El artista zombi no está ni vivo ni muerto. Está en el limbo y es relativamente fácil que ocurra esto con un creador cuando en vida organiza una fundación con su nombre para preservar su legado del olvido. Pero a la vez esta fundación, y el museo que la acompaña (en Valdepeñas, Ciudad Real) se convierten en su mausoleo porque alojan la mayor parte de su obra. Estoy hablando de un artista longevo (murió con 95 años) e innombrable, inaudito y raro entre los raros del arte español del siglo XX. Se llamaba Gregorio Prieto, era homosexual, manchego, amigo de Lorca y sobre todo de Cernuda, con el que compartió exilio en Londres.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Ahora mismo tenemos una oportunidad única de ver por primera vez algunas de sus creaciones más intemporales. Pueden verse en la exposición Gregorio Prieto y la fotografía que se exhibe en el Museo de la Academia de Bellas Artes de Madrid sólo hasta el día 20 de abril. Lo increíble de esta propuesta artística es que él no hizo ni una sola de las fotografías que presenta la exposición, las hizo con la colaboración de otros artistas y sin embargo son más él que toda la pintura que salió de sus manos.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En la fotografía Gregorio Prieto se sintió libre para hacer y expresar todo lo más profundo de su personalidad y de su sexualidad. En la pintura, en cambio, sobre todo al regresar a España tras el exilio, vendió su alma al diablo para poder integrarse en la grisura de un país fascista. Con los años se convirtió en un pintor banal, costumbrista y amanerado. Acabó siendo el pintor de los molinos de La Mancha. Él, que como podemos ver en estas fotos, es un vanguardista sin vanguardia determinada. Un outsider que, fuera de todo movimiento artístico, sin embargo los tocó todos, logrando en ocasiones unos resultados que dejan una huella profunda de inquietud en la retina del espectador.
La exposición es maravillosa y sorprendente, sin duda una de las mejores propuestas que podremos ver durante toda la temporada en Madrid. Es una muestra imprescindible y en ella se nos desvela, a través del espléndido trabajo de la comisaria Almudena Cruz Yábar, un universo de poses, desnudos, luces y sombras, miradas y actos provocadores, a medio camino entre la iconoclastia y el clasicismo. La propuesta se divide en tres series, expuestas a su vez en tres salas diferenciadas. La primera se titula Marineros y estatuas en Roma; la segunda Exilio y regreso a España y la tercera es La reelaboración final de los autorretratos: collages postistas y popares.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Un artista zombi como Gregorio Prieto apenas tiene futuro. Olvidado su nombre en los anales del arte y olvidados sus mejores cuadros en los depósitos del Reina Sofía. Menos mal que exposiciones como esta nos descubren a un hombre que permanece más vivo que nunca tras años de olvido. Un artista al que vemos renacer en cada una de las inéditas imágenes de la exposición. Y digo inéditas porque muchas de ellas nunca han sido vistas antes de ahora. Merece la pena acercarse a ver estas fotografías o en caso de no ser posible al menos entrar en la web de la Academia donde se puede ver una selección de algunas de las mejores imágenes de la exposición.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Además, y por si fuera poco, Gregorio Prieto fue un valiente al arriesgarse a crear atrevidas imágenes homosexuales en una época difícil. Otros como Morcillo o Néstor también lo hicieron, o al menos lo intentaron, cada uno a su manera. Pero Prieto fue el gran pionero del arte gay español y uno de sus artistas de referencia, además de un brillante dibujante autor de excelentes retratos de Lorca, Cernuda o Aleixandre. Algunos de ellos han quedado para la historia como imágenes icónicas de los intelectuales de la Generación del 27. Estas obras, junto a las fotografías de la muestra actual y algunas pinturas de su primera época, le reservan un lugar de honor, un lugar especial en la historia del arte español del siglo XX.
Dos alicientes más para visitar la exposición: la entrada es gratuita y se puede adquirir un hermoso y lujoso catálogo, con todas las fotos de Prieto, al módico precio de 25 euros.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Ahora mismo tenemos una oportunidad única de ver por primera vez algunas de sus creaciones más intemporales. Pueden verse en la exposición Gregorio Prieto y la fotografía que se exhibe en el Museo de la Academia de Bellas Artes de Madrid sólo hasta el día 20 de abril. Lo increíble de esta propuesta artística es que él no hizo ni una sola de las fotografías que presenta la exposición, las hizo con la colaboración de otros artistas y sin embargo son más él que toda la pintura que salió de sus manos.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En la fotografía Gregorio Prieto se sintió libre para hacer y expresar todo lo más profundo de su personalidad y de su sexualidad. En la pintura, en cambio, sobre todo al regresar a España tras el exilio, vendió su alma al diablo para poder integrarse en la grisura de un país fascista. Con los años se convirtió en un pintor banal, costumbrista y amanerado. Acabó siendo el pintor de los molinos de La Mancha. Él, que como podemos ver en estas fotos, es un vanguardista sin vanguardia determinada. Un outsider que, fuera de todo movimiento artístico, sin embargo los tocó todos, logrando en ocasiones unos resultados que dejan una huella profunda de inquietud en la retina del espectador.
La exposición es maravillosa y sorprendente, sin duda una de las mejores propuestas que podremos ver durante toda la temporada en Madrid. Es una muestra imprescindible y en ella se nos desvela, a través del espléndido trabajo de la comisaria Almudena Cruz Yábar, un universo de poses, desnudos, luces y sombras, miradas y actos provocadores, a medio camino entre la iconoclastia y el clasicismo. La propuesta se divide en tres series, expuestas a su vez en tres salas diferenciadas. La primera se titula Marineros y estatuas en Roma; la segunda Exilio y regreso a España y la tercera es La reelaboración final de los autorretratos: collages postistas y popares.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Un artista zombi como Gregorio Prieto apenas tiene futuro. Olvidado su nombre en los anales del arte y olvidados sus mejores cuadros en los depósitos del Reina Sofía. Menos mal que exposiciones como esta nos descubren a un hombre que permanece más vivo que nunca tras años de olvido. Un artista al que vemos renacer en cada una de las inéditas imágenes de la exposición. Y digo inéditas porque muchas de ellas nunca han sido vistas antes de ahora. Merece la pena acercarse a ver estas fotografías o en caso de no ser posible al menos entrar en la web de la Academia donde se puede ver una selección de algunas de las mejores imágenes de la exposición.
Foto: Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Además, y por si fuera poco, Gregorio Prieto fue un valiente al arriesgarse a crear atrevidas imágenes homosexuales en una época difícil. Otros como Morcillo o Néstor también lo hicieron, o al menos lo intentaron, cada uno a su manera. Pero Prieto fue el gran pionero del arte gay español y uno de sus artistas de referencia, además de un brillante dibujante autor de excelentes retratos de Lorca, Cernuda o Aleixandre. Algunos de ellos han quedado para la historia como imágenes icónicas de los intelectuales de la Generación del 27. Estas obras, junto a las fotografías de la muestra actual y algunas pinturas de su primera época, le reservan un lugar de honor, un lugar especial en la historia del arte español del siglo XX.
Dos alicientes más para visitar la exposición: la entrada es gratuita y se puede adquirir un hermoso y lujoso catálogo, con todas las fotos de Prieto, al módico precio de 25 euros.
Gregorio Prieto y la fotografía. Academia de Bellas Artes de San Fernando. Calle Alcalá, 13. Madrid. Horario: De martes a sábados de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00h. Domingos y festivos de 10:00 a 14:00h. Lunes cerrado. Entrada gratuita.