Así ha evolucionado la propagación del coronavirus en todo el mundo
El equipo de 'Supervivientes 2020', entre los casi 300 españoles que buscan salir de Honduras

El equipo al completo del programa Supervivientes, que emiten los canales de Mediaset, ha comunicado que desea salir del país y regresar a España, han informado fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación.
La unidad de emergencia consular del Ministerio tiene localizados en Honduras un total de 279 españoles que quieren salir del país, de los cuales 125 componen el equipo del programa. Exteriores está trabajando con Air Europa para buscar una “solución comercial” que permita a estos ciudadanos regresar a España.
Las fuentes han subrayado que todas las operaciones que se han puesto en marcha para facilitar el retorno de españoles afectados por restricciones de viaje por la epidemia del coronavirus han sido operaciones comerciales, para las que no se han dedicado fondos públicos.
Lo que Exteriores y las Embajadas y Consulados están haciendo, han explicado, es hacer gestiones con las aerolíneas y con las autoridades locales para garantizar que se dan las condiciones adecuadas para que los vuelos operen y agrupar e informar a los españoles.
El 'no' a la independencia sigue siendo mayoritario en Cataluña, según el CEO

El ‘no’ a la independencia sigue siendo mayoritario en Cataluña, con un 47,1%, si bien los partidarios de un Estado catalán independiente recortan distancias y se sitúan en un 44,9%, según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat.
En el anterior barómetro, publicado el 20 de diciembre de 2019, los contrarios a la independencia sumaban un 47,9%, mientras que el ‘sí’ se quedaba en un 43,7%.
Los votantes de JxCat son los más partidarios de la independencia (94,1 %), seguidos de los de la CUP (93,4%) y ERC (78,1%), según reflejan los datos segmentados de la encuesta del CEO.
Opiniones por seguidores de partido
El electorado de los comunes es mayoritariamente contrario a la independencia —un 64,3 % defiende el ‘no’, un 23,8 % opta por el ‘sí’—, mientras que los más opuestos a un Estado catalán independiente son los votantes de Cs (98,5%), el PPC (95,3%) y el PSC (88,8%).
En cuanto a los partidarios de que los catalanes decidan su futuro político en un referéndum, un 78,4% de los encuestados se muestran “muy de acuerdo” (56,4%) o “bastante de acuerdo” (22%), frente al 15,2% que está muy o bastante en desacuerdo.
Según el grado de proximidad a cada partido, el 59,7% de los votantes del PSC dicen estar muy o bastante de acuerdo con un referéndum.
El porcentaje se eleva hasta el 86% en el caso de los votantes de los comunes, mientras que la cifra baja entre el electorado del PPC (46,5%) y Ciudadanos (23,6%).
En cuanto a los votantes de las fuerzas independentistas, el referéndum es apoyado con porcentajes cercanos al 100%.
Lo que hay que hacer sí o sí después de sacar al perro de paseo

Sacar al perro es una de las pocas salidas permitidas en el estado de alarma. Y, pese a que más de uno se aproveche de la situación y utilice al animal como excusa para un paseo, las salidas no pueden ser igual que las de antes.
Tampoco la vuelta a casa. La limpieza y la higiene deben ser primordiales, también con nuestras mascotas. Por el momento, no se ha demostrado que los animales de compañía puedan ser contagiados por el covid-19, pero sí que pueden traer la bacteria tras un paseo. Un perro se lame las patas, posteriormente te lame a ti, y también es objeto de caricias por toda la familia.
Por este motivo hay una serie de medidas básicas a tener en cuenta al volver de dar un paseo.
Lavarle las patas y la cola al volver de la calle
La Dirección General de Derechos de los Animales señala que es muy recomendable desinfectar las patas y la cola del animal al volver de la calle. Lo ideal es hacerlo con gel desinfectante o, en su defecto, con agua y jabón. También pueden repasarse algunas zonas con toallitas con un 70% de alcohol.
El motivo por el que hay que limpiar la cola es por tener contacto directo con la superficie al defecar y orinar, mientras que la desinfección de las almohadillas es importante para evitar que el animal esparza el virus por la casa. El lavado puede seguir la rutina habitual del animal.

Cada vez que lo toques, lavarte las manos y no tocarte la cara
Aunque hay que tener especial cuidado estos días con que no interactúe con ningún otro perro o dueño, tampoco hay que olvidar que los perros lamen todo lo que encuentran. Hay que tener especial cuidado con estos comportamientos para evitar que tengan contacto con el virus y lo traigan posteriormente a casa. Por este motivo, la OMS señala que es conveniente lavarse las manos cada vez que se toque al animal tras el paseo y evitar tocarse la cara.
No dejar que te lama la cara
Tampoco es conveniente que el animal te lama la cara en estas circunstancias. Como se ha comentado, es probable que haya lamido el suelo o superficies potencialmente contaminadas, por lo que puede esparcir la bacteria del covid-19 en la cara. También se recomienda, en la medida de lo posible, desinfectar los objetos que lama y evitar tocar sus juguetes.
Evitar que tenga contacto con personas que hayan dado positivo en covid-19 o tengan síntomas
No se ha demostrado que puedan contagiarse del covid-19, pero que si hay alguien con coronavirus en el domicilio no interactúe con él. De tener que hacerlo, la Dirección General de Derechos de los Animales recomienda que sea con mascarilla.
Desinfectar las correas y objetos que haya tocado la persona con coronavirus
En el caso de que una persona diagnosticada con coronavirus haya tenido contacto con el animal o con sus juguetes y correas hay que desinfectarlos, o en su defecto, utilizar unos nuevos.
NO sacarlo si estás en aislamiento
Las personas que estén en aislamiento por tener síntomas de coronavirus o haber sido diagnosticados del covid-19 no pueden sacar de paseo al animal. En el caso de que el enfermo viva solo con el animal, lo ideal es que se encargue de él un familiar o un paseador y que se tomen las medidas de precaución y aislamiento mencionadas.
¿Es necesario llevar un justificante para ir a cuidar a mayores o dependientes?

Desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo los españoles solo pueden salir de casa por causa de fuerza mayor. El Real Decreto 463/2020 establece ocho supuestos en los que las personas pueden abandonar su domicilio. Uno de ellos, para cuidar de personas mayores, dependientes o enfermas.
Si vas a desplazarte, puedes encontrarte en dos situaciones. Si eres cuidador profesional debes salir con tu certificado laboral que acredite ante las autoridades que tu salida está justificada.
Por el contrario, si dejas tu domicilio para cuidar de un persona mayor, enferma o con discapacidad no se contempla ningún documento acreditativo en el Real Decreto. El especialista en derecho laboral Antonio Fernández explica que “no existe ningún certificado en este caso, más allá que el sentido común de cada agente”.
Algunos miembros del cuerpo de Policía han informado de que con una fotografía del documento de dependencia de la persona a la que se acude a cuidar, sería suficiente. Los agentes también pueden ejercer su derecho de acompañarte hasta el domicilio para asegurarse de que estás acudiendo a cuidar.
A pesar de que todas estas consideraciones son apropiadas para curarse en salud, lo cierto es que es una cuestión flexible porque en el Real Decreto no se exige una justificación concreta. Lo que sí está claro, como recuerdan desde la Policía de Elche, es que es obligatorio salir en solitario y no en familia para, por ejemplo, cuidar de un abuelo.
Los consejos de una periodista surcoreana a los españoles: así ha contenido su país el coronavirus
La crisis del coronavirus ha hecho tambalearse al mundo entero desde que surgiera el primer caso en China a principios de año.
Desde entonces, todos los países han luchado de distinta manera para tratar de contener su propagación y salvar las mayores vidas posibles. Pero en los últimos días sólo se habla de un ejemplo: el de Corea del Sur. El país asiático ha logrado, en apenas una semana, controlar la pandemia.
Para entender cómo lo han hecho, la periodista y escritora surcoreana Mina Sohn, exdirectora del HuffPost Corea, da una serie de consejos que pueden ser muy útiles al resto de países en una entrevista con el periodista David Placer.
Por ejemplo, usar mascarillas tanto por la calle como en el trabajo, no hablar con nadie en el transporte público, comunicarse en línea y no cara a cara con los compañeros de trabajo.
También ha explicado que en Corea no se ha impuesto ninguna obligación de quedarse en casa ni se han cerrado establecimientos, sino que los coreanos se han confinado en casa de forma voluntaria.
La Policía Nacional disuelve una fiesta clandestina en plena cuarentena

La Policía Nacional ha sancionado a varias personas que estaban celebrando una fiesta en la discoteca de un hotel de Leganés, en la que los agentes encontraron restos de comida caliente, bebidas y drogas, y que fueron descubiertas gracias a un helicóptero del Cuerpo.
Según ha informado la Dirección General de la Policía, esta intervención logró abortar la citada fiesta organizada por el propio hotel la madrugada del miércoles día 19 y se saldó con cuatro sancionados: tres clientes y el propietario de las instalaciones donde se ubicaba la discoteca, que desarrollaba su actividad habitual a pesar de las restricciones decretadas por el estado de alarma.
El resto de los asistentes a la fiesta se fue corriendo a las habitaciones del hotel, advierte la Policía.
Un ciudadano alertó
Un ciudadano alertó de la celebración de una fiesta en un hotel de Leganés, y un helicóptero del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional sobrevoló la zona y detectó movimientos en las inmediaciones del establecimiento.
Varias patrullas se desplazaron a la zona, comprobando cómo efectivamente se escuchaba música con volumen alto en un anexo al hotel que no se podía ver desde el exterior.
Minutos más tarde se personó en el acceso al local el propietario del establecimiento hostelero, que permitió el acceso a los agentes.
Cuando los policías entraron, comprobaron que en tres salas colindantes existían evidencias de que se estaba celebrando una fiesta, aunque los asistentes ya se hubieran marchado, ya que había restos de comida caliente en las mesas, vasos con bebidas aún con hielos en su interior, olor a tabaco y “calor ambiental”.
Bandejas de cocaína y drogas líquidas
En las tres salas localizaron bandejas con cocaína, así como los recipientes para el almacenamiento de drogas líquidas.
Los identificaron y sancionaron a tres de los asistentes a la fiesta que aún permanecían en el local, así como al propietario del establecimiento.
Presumiblemente, el resto de los partícipes se refugiaron en interior de las habitaciones del hotel ante la llegada de los agentes policiales, detalla la Policía Nacional.
La Policía ha recordado que para dar cumplimiento a las medidas recogidas durante el vigente estado de alarma, la Policía Nacional ha activado a todas sus unidades, como las del Servicio de Medios Aéreos, que “desde el aire presta un apoyo esencial para los vehículos radiopatrullas para detectar aquellas actividades que no cumplan con las restricciones”.
Este servicio ya ha localizado por ejemplo a varias personas reunidas en una playa de Valencia.
Incertidumbre y mucha tensión: tres españoles, a punto de quedarse atrapados en Madagascar por el coronavirus

