Si hablamos de sistemas operativos para móviles el rey indiscutible es Android, con una cuota de mercado del 80% frente al 13% de Apple iOS, según el reciente estudio The future of Digital publicado por Business Insider. Si analizamos los teléfonos que utilizan estos sistemas operativos, el líder es Samsung. Pero si medimos por beneficios, el protagonista es Apple, que el ejercicio pasado consiguió más beneficios que todos sus competidores juntos. Y es que estos gigantes tecnológicos nos han dado una gran lección de negocios: ser el líder en ventas de tu sector, no tiene por qué convertirte en el más rentable. Como todos sabemos, la disparidad de precios entre ambas marcas es abismal, permitiendo a ambos ser líderes en sus respectivos nichos. Apple vende productos caros mientras que gran parte de la cuota de Samsung se debe a la venta de dispositivos de bajo coste.
Pero hoy nos centraremos en el mercado de aplicaciones. Según informa el mencionado estudio, los clientes de la Apple Store gastaron más de 10.000 millones de dólares en 2013. En concreto, durante el mes de diciembre, la compañía de la manzana logró unas ventas de casi 3.000 millones de aplicaciones que aportaron a la compañía más de 1.000 millones de dólares, consiguiendo su récord de ventas mensual desde que naciera la App Store a mediados del 2008. Lo que empezó siendo una tienda con 500 aplicaciones, ofrece a día de hoy más de un millón de aplicaciones para iPhone, iPad e iPad Touch, y cuenta ya con más de 50.000 millones de aplicaciones descargadas desde su apertura.
El éxito del modelo de la Apple Store ha sido el establecimiento de un atractivo sistema de incentivos: ha creado un mercado donde es posible ganar mucho dinero desarrollando y vendiendo aplicaciones. Así de simple. La multinacional afirmaba recientemente que las ventas en App Store del 2013 no habían sido solo una buena noticia para Apple sino también para todos los desarrolladores que han publicado Apps para iOS y OS X. En total han ingresado ya 15.000 millones de dólares de la tienda de aplicaciones de Apple, siendo desarrollar para iOS más rentable que para Android y Windows Phone. Una tienda de aplicaciones lucrativa ayuda a atraer a los desarrolladores, que crean el software y los servicios que pueden mantener a los usuarios leales a cierto sistema operativo, siendo por tanto un aspecto estratégico para mantener el negocio core -vender dispositivos-.
El modelo de la Apple store consiste en ofrecer el 70% de los ingresos derivados de las descargas a los desarrolladores y retener un 30% como comisión y gastos de mantenimiento de la plataforma. En el caso de los desarrolladores, ganan dinero principalmente de tres maneras: vendiendo aplicaciones, con pagos dentro de aplicaciones que son gratuitas, o a través de publicidad. Si tenemos en cuenta que por cada dólar de ingresos por descarga de aplicaciones que gana un desarrollador de iOS, uno de Android gana 0,19 dólares, algo menos de una quinta parte, parece lógico que Apple siga reinando. Apple aventaja también a Android en el resto de principales vías de ingreso (publicidad móvil, descargas de pago, compras dentro de aplicaciones de descarga gratuita...). Eso sí, de momento, como siempre en el mundo tecnológico. Y es que la estrategia de Google podría haber sido sembrar para acaparar una gran cuota de mercado hoy, que le permita apostar por la rentabilización mañana.
La situación de equilibrio de fuerzas entre sistemas operativos, operadoras, desarrolladores y usuarios es volátil. No está nada claro quién acabará venciendo. La Play Store de Google está creciendo más rápido que la App Store, con más publicaciones y actualizaciones de App diarias. La tienda de Google ya ha comenzado a arrebatar beneficios a la de Apple desde hace unos meses, y dada la gran cantidad de dispositivos con Android instalado, este sistema operativo tiene por delante una enorme pista de despegue. Apple por su lado sigue creciendo en todas sus métricas -venta de dispositivos, aplicaciones...-. No es extraño que muchos analistas defienden que lo que está ocurriendo es simplemente que tanto unos como otros están creciendo en sus respectivos nichos de mercado.
