Hace muchos años -tantos que mejor no quiero recordar- yo fui alumna del Instituto español Cañada Blanch en la londinense Portobello Road. Un colegio, instituto para niños descendientes de españoles, ingleses que quieren estudiar en el sistema educativo español, y españoles que residen en Londres. De hecho, es uno de esos colegios históricos que dependen del Ministerio de Educación español y que son una joya, no solo por la necesidad de cohesionar a la comunidad española en el Reino Unido, sino por la sencilla razón de que estudiar en español ha de ser un derecho para todos los españoles. Allí donde estén es necesario tener algún sistema que permita que los hijos de españoles no pierdan ni sus raices, ni la posibilidad de estudiar en español.
En Nueva York, donde resido ahora, no hay un colegio español para españoles. Tal cual. Está el Instituto Cervantes, pero no es un colegio como entendemos que son los colegios para que nuestros hijos puedan realizar sus estudios en el sistema educativo español, y, eventualmente americano. Y es trágico a la vez que indignante.
Es una tristeza que España, como país, no tenga una estrategia mundial de colegios españoles en las principales capitales del mundo, o en aquellos lugares en los que hay masiva población de origen español. Es lamentable que España no tenga un Liceo Francés, un colegio Británico o un colegio Americano por el mundo que garanticen el acceso a la educación de los niños de origen español.
Instituto Vicente Cañada Blanch en Portobello Road.
Por ello es especialmente sangrante que desde el Ministerio de Educación y el Ministerio de Empleo de España no se pongan de acuerdo en cómo financiar la guardería del Colegio Cañada Blanch en Londres. La guardería, según la asociación de padres, es económicamente viable. Ellos, los padres, han presentado un plan para salvar la guardería del cole español. El único colegio español de Londres. El Gobierno, en su plan de recortes pretende cerrar la guardería. Las clases para niños de 3 y 4 años, que después seguirán primaria y segundaria en el colegio.
El Colegio-Instituto Vicente Cañada Blanch se fundó hace 37 años con vocación de convertirse en el colegio de referencia español en el Reino Unido. Primero fueron los hijos de los inmigrantes gallegos en Londres, y después todos los hijos de expatriados e inmigrantes que llegaban a Londres buscando un futuro. La ubicación es envidiable, los profesores magníficos, las instalaciones estupendas... ¿Por qué cerrar una guardería con niños, hijos de españoles, que quieren estudiar en español y que además es un proyecto viable?
La Asociación de padres está en pie de guerra y con razón. Es absolutamente necesario que, desde el Ministerio de Educación se tome realmente en serio, la posibilidad de crear una serie de colegios, con iniciativa público-privada que permitan a los hijos de inmigrantes españoles poder estudiar en el sistema español. Colegios de calidad, tal y como vemos que llevan años haciendo otros países de nuestro entorno. Nadie pide que la guardería sea gratis. Los padres del Vicente Cañada Blanch piden que sus hijos no pierdan la oportunidad de aprender, crecer y sentirse españoles. De verdad, ¿es mucho pedir?
Entre todos, ¡salvemos el Portobello Road!, guardería incluida.
En Nueva York, donde resido ahora, no hay un colegio español para españoles. Tal cual. Está el Instituto Cervantes, pero no es un colegio como entendemos que son los colegios para que nuestros hijos puedan realizar sus estudios en el sistema educativo español, y, eventualmente americano. Y es trágico a la vez que indignante.
Es una tristeza que España, como país, no tenga una estrategia mundial de colegios españoles en las principales capitales del mundo, o en aquellos lugares en los que hay masiva población de origen español. Es lamentable que España no tenga un Liceo Francés, un colegio Británico o un colegio Americano por el mundo que garanticen el acceso a la educación de los niños de origen español.
Instituto Vicente Cañada Blanch en Portobello Road.
Por ello es especialmente sangrante que desde el Ministerio de Educación y el Ministerio de Empleo de España no se pongan de acuerdo en cómo financiar la guardería del Colegio Cañada Blanch en Londres. La guardería, según la asociación de padres, es económicamente viable. Ellos, los padres, han presentado un plan para salvar la guardería del cole español. El único colegio español de Londres. El Gobierno, en su plan de recortes pretende cerrar la guardería. Las clases para niños de 3 y 4 años, que después seguirán primaria y segundaria en el colegio.
El Colegio-Instituto Vicente Cañada Blanch se fundó hace 37 años con vocación de convertirse en el colegio de referencia español en el Reino Unido. Primero fueron los hijos de los inmigrantes gallegos en Londres, y después todos los hijos de expatriados e inmigrantes que llegaban a Londres buscando un futuro. La ubicación es envidiable, los profesores magníficos, las instalaciones estupendas... ¿Por qué cerrar una guardería con niños, hijos de españoles, que quieren estudiar en español y que además es un proyecto viable?
La Asociación de padres está en pie de guerra y con razón. Es absolutamente necesario que, desde el Ministerio de Educación se tome realmente en serio, la posibilidad de crear una serie de colegios, con iniciativa público-privada que permitan a los hijos de inmigrantes españoles poder estudiar en el sistema español. Colegios de calidad, tal y como vemos que llevan años haciendo otros países de nuestro entorno. Nadie pide que la guardería sea gratis. Los padres del Vicente Cañada Blanch piden que sus hijos no pierdan la oportunidad de aprender, crecer y sentirse españoles. De verdad, ¿es mucho pedir?
Entre todos, ¡salvemos el Portobello Road!, guardería incluida.