La región de Transilvania (Rumanía) es muy rica culturalmente. En ella se habla rumano, húngaro y alemán. A 16 kilómetros de Brasov se encuentra Prejmer (Tartlau, en alemán) una pequeña localidad cuya iglesia es historia pura.
Iglesia fortificada de Prejmer
Las villas sajonas de Transilvania datan del siglo XII, cuando los reyes húngaros permitieron que colonos alemanes se asentaran en la zona. Estos nuevos habitantes formaron una comunidad muy unida de granjeros, artesanos y comerciantes cuya cultura ha sobrevivido hasta nuestros días aunque la mayoría de ellos dejaron sus comunas durante la Segunda Guerra Mundial.
Galeria interior
La vida no era fácil ya que se establecieron en una región que permanecía bajo la amenaza constante de invasiones. Las poblaciones más importantes eran auténticas fortalezas mientras que las comunas y villas pequeñas normalmente levantaban muros y torres defensivas en torno a su iglesia, que acogía a sus vecinos en caso de asedio. Fue tal la predominancia sajona que Transilvania recibió el nombre de Siebenbürgen (Siete Ciudades) en referencia a las siete ciudades fortificadas principales Bistriţs (Bistritz), Braşov (Kronstadt), Cluj-Napoca (Klausenburg), Mediaş (Mediasch), Sebeş (Mühlbach), Sibiu (Hermannstadt) y Sighişoara (Schässburg).
Prejmer
Los Caballeros Teutones construyeron Prejmer a principios del siglo XIII como parte de su colonización de la región de Burzenland. El pueblo de Prejmer era el asentamiento sajón más oriental. Esta situación fronteriza hizo que Prejmer fuese atacada más de 50 veces durante la Edad Media. Por allí pasó todo el mundo: mongoles, tártaros, húngaros, turcos, cosacos y moldavos, aunque la iglesia solo cayó una vez en manos enemigas.
Iglesia de Prejmer
Iglesia de Prejmer
La iglesia fortificada de Prejmer es una de las mejor preservadas de Europa y forma parte de la lista Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se trata de una auténtica fortaleza guardada por murallas de 12 metros de alto y hasta 4 metros de grosor. Cuando el pueblo era asediado cada habitante tenía en su interior una habitación en la que alojarse con su familia.
Patio interior de Prejmer
Habitaciones de Prejmer
Originalmente había cuatro torres de las cuales sólo dos quedan en pie. Las torres no sólo servían para defenderse, también eran graneros y almacenes de carne ahumada que proveían de alimento durante los asedios.
Muros de Prejmer
La entrada constaba de un pasaje y una puerta levadiza. Si los visitantes no eran bienvenidos se les recibía con una lluvia de aceite hirviendo. Al parecer en algún momento las murallas estaban rodeadas por un foso.
Iglesia fortificada de Prejmer
A pesar de ser un monumento que da lecciones de historia en cada rincón es un lugar perfecto para llevarse a los niños por la cantidad de pasajes, pasillos y estancias que pueden visitarse. Si además nos salen aprendidos, ¿qué más podemos pedir?
Todas las fotos del artículo son del autor.
Iglesia fortificada de Prejmer
Las villas sajonas de Transilvania datan del siglo XII, cuando los reyes húngaros permitieron que colonos alemanes se asentaran en la zona. Estos nuevos habitantes formaron una comunidad muy unida de granjeros, artesanos y comerciantes cuya cultura ha sobrevivido hasta nuestros días aunque la mayoría de ellos dejaron sus comunas durante la Segunda Guerra Mundial.
Galeria interior
La vida no era fácil ya que se establecieron en una región que permanecía bajo la amenaza constante de invasiones. Las poblaciones más importantes eran auténticas fortalezas mientras que las comunas y villas pequeñas normalmente levantaban muros y torres defensivas en torno a su iglesia, que acogía a sus vecinos en caso de asedio. Fue tal la predominancia sajona que Transilvania recibió el nombre de Siebenbürgen (Siete Ciudades) en referencia a las siete ciudades fortificadas principales Bistriţs (Bistritz), Braşov (Kronstadt), Cluj-Napoca (Klausenburg), Mediaş (Mediasch), Sebeş (Mühlbach), Sibiu (Hermannstadt) y Sighişoara (Schässburg).
Prejmer
Los Caballeros Teutones construyeron Prejmer a principios del siglo XIII como parte de su colonización de la región de Burzenland. El pueblo de Prejmer era el asentamiento sajón más oriental. Esta situación fronteriza hizo que Prejmer fuese atacada más de 50 veces durante la Edad Media. Por allí pasó todo el mundo: mongoles, tártaros, húngaros, turcos, cosacos y moldavos, aunque la iglesia solo cayó una vez en manos enemigas.
Iglesia de Prejmer
Iglesia de Prejmer
La iglesia fortificada de Prejmer es una de las mejor preservadas de Europa y forma parte de la lista Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se trata de una auténtica fortaleza guardada por murallas de 12 metros de alto y hasta 4 metros de grosor. Cuando el pueblo era asediado cada habitante tenía en su interior una habitación en la que alojarse con su familia.
Patio interior de Prejmer
Habitaciones de Prejmer
Originalmente había cuatro torres de las cuales sólo dos quedan en pie. Las torres no sólo servían para defenderse, también eran graneros y almacenes de carne ahumada que proveían de alimento durante los asedios.
Muros de Prejmer
La entrada constaba de un pasaje y una puerta levadiza. Si los visitantes no eran bienvenidos se les recibía con una lluvia de aceite hirviendo. Al parecer en algún momento las murallas estaban rodeadas por un foso.
Iglesia fortificada de Prejmer
A pesar de ser un monumento que da lecciones de historia en cada rincón es un lugar perfecto para llevarse a los niños por la cantidad de pasajes, pasillos y estancias que pueden visitarse. Si además nos salen aprendidos, ¿qué más podemos pedir?
Todas las fotos del artículo son del autor.