La propagación del coronavirus ha puesto a millones de personas contra las cuerdas en todo el mundo y ha convertido a España en uno de los países más afectados. El Gobierno, a parte de decretar el estado de alarma, ha cerrado las fronteras terrestres, pero ha dejado la rendija de que puedan entrar residentes que se encuentren fuera. Hasta el momento, tampoco ha cerrado el espacio aéreo.
A pesar de esta posibilidad para volver, hay españoles en el extranjero que se han visto afectados por otros cierres de fronteras. Esto es lo que le ha pasado a la pamplonica Noelia Martínez y al ovetense Pablo Eichelbaum, una pareja de 24 años que vive en Asturias pero que se encontraba de viaje en Madagascar celebrando que el joven había aprobado el MIR.
También Alicia Bonilla, una primatóloga y profesora de yoga valenciana, estaba trabajando en el país africano cuando comenzó la crisis del coronavirus. Aunque al final han conseguido un vuelo para regresar, los tres han pasado una odisea en las últimas horas.
Como medida de freno a la pandemia, las autoridades de Antananarivo decretaron esta semana el cierre de fronteras total desde este viernes hasta el próximo 19 de abril dejando a los tres casi sin margen de maniobra para poder salir.
Eichelbaum y Martínez, que compraron los billetes a final del año pasado, tenían el viaje programado entre el seis y el 28 de marzo, tal y como cuentan a El HuffPost desde el aeropuerto de Antananarivo : “El virus en Europa estaba en Italia y empezaba a llegar a España, pero pasamos unos días antes en Barcelona y era todo normal, no había pánico ni recomendaciones ni nada”. El caso de Bonilla es diferente, ya que tenía que estar hasta septiembre trabajando como responsable en el parque natural de Ranomafana.
La primatóloga afirma que directamente se planteó quedarse, pero el sistema sanitario del país y la situación de su familia decantaron la balanza para que regresara: “Podía estar más segura aquí (Madagascar), pero cada vez se van confirmando más casos y el seguro médico no lo cubre y el sistema sanitario de África es bastante deficiente. Además, en España está mi pareja y tengo familiares que podrían tenerlo”.
Todos estaban siguiendo la evolución del coronavirus en el mundo y especialmente en España, pero la decisión de las autoridades africanas les pilló de forma inesperada. Eichelbaum cuenta que se encontraban en un tren desplazándose por el país cuando unos francesas se lo dijeron.
“En mi caso estaba buscando este martes los monos y me llamó mi compañera diciéndome que tengo que volver al campamento, que me necesitan y que es urgente. Estaba con un compañero de EEUU y nos dijeron que teníamos que recoger todo, que habían llamado porque iban a cerrar fronteras y que nos teníamos que ir”, cuenta Bonilla también desde el aeropuerto, mientras hacía cola para conseguir el soñado billete.

Rápidamente dejaron todo lo que estaban haciendo para desplazarse a la capital e intentar conseguir un vuelo con el que poder regresar a España. Ahí comenzaron unas jornadas de nervios, estrés, caos y tensión. Mucha tensión.
La pareja residente en Asturias afirma que tenía el vuelo de vuelta comprado con Air France, pero desde la aerolínea no les habían comunicado nada. “Nos decidimos a volver antes porque el cierre es hasta el 19 de abril, pero hay miedo de que se alargue. Entonces, en la web se decía que podíamos cambiar el billete de forma gratuita. Las opciones eran el 18 de marzo por 1.200 euros y el 19 de marzo por 205 euros. Lo que era gratis quedó en una falsa promesa, así que al final nos decantamos por el 19 porque era más barata y porque estábamos bastante lejos y no sabíamos si podíamos llegar a tiempo al del 18”, describe Martínez, que asegura que el viaje estaba yendo genial.
El itinerario de esta nueva ruta era de Antananarivo a Nairobi, de ahí a Amsterdam para llegar finalmente a Barcelona. El segundo vuelo, de la capital keniata a la holandesa lo hacían con KLM con la que tuvieron un nuevo problema.
“El 17 por la noche recibo dos mensajes. En el primero, de KLM, nos dicen que se ha cancelado el vuelo de Nairobi a Amsterdam y que nos buscaran una solución. A los 15 minutos llega el segundo, en el que nos confirman que es imposible encontrar una solución y que queda el vuelo cancelado”, afirma el médico. “Nos añaden que tenemos seis meses para cambiarlo. No es factible eso”, salta Martínez. A la valenciana, que tenía un vuelo para volverse con Air Mauritius, también se lo cancelaron.
Desde las aerolíneas nadie les decía nada. No obtenía una respuesta y el reloj seguía la cuenta atrás. Las horas iban cayendo y sus familiares, muy preocupados, intentaron hacer gestiones desde España y enviarles el dinero necesario para que vuelvan.
La pareja del norte de España se dirigió al consulado de España, donde se encontraba Nerea, que intenta darles una solución. “Nos dice que Air Austral sí que ofrece vuelos y que vayamos a comprarlo ahí. Sin embargo cuando hablamos con ellos nos cuentan que es muy difícil porque primero tienen que intentar recolocar a todos sus clientes con vuelos y hasta entonces no pueden hacer nada. No tenemos sitios... Air France sigue sin dar señales de vida y no se hacen cargo”, dice.
Después de muchas llamadas, una publicación en Facebook y salir el en el periódico asturiano La Nueva España, consiguen hablar con Air France, que les dijo que se hacían responsables y que fueran este jueves a la oficina para intentar encontrarles un espacio en un vuelo ordinario, siempre y cuando fallase alguien.
Ahí es donde los tres españoles se conocieron: en una cola en la oficina de la aerolínea gala rodeado de turistas de otros países que se encontraban en la misma situación. Martínez y Eichelbaum estaban unos puestos antes que Bonilla, pero la situación era complicada para todos... hasta que un rumor se convirtió en una noticia.
Por suerte para todos, Air France sacó un vuelo extra para viajar este domingo a Barcelona haciendo escala en París. Los tres lograron un billete y dejaron atrás probablemente unas de las horas más caóticas y tensas de sus vidas.
Eichelbaum, celebrándolo con el billete en las manos, destaca la ayuda del consulado español en Madagascar y critica el de Ciudad del Cabo y el del país africano en España: “Desde Ciudad del Cabo nos dijeron que no había ningún plan para Madagascar, que dependía de Francia. Además, el de Madagascar en España nos dice directamente que nos quedemos ahí”.
Bonilla deja una reflexión sobre la situación del coronavirus y afirma que “quizás no es la peor, porque hay países mucho peor, pero al final es así, cuando le ves las orejas al lobo es cuando uno corre”.
Tras mucho estrés, los tres llegarán a lo largo de este viernes al aeropuerto de Barcelona.