De cualquier manera, lo mejor de este duelo entre titaneses es que nosotros continuaremos beneficiándonos de la continua innovación exigida por un sector tan dinámico y competitivo. Quién ganará la carrera, afortunadamente, nunca se sabe.
Pero hoy nos centraremos en el mercado de aplicaciones. Según informa el mencionado estudio, los clientes de la Apple Store gastaron más de 10.000 millones de dólares en 2013. En concreto, durante el mes de diciembre, la compañía de la manzana logró unas ventas de casi 3.000 millones de aplicaciones que aportaron a la compañía más de 1.000 millones de dólares, consiguiendo su récord de ventas mensual desde que naciera la App Store a mediados del 2008. Lo que empezó siendo una tienda con 500 aplicaciones, ofrece a día de hoy más de un millón de aplicaciones para iPhone, iPad e iPad Touch, y cuenta ya con más de 50.000 millones de aplicaciones descargadas desde su apertura.
El éxito del modelo de la Apple Store ha sido el establecimiento de un atractivo sistema de incentivos: ha creado un mercado donde es posible ganar mucho dinero desarrollando y vendiendo aplicaciones. Así de simple. La multinacional afirmaba recientemente que las ventas en App Store del 2013 no habían sido solo una buena noticia para Apple sino también para todos los desarrolladores que han publicado Apps para iOS y OS X. En total han ingresado ya 15.000 millones de dólares de la tienda de aplicaciones de Apple, siendo desarrollar para iOS más rentable que para Android y Windows Phone. Una tienda de aplicaciones lucrativa ayuda a atraer a los desarrolladores, que crean el software y los servicios que pueden mantener a los usuarios leales a cierto sistema operativo, siendo por tanto un aspecto estratégico para mantener el negocio core -vender dispositivos-.
El modelo de la Apple store consiste en ofrecer el 70% de los ingresos derivados de las descargas a los desarrolladores y retener un 30% como comisión y gastos de mantenimiento de la plataforma. En el caso de los desarrolladores, ganan dinero principalmente de tres maneras: vendiendo aplicaciones, con pagos dentro de aplicaciones que son gratuitas, o a través de publicidad. Si tenemos en cuenta que por cada dólar de ingresos por descarga de aplicaciones que gana un desarrollador de iOS, uno de Android gana 0,19 dólares, algo menos de una quinta parte, parece lógico que Apple siga reinando. Apple aventaja también a Android en el resto de principales vías de ingreso (publicidad móvil, descargas de pago, compras dentro de aplicaciones de descarga gratuita...). Eso sí, de momento, como siempre en el mundo tecnológico. Y es que la estrategia de Google podría haber sido sembrar para acaparar una gran cuota de mercado hoy, que le permita apostar por la rentabilización mañana.
La situación de equilibrio de fuerzas entre sistemas operativos, operadoras, desarrolladores y usuarios es volátil. No está nada claro quién acabará venciendo. La Play Store de Google está creciendo más rápido que la App Store, con más publicaciones y actualizaciones de App diarias. La tienda de Google ya ha comenzado a arrebatar beneficios a la de Apple desde hace unos meses, y dada la gran cantidad de dispositivos con Android instalado, este sistema operativo tiene por delante una enorme pista de despegue. Apple por su lado sigue creciendo en todas sus métricas -venta de dispositivos, aplicaciones...-. No es extraño que muchos analistas defienden que lo que está ocurriendo es simplemente que tanto unos como otros están creciendo en sus respectivos nichos de mercado.
De cualquier manera, lo mejor de este duelo entre titaneses es que nosotros continuaremos beneficiándonos de la continua innovación exigida por un sector tan dinámico y competitivo. Quién ganará la carrera, afortunadamente, nunca se sabe.