El 26 de abril se celebra el Día de la Visibilidad Lésbica, una razón de peso para proponer un decálogo de la lesbiana libre y feliz, decálogo que podemos hacer extensible a gays y bisexuales.
1) Los armarios son una herramienta perfecta para guardar ropa y diversos objetos. Nunca un cuerpo. Nunca una orientación. Son oscuros y asfixiantes.
2) Lo que piensas de ti misma/o es lo que proyectarás. Si piensas que ser lesbiana o gay es motivo de vergüenza y es raro, entregarás con tu cuerpo y tus palabras esa idea a las personas que te rodean. Si lo vives con naturalidad, confianza y seguridad, tu mensaje será mucho más positivo.
3) Algunas personas te rechazarán por miedo, por ignorancia, por egoísmo, por homosexualidad reprimida. Elige con tu corazón a quién le darás tiempo para que evolucione y a quién sacarás de tu vida porque no te compensa.
4) No aceptes que nadie te pida que vivas tu orientación sexual "con discreción". Eso te obliga a estar pendiente, a esconderte, atenta contra tu derecho a la expresión y tu derecho a ser libre.
5) No tengas miedo a tomar la mano de tu pareja, o a besarla en público. ¿Te mirarán? Quizás sí, quizás no. Estás siendo libre y, sin saberlo, estás educando a la sociedad.
6) Antes que lesbiana, gay, antes que mujer, hombre, antes que nacionalidad, color, profesión, etcétera, eres persona. Y una persona maravillosa que merece todo lo bueno que el mundo tiene para ofrecer. Y que tiene todo lo bueno que hay en el mundo para entregar.
7) Vive la vida que deseas vivir. Si quieres casarte, hazlo. Si quieres tener hijos, hazlo. No dejes que la orientación sexual sea un impedimento o una excusa para no realizar tus sueños.
8) Influyes en la vida de la gente, mucho más de lo que piensas. Cuando dices que eres lesbiana o gay, puedes estar empoderando a alguien que lo es y que tiene miedo, quitando un prejuicio, combatiendo la ignorancia. Estás siendo un referente.
9) Nadie más que tú es responsable de tu felicidad. Nadie ni nada tiene tanto poder. Tú le das a cada uno el límite y la importancia. Está en ti, en tus pensamientos. Neutraliza a tu enemiga interna, la que te atemoriza, la que te dice que las cosas no irán bien. Y haz las paces con lo parte más sabia, más alegre y más en paz que vive dentro de ti.
10) Todo mejora. Si ahora estás pasando un mal momento porque no te aceptas, porque no te aceptan, porque no ves salida... Cierra los ojos e imagina cómo te gustaría que fuera tu vida. Visualízate feliz, visualízate libre. Abre los ojos. Camina hacia ese lugar que has visto. Porque no hay mal que dure 100 años, y porque paso a paso se construye toda una vida.
1) Los armarios son una herramienta perfecta para guardar ropa y diversos objetos. Nunca un cuerpo. Nunca una orientación. Son oscuros y asfixiantes.
2) Lo que piensas de ti misma/o es lo que proyectarás. Si piensas que ser lesbiana o gay es motivo de vergüenza y es raro, entregarás con tu cuerpo y tus palabras esa idea a las personas que te rodean. Si lo vives con naturalidad, confianza y seguridad, tu mensaje será mucho más positivo.
3) Algunas personas te rechazarán por miedo, por ignorancia, por egoísmo, por homosexualidad reprimida. Elige con tu corazón a quién le darás tiempo para que evolucione y a quién sacarás de tu vida porque no te compensa.
4) No aceptes que nadie te pida que vivas tu orientación sexual "con discreción". Eso te obliga a estar pendiente, a esconderte, atenta contra tu derecho a la expresión y tu derecho a ser libre.
5) No tengas miedo a tomar la mano de tu pareja, o a besarla en público. ¿Te mirarán? Quizás sí, quizás no. Estás siendo libre y, sin saberlo, estás educando a la sociedad.
6) Antes que lesbiana, gay, antes que mujer, hombre, antes que nacionalidad, color, profesión, etcétera, eres persona. Y una persona maravillosa que merece todo lo bueno que el mundo tiene para ofrecer. Y que tiene todo lo bueno que hay en el mundo para entregar.
7) Vive la vida que deseas vivir. Si quieres casarte, hazlo. Si quieres tener hijos, hazlo. No dejes que la orientación sexual sea un impedimento o una excusa para no realizar tus sueños.
8) Influyes en la vida de la gente, mucho más de lo que piensas. Cuando dices que eres lesbiana o gay, puedes estar empoderando a alguien que lo es y que tiene miedo, quitando un prejuicio, combatiendo la ignorancia. Estás siendo un referente.
9) Nadie más que tú es responsable de tu felicidad. Nadie ni nada tiene tanto poder. Tú le das a cada uno el límite y la importancia. Está en ti, en tus pensamientos. Neutraliza a tu enemiga interna, la que te atemoriza, la que te dice que las cosas no irán bien. Y haz las paces con lo parte más sabia, más alegre y más en paz que vive dentro de ti.
10) Todo mejora. Si ahora estás pasando un mal momento porque no te aceptas, porque no te aceptan, porque no ves salida... Cierra los ojos e imagina cómo te gustaría que fuera tu vida. Visualízate feliz, visualízate libre. Abre los ojos. Camina hacia ese lugar que has visto. Porque no hay mal que dure 100 años, y porque paso a paso se construye toda una vida.