Fernando Simón desvela qué hace al llegar a casa para proteger a su familia del coronavirus
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha desvelado lo que hace al regresar a casa desde su trabajo para tratar de proteger a los suyos del coronavirus.
Un periodista de Telecinco le ha preguntado al respecto durante la rueda de prensa de este viernes. ”¿Se cambia de ropa antes de tener contacto con la familia? ¿Podemos besar a los niños que nos reciben al llegar de la calle?”, quiso saber el reportero.
Simón admitió que trata siempre de tener “un poquito de cuidado”, pero subrayó que lleva una vida muy normal, no tiene ningún síntoma ni es en absoluto un caso sospechoso.
“Trato de llevar la vida más normal, con alguna prudencia, con algún cuidado de no exagerar con algunas muestras de afecto como en otras ocasiones podemos tener en casa. Yo soy un tipo muy afectuoso”, explicó.
Simón matizó, no obstante, que su caso concreto es particular porque lo que hace cuando llega a casa es “caer rendido en la cama”. “O sea, que hay poco oportunidad de contacto”, zanjó.
Después de 8 semanas confinados en China, estos son nuestros consejos

Nota del editor: los autores de este blog son dos estadounidenses que viven en China. Publican bajo el anonimato debido a los potenciales riesgos que correrían si usaran sus nombres.
Vivimos en China con nuestros hijos y llevamos ocho semanas confinados en casa, teletrabajando y haciendo que nuestros hijos asistan a clases telemáticas debido a la pandemia de coronavirus.
Vemos las noticias y mantenemos el contacto con nuestros amigos de Estados Unidos y Europa. Nos han hecho preguntas sobre cómo hemos llevado la cuarentena y qué pueden esperar ellos a medida que el coronavirus se sigue expandiendo y los países aumentan sus restricciones. Evidentemente, no podemos predecir cómo se van a desarrollar los acontecimientos en todos los lugares y no tenemos soluciones para todo el mundo sobre qué se puede hacer, pero sí que contamos con cierta experiencia para mantenernos relativamente cuerdos y productivos pese a los desafíos que presenta un confinamiento que dura semanas.
Somos profesores en el colegio en el que estudian nuestros hijos. Nuestra ciudad está a cientos de kilómetros de Wuhan, el epicentro de la pandemia. En esta ciudad viven millones de personas y se han detectado unos pocos cientos de casos, pero las restricciones impuestas son enormes.
Al comienzo de la crisis, erigieron muros alrededor de nuestro barrio y colocaron barricadas para limitar las entradas y salidas. Establecieron toques de queda durante los cuales nadie que no viviera en el barrio podía entrar. Nos dieron unos documentos acreditativos que certifican que no hemos salido del país ni viajado por China. Hasta hace poco, los únicos establecimientos abiertos eran las tiendas de comida y las gasolineras. Cada vez que salíamos a comprar comida teníamos que fichar con una aplicación móvil para que el Gobierno supiera dónde estábamos.
Los colegios llevan cerrados desde el Año Nuevo Chino, que fue en enero. Empezamos a teletrabajar a comienzos de febrero y nuestros hijos asisten a sus clases desde la mesa del comedor. El confinamiento inicial estaba programado para dos semanas, pero lo han ido prorrogando hasta marzo. A día de hoy, la fecha del final todavía es incierta. Aunque esto no es estrictamente una cuarentena, sí que hemos estado muy limitados en cuanto a dónde ir y qué hacer, pero hemos tenido tiempo de ajustarnos a un estilo de vida muy distinto y esto es lo que nos ha funcionado a nosotros:
Estableced una rutina
Mucha gente ya trabajaba desde casa antes de la pandemia, pero para nosotros fue algo nuevo y tuvimos que hacer ajustes. Dar clase suele ser un trabajo con mucho contacto humano. También hay mucha gente que escolariza a sus hijos en casa, pero para nosotros fue algo nuevo, además de un desafío añadido a seguir trabajando desde casa.
No tardamos en adaptarnos al Día de la Marmota a medida que los días se fusionaban. Diseñar una rutina estructurada nos ha ayudado. Ponemos una alarma y nos despertamos solamente un poco más tarde de lo que haríamos un día de trabajo normal. Al principio bromeábamos sobre ir en pijama todo el día, pero no tardamos en cansarnos y al final nos vestimos normal.
Hacemos lo mismo con nuestros hijos. Fue importante que comprendieran que esto no son vacaciones. Es verdad que se acuestan un poco más tarde de lo normal, pero una vez despiertos, bajan, desayunan y se preparan en la mesa del comedor para asistir a clase mientras nosotros nos vamos a otra habitación en la que hemos montado nuestra oficina.
Fue importante que nuestros hijos comprendieran que esto no son vacaciones
Todos los días nos tomamos un descanso a mediodía para comer. Vemos series mientras comemos. En cierto modo, es como cuando nos quedábamos en casa y no íbamos al colegio porque estábamos enfermos. Es un pequeño placer, pero no podríamos hacerlo en circunstancias normales. Pasado ese descanso, volvemos al trabajo.
En cuanto a los niños, ha sido importante poner límites al tiempo que pasan haciendo deberes. Aunque sus profesores les ponen tareas por internet todos los días, es importante comprobar qué tal van. Los deberes pueden extenderse y más de una vez nos hemos encontrado con alguno de nuestros hijos llorando porque le estaba costando más de lo esperado. Sus profesores están haciendo un gran trabajo, pero no siempre es fácil medir el tiempo que le cuesta a un niño que quiere hacerlo lo mejor posible pero no tiene ayuda inmediata ni compañeros en los que apoyarse.
También intentamos dejar de trabajar a una hora razonable. Los niños recogen por la tarde temprano. Como profesores, para nosotros es más difícil. Muchos de nuestros alumnos no tienen unos horarios fijos o han vuelto a sus países de origen y entregan los deberes cuando aquí ya es de noche. Nuestra jornada laboral a menudo se extiende hasta la noche y trabajamos más horas que en un día normal. No hemos encontrado solución, pero las series de televisión son un consuelo.
Controlad el tiempo que pasáis delante de la pantalla
Al igual que muchos padres, nos preocupamos por el tiempo que pasan nuestros hijos delante de la pantalla, pese a las horas de televisión que pasamos nosotros a su edad. Si dependiera de ellos, no habría un tiempo máximo para jugar a los videojuegos y probablemente pasarían horas y horas chateando con sus amigos y viendo vídeos de YouTube.
En circunstancias normales, ponemos límites y tratamos de animarlos para que hagan algo más productivo. No nos hemos dado por vencidos, pero sí que somos más indulgentes y apreciamos el lado positivo de ciertos videojuegos. Con Just Dance hacen ejercicio. Con Minecraft ejercitan su ingenio. Incluso le encontramos el lado bueno a Fortnite cuando les vemos planificando estrategias con los amigos que hacen por todo el mundo.
Con Just Dance hacen ejercicio. Con Minecraft ejercitan su ingenio. Incluso le encontramos el lado bueno a Fortnite cuando les vemos planificando estrategias con amigos
Estamos viendo más la tele y Netflix que de normal. Comprendemos que ver la tele no es un consejo útil ni nuevo, pero hemos ampliado nuestros hábitos televisivos. Hemos visto películas de gran calidad (El faro nos pareció especialmente recomendable), pero también realities muy malos y nuestras series favoritas. The Office y Rick y Morty se conservan especialemente bien. Hemos empezado a ver Supervivientes en familia y debatimos quién nos cae mejor.
En un intento de desengancharnos de la pantalla, hemos desempolvado los juegos de mesa. Es muy agradable cómo la mesa en la que hacen deberes se transforma en un lugar para estar juntos. En nuestra defensa, he de decir que todos estamos leyendo más, desde Harry Potter hasta La broma infinita.
Distráete viendo cosas que no sean noticias
La tentación de ver las noticias de última hora es muy real. Es constructivo y es importante que estemos informados, pero si no tienes cuidado, se convierte en un vicio, como tocarse una herida. Además de tener la noticias puestas, antes manteníamos abierto el navegador en el mapa a tiempo real de la Universidad John Hopkins con los casos globales de coronavirus. Al principio intentábamos hacernos a la idea de la magnitud de la epidemia en China y, a medida que en las últimas semanas se ha ido frenando, empezamos a comprobar las cifras globales. Se puede convertir en una espiral perniciosa, ya que empiezas a leer artículos académicos de epidemiología y acabas leyendo sobre conspiraciones. La tentación de intervenir en debates cibernéticos con desconocidos también es muy tóxica.
A veces, esconder la cabeza en la tierra es bueno. No pasa nada por tomarse un respiro. Instagram es un destino excelente para pasarse el rato viendo publicaciones agradables para abstraerse. Nosotros nos hemos enganchado a publicaciones de pasteles (buscad el hashtag #cakedecorating). No os imagináis lo relajante que es ver cómo se sirven las tartas, cómo esparcen la cobertura con la espátula y cómo ponen flores de colores y virutas. Son publicaciones preciosas y no hay discrepancia posible.
Haced ejercicio cuando podáis
Antes de que todo esto empezara, íbamos al gimnasio y hacíamos pesas. Nos fortalecía y era genial para mantener la cordura, pero los gimnasios han cerrado, como todo lo demás, así que dejó de ser una opción.
Al principio nos recomendaron no salir de casa. El virus era muy nuevo y la gente estaba asustada. También hay que decir que hizo frío y estuvo nublado durante gran parte de enero y febrero, de modo que tampoco fue un drama quedarse en casa casi todo el tiempo.
Lo que antes parecía intolerable ahora se ha convertido en parte del día a día
Probamos algunos programas de ejercicios por internet con ejercicios clásicos de calistenia con solo el peso corporal. Encontramos nuestras deportivas antiguas, nos pusimos mascarillas (pese a que no sirven de mucho cuando estás en la calle lejos de las multitudes) y empezamos a correr.
Ahora que las temperaturas van a subir y el gimnasio sigue cerrado, correr se ha vuelto una parte no tan terrible e incluso agradable de la rutina. Cada vez veo a más vecinos en la calle con nosotros (todos con mascarillas y manteniendo la distancia).
Que cada uno tenga su turno para estar bajo de ánimos
Todos hemos pasado rachas (a veces de varios días) en las que sentimos que las cosas van bien y que podemos superar esta situación con paciencia. Y, de repente, aparece cierta preocupación, ansiedad e incluso miedo.
Ese miedo y ansiedad pueden ser leves, como cuando nos estresamos por terminar el trabajo y hacerlo bien, o más graves, como cuando pensamos en las consecuencias que va a tener este confinamiento en nuestros hijos y el miedo existencial que nos provocan las peores previsiones. Todo lo negativo se magnifica cuando sientes que estás atrapado y aislado en tu casa.
Hasta ahora, hemos hecho un gran trabajo sufriendo estas crisis de uno en uno. Cuando uno de nosotros tiene una mala tarde o un mal día en general, los demás somos la voz de la razón. Luego, uno o dos días después, invertimos los roles y la otra persona da el consejo que acaba de recibir.
Si resulta que todo el mundo tiene un mal día al mismo tiempo o si vives solo, a nosotros nos ha venido bien la meditación. También se nos ha hecho más llevadero al mandarles mensajes a nuestros amigos. Seguro que hay alguno que está tranquilo y te puede echar un cable para relajarte. No tenemos por qué superar esto solos.
Hay mucho miedo a que se produzca otro brote de coronavirus y a nosotros nos tienen prácticamente desinformados sobre lo que va a pasar
Lo que antes parecía intolerable ahora se ha convertido en parte del día a día. Todo lo que vemos y leemos nos subraya la importancia del distanciamiento social siempre que sea posible. Hemos de reconocer que aunque se ha hecho difícil y agotador, tembién tenemos suerte de trabajar desde casa y del hecho mismo de tener trabajo, porque sabemos que muchas personas no tienen esa suerte.
¿Qué podemos esperar?
Durante la semana pasada ha habido indicios de un cambio de tendencia en China. Ya no se ha informado de casos nuevos en nuestra ciudad. Han empezado a llegar entregas a nuestro barrio y nos hemos enterado de que van a reabrir las tiendas de Apple en China justo ahora que están cerrando en el resto del mundo.
Al mismo tiempo, se rumorea que van a seguir retrasando la fecha de reapertura de los colegios y ya se habla de finales de abril. Sigue habiendo muros y barricadas en nuestro barrio y han impuesto más restricciones a las personas que pueden regresar a China. Hay mucho miedo a que se produzca otro brote de coronavirus y a nosotros nos tienen prácticamente desinformados sobre lo que va a pasar.
Por ahora seguimos tan tranquilos y pacientes como podemos y hacemos lo que está en nuestra mano para mantener la cordura. Les deseamos lo mejor a las personas de todo el mundo que se encuentran en una situación similar.
Este post fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del ingles por Daniel Templeman Sauco.
La cultura era esto

