenzó el pasado 17 de julio y se extenderá hasta el 24 de agosto. Los expertos recomiendan para disfrutar de ellas buscar un lugar sin contaminación lumínica, por lo que los ciudadanos tendrán que salir de la ciudad y desplazarse hasta la periferia de Madrid.

¿Hay alguna técnica especial para ver más y mejor?
“Sí, hay una técnica muy importante y muy especial: paciencia. Esa es la única técnica que hay que usar. No hay que llevar telescopio, ni prismáticos, ni nada. Solo hay que tener paciencia y orientarse y nada más”, afirma rotundo Miquel Serra-Riqart, astrónomo del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y administrador del Observatorio del Teide.
Telmo Fernández, astrónomo y director del Planetario de Madrid, opina lo mismo: “Lo mejor es mirar al cielo a simple vista y dirigir la mirada a la zona más alta del cielo. Yo diría mirar hacia el cénit o hacia el norte y hacerlo mejor tumbado que de pie”.
Serra-Riqart aconseja escoger un punto del cielo y mirarlo fijamente, sin desviar la mirada. “Está bien mirar hacia la Osa Mayor, que la conoce todo el mundo, el famoso carro. Si miras al carro durante un cuarto de hora o 20 minutos seguro que ves una Perseida o más. El problema de la gente es que giran hacia un lado y hacia otro, cambian la mirada y entonces no ven nada”, Serra-Riqart.
Además, Fernández recuerda que lo más importante es relajarse y disfrutar: “Y aprovechar para simplemente mirar al cielo”.
Otra cuestión importante a la hora de ver estrellas fugaces es esperar a que los ojos se adapten perfectamente a la oscuridad, lo que suele tardar en torno a 30 o 35 minutos.