Existe un fenómeno que denota más la evolución que ningún otro aspecto en nuestra sociedad: la resignificación. Para quien no lo haya escuchado o empleado todavía, le diré que la resignificación es aquel proceso por el cual un objeto, lugar o elemento general adquiere un significado completamente distinto al que poseía a priori. Es decir, implica la transformación radical de un sentido a otro.
Esto es habitual en el urbanismo. Pensemos, por ejemplo, en Matadero de Madrid. Incluso manteniendo el nombre que denotaba su anterior utilidad, la connotación actual es muy distinta, entendiendo que se trata de un lugar encomendado al cine y a la cultura. Muchos colectivos se apropian de términos que les connotaban negativamente y los emplean ahora con una significación totalmente distinta, eliminando la evocación negativa, fomentando el espíritu de cuerpo y ampliando su sentido de colectividad. Observarán que, en este punto, resultan imprescindibles los términos de connotar y denotar.
En los días posteriores al estado de alarma, muchos de nuestros elementos cotidianos comenzaron a tener un sentido completamente diferente. Un aplauso, una mascarilla, una llamada telefónica o la cultura ya no son lo mismo. La cultura, en concreto, ha adquirido el valor que efectivamente tenía, pero que años de descrédito terminó por desdibujar. Resignificamos ahora lo que ya estaba resignificado, y además operamos con justicia.
De manera espontánea, el sector de la cultura saca músculo y demuestra por qué la humanidad la necesita en cada momento de la historia. Las redes se han llenado de cantantes, músicos, poetas, escritores o intérpretes que ofrecen su arte para que no claudiquemos, para que sigamos adelante.
En todos nosotros subyace el germen de la curación a través de la solidaridad, la vinculación emocional, la sociedad y la cultura.
Iniciativas culturales han apoyado el confinamiento para hacer más llevadera nuestra vida. Porque sí, después de la cuarentena habrá vida, pero durante ella también. La cultura preserva nuestra mente y libera el ánimo. Por eso no es de extrañar que un grupo editorial haya adelantado los números de abril para publicarlos online, de forma que el acceso sea generalizado; la Filmoteca Española ha hecho púbico un catálogo de películas restauradas para hacer más llevadera la espera; algunos escritores han hecho de acceso público sus libros para que los lectores puedan entretener su ánimo mientras esperan, e incluso algunas óperas retransmiten de forma gratuita algunos conciertos para que sean de acceso público. Incluso Filmin ha creado un canal de películas para la cuarentena y Flix Olé ha permitido la suscripción gratuita durante un mes para sobrellevar el enclaustramiento.
De repente, la cultura ha salido al rescate de aquellos a quienes la medicina no puede tratar, a todos los que esperan y desesperan en sus hogares. La cultura les alivia y les ofrece posibilidades distintas, ampliando sus horizontes y reconfortándolos cuando más lo necesitan.
Para ser sincera, este movimiento cultural solidario me conmueve. Y lo hace tanto como la generalidad de mi congéneres, tan comprometidos y pacientes, sabedores de que, de ellos, de todos nosotros, depende también el fin de esta pandemia.
En menos de una semana la eclosión cultural nos ha hecho recordar que la vida no solo está ahí fuera, y que en todos nosotros subyace el germen de la curación a través de la solidaridad, la vinculación emocional, la sociedad y la cultura.
Cuando todo pase, y la normalidad vuelva a nuestras vidas, recordemos que sin cultura no hay humanidad ni tampoco cura.
Durante estos días, he aplaudido más que en años y mis vecinos de enfrente, apenas unos desconocidos hace unos meses, se han convertido en mi cita obligada de las ocho. Los sentimientos nos desbordan. He visto a gente llorar, y reír, y más tarde llorar de nuevo, con la intensidad de un momento histórico que, sin duda, marcará nuestra vida. Y en toda esta vorágine de sensaciones contradictorias, de ansias por la curación y de anhelo por el exterior, la humanidad ha encontrado un nuevo significado para la cultura, ahora sí, convertida en bien de primera necesidad.
No lo olviden, la cultura nos ha hecho libres, nos ha convidado a expandir nuestra existencia y, de ese modo, nos ha convertido en seres más plenos y conscientes. Somos lo que somos gracias a ella. Por ello también alzamos nuestros brazos y aplaudimos, porque en nosotros sigue latiendo el espíritu de nuestros ancestros, aquellos que plasmaron sus manos en una cueva de la Patagonia argentina, quince mil años antes de Cristo, porque se resistían a pasar por este mundo sin dejar huella.
En un momento sin parangón en el que es tan fácil claudicar, no está de más recordar que la cultura era esto. Y cuando todo pase, y la normalidad vuelva a nuestras vidas, recordemos que sin cultura no hay humanidad ni tampoco cura. La cultura nos define, defendámosla.
El Ejército instala un hospital de campaña en Oviedo
El físico Álex Arenas: "Superaremos el techo sanitario en pocos días, eso significa meternos en un abismo"
Álex Arenas, físico e investigador de la Universidad Rovira y Virgili (URV) que lleva 10 años trabajando en un modelo matemático de predicción de epidemias, ha urgido a las autoridades a tomar medidas más restrictivas para frenar la expansión del coronavirus en España.
En una entrevista en Al Rojo Vivo, Arenas ha alertado de que la curva de muertos y afectados por el coronavirus evoluciona de forma creciente. Aunque admite que la situación es mejor que si no se hubiesen tomado medidas, advierte de que “queda un gran camino por hacer”.
“Realmente superaremos el techo sanitario en breve, en pocos días. Eso significa meternos en un abismo en el que no queremos estar. Si hiciéramos contención total, podríamos tratar de doblegar la curva en unos pocos días y ganar un tiempo que en estos momentos es oro”, ha explicado.
El experto ha asegurado que eso sólo se puede lograr con una “contención absoluta”, dejando en funcionamiento únicamente los “servicios mínimos esenciales” como “alimentación, farmacia o seguridad”.
“La propagación de esta enfermedad es extremadamente alta y se basa en las interacciones humanas. Necesitamos bajar el grado de esas interacciones por debajo de cuatro para evitar poner al sistema sanitario en un estrés insoportable y entrar en lo que llamamos el techo, romper el techo sanitario y quedarnos en una situación dantesca donde no se va poder atender pacientes”, ha avisado.
Arenas ha insistido en que “es cuestión de horas” y que “tomar la decisión antes no es un error en este caso”.
“Si continuamos con la movilidad laboral actual, estas personas están conectando con otras personas y cuando vuelven al domicilio tenemos otra vez la propagación. Es necesario que el Gobierno aplique lo antes posible la restricción total de movilidad. Nos jugamos muchas vidas”, ha reiterado.
El exfutbolista Andrés Palop, impactado tras lo que ha visto al ir a hacer la compra en plena cuarentena

España vive en estado de alarma desde el pasado sábado, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicó a los españoles las medidas para intentar contener al coronavirus.
En estos días, el ministerio de Sanidad ha informado en la mañana del viernes de que hay 1002 fallecidos y casi 20.000 contagiados, una cifra que irá en aumento si no se siguen las recomendaciones. La principal, no salir de casa.
El exfutbolista Andrés Palop ha contado en su cuenta de Twitter que ha salido a la calle y lo que se ha encontrado no es muy esperanzador.
“Después de 6 días hoy he tenido que ir al supermercado a por productos de primera necesidad y me he quedado sorprendido de la gente que hay circulando por la calle . Me da la sensación que el esfuerzo que estamos haciendo no va a valer de nada”, ha escrito el exportero del Sevilla.
Una reflexión que han compartido muchos de sus seguidores en Twitter, donde tiene más de 158.000 seguidores. El mensaje, publicado hace cuatro horas, tiene más de 1.300 me gusta y casi 500 compartidos.
El truco para no contagiarte al llamar al ascensor: lo único que necesitas es un mechero

Cada día se saben más datos sobre el contagio del coronavirus y los riesgos que corremos en acciones tan cotidianas como ir a la compra o bajar la basura.
Uno de los lugares por los que más pasamos estos días es el portal y con él, los que tienen, el ascensor. El virus puede durar sobrevivir varias horas en las superficies, dependiendo del material del que estén hechos.
Por eso, en China pusieron en marcha un truco para llamar al ascensor y marcar el piso sin tener que usar los dedos. Sólo necesitas algo que casi todo el mundo tiene en casa: un mechero.
Lo que ya se sabe es que el calor reduce bastante la transmisión del virus. Así que el truco es marcar los números del ascensor con la parte metálica del mechero y acto seguido encenderlo y quemarlo un poco.
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Los trucos de los trabajadores de Mercadona para hacer la compra durante la cuarentena

Mercadona se ha convertido en protagonista involuntario de la crisis del coronavirus. Desde que el 9 de marzo la Comunidad de Madrid anunció el cierre de centros educativos, la cadena de supermercados valenciana no ha dejado de ser motivo de noticia.
Estanterías vacías, carros llenos de productos inverosímiles, trabajadores desesperados, medidas extraordinarias, cancelación de los pedidos online y colas en la puerta.

El horario es diferentes estos días —de 9:00 a 19:00 horas—, pero uno no sabe nunca a qué hora ir. Si va muy pronto puede que esté lleno y si retrasa la hora de entrada quizás ya no haya nadie.
En El HuffPost Life nos hemos puesto en contacto con varios empleados de distintos establecimientos españoles —hay un total de 1.635 repartidos por todo el país— para que den respuesta a estas preguntas y conocer otras claves para ir a comprar durante la cuarentena.
1. Ve a partir de las 14.30 horas si no quieres que la tienda esté llena. A la hora de comer suele haber un vacío general que se prolonga también a la siesta. Por la tarde, la afluencia también es menor.
2. La peor hora es a primera hora porque la gente está acostumbrada a que esté todo repuesto.
3. Para encontrarte los estantes llenos es mejor ir a primera o a última hora. Los camiones reponedores suelen llegar al empezar o terminar el día y los productos se colocan según se reciben. Todos, sin dejar nada en el almacén. Antes se iban colocando a lo largo del día de forma escalonada, pero ahora si llega un palé con 200 paquetes de papel higiénico se colocan al instante. Esto explica el porqué de esta foto.
4. Evita el fin de semana. Son siempre los peores días y ahora con el confinamiento también. “Viernes y sábado sí se nota que se llega a las 150 personas de aforo del establecimiento y tenemos que poner a gente fuera, pero no soy muy consciente de cuántas personas hay en la cola”, cuenta un empleado.
5. Si no hay un producto concreto, vuelve al día siguiente. No lo hagas más tarde: si ya no está en tienda es porque probablemente ese día ya se ha agotado. Hasta que no haya otro camión, no habrá más.
6. No pretendas encontrar productos más especiales. Se venden los de primera necesidad y eso se traduce en que hay menos variedad de un tipo de alimento. Piensa que ahora mismo en tienda disponen de 500 referencias más 1.000 productos frescos y hay 8.500 huecos vacíos.
7. Olvídate de los yogures griegos con chocolate o los yogures con nueces. Lo que se venden son alimentos más básicos como los yogures de sabores o los naturales.
8. Tampoco busques productos estrella como las claras de huevo.
9. Si quieres pan, ve por la mañana. Antes se horneaba a lo largo del día, ahora suele hacerse por la mañana. Si a las seis de la tarde ya no hay pan, no se hace más.
10. No busques panes especiales porque no se están horneando. Según cuenta otro empleado, ahora mismo se trabajan cuatro referencias y normalmente hay 28.
11. La bollería y la panadería de autoservicio está cerrada. Es una cuestión sanitaria, así que ni te lo plantees.
12. No vayas a por guantes, jabón, mascarilla, alcohol o desinfectantes. No se venden ni se van a vender.
13. Frutería, carnicería y pescadería siguen estando surtidos. Reciben todos los días y no presentan (ni han presentado) problemas de desabastecimiento.
14. Piensa en el que viene después y no hagas una compra gigante. Que haya cientos de flanes no significa que el almacén esté surtido, lo que quiere decir es que esos son los productos para vender ese día. Si tú te llevas muchos, los que vienen después ya no tendrán.
15. No te dejes invadir por el pánico ni por las escenas de la televisión. Ni están desabatecidos ni lo van a estar. Tampoco van a cerrar.
16. Ten paciencia porque pronto volverán a tener todos sus productos. De hecho, ya han empezado a recibir algunos que habían pasado a un segundo plano para atender a esas necesidades básicas. “Lo más probable es que en dos semanas haya ya de todo”, apunta una empleada, que asegura que las compras compulsivas de los primeros días se han frenado.
17. Limpia las cosas al llegar a casa. ”Aunque los guantes son obligatorios, hay mucha gente que sigue haciendo la compra sin ellos. Yo recomiendo a la gente conocida que lo haga”, cuenta esa misma trabajadora.
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Asesina a su mujer en Castellón delante de sus dos hijos menores de edad

La Guardia Civil investiga un posible caso de violencia machista ocurrido este jueves en la localidad castellonense de Almassora, después de que un hombre asesinara a su pareja de 35 años delante de sus dos hijos menores de edad en su domicilio, situado en la zona costera de este municipio.
Según han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Almassora a EFE, los hechos ocurrieron en el domicilio familiar situado en el camino Om Blanc (cercano al Polígono del Serrallo) y, tras acabar con la vida de su pareja, el hombre se entregó a la Guardia Civil.
Las mismas fuentes han confirmado que el asesinato de la mujer -nacida en 1984- se cometió delante de los dos hijos menores de la pareja.
Por su parte, fuentes próximas a la investigación han añadido que el sospechoso, José F.F., se ha entregado a las 8.25 horas de este viernes en el cuartel de la Guardia Civil de Almassora y allí ha confesado que la noche anterior había matado a su pareja.
Estas fuentes han señalado que no constan antecedentes de esta pareja en el sistema integral de seguimiento de casos de Violencia de Género del Ministerio del Interior (VioGen).
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha informado a primera hora que está recabando datos sobre el asesinato de esta mujer para confirmar si es un nuevo crimen machista.
De confirmarse su naturaleza machista, el número de mujeres asesinadas por violencia de género ascendería a 17 en 2020 y a 1.050 desde que comenzaron a registrarse las estadísticas en 2003.
Además, los dos hijos menores de edad se sumarían a los nueve huérfanos que deja ya la violencia machista en lo que va de año en España.
En el caso de la Comunitat Valenciana, esta mujer de Almassora sería la tercera víctima mortal en 2020, tras los asesinatos machistas de Moraira (Alicante) en febrero y de Villanueva de Castellón (Valencia) del pasado 9 de marzo.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 51 idiomas diferentes, también durante el estado de alarma.
Decathlon responde a la petición más repetida por la emergencia del coronavirus: puede salvar vidas

La cadena de tiendas de deporte Decathlon ha respondido al llamamiento masivo que han hecho los usuarios en Twitter después de que un médico haya ideado una mascarilla de seguridad a partir de uno de sus productos. De esta forma, el doctor trata de dar solución al problema de la escasez de material sanitario en medio de la expansión del coronavirus.
Alfredo Redondo, médico en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, ha ideado gracias a la impresión 3D un adaptador para acoplar las gafas de snorkel de Decathlon y los filtros N95 de 3M parar proteger al personal sanitario en contacto con el coronavirus.
“Necesitamos difusión para que estas marcas nos faciliten el material y poder ofrecer la mejor protección a los profesionales. Porque no hemos llegado al pico y ya estamos escasos de equipos de protección”, dice el mensaje que se ha difundido por Twitter.
Ante la avalancha de peticiones en la red social, Decathlon ha respondido: “Gracias por la información, nuestros compañeros ya están con ello”.
Videojuegos para disfrutar en familia (sin necesidad de mandos)

Quedarse en casa es estos días un acto de responsabilidad y hay muchas horas, especialmente en fin de semana, que llenar. Seguramente no has caído en ello ante la avalancha de recomendaciones sobre qué libros leer, qué clásicos del cine ver y qué series devorar pero también puedes aprovechar el encierro para jugar.
Si tienes la suerte de estar confinado junto a tus seres queridos, ¿por qué no olvidarse un rato del coronavirus y echarse unas risas todos juntos con SuperMario, retarse con un juego de preguntas como Saber es Poder o investigar juntos un misterioso caso criminal, como en Intenciones Ocultas.
Si tienes una PS4, una Xbox o una Switch, aquí van algunas opciones para ti y los tuyos y recuerda que no te hacen falta muchos mandos: puedes jugar con el móvil:
Pack Playlink: Saber es Poder, Chimparty, Frantics y Melbits (PS4)
Juegos geométricos, divertidas criaturas espaciales, unos chimpancés un tanto alocados y el videojuego que os convierte en los protagonistas de un concurso de la tele. Una apuesta segura.
Pack Hasbro Family: Boggle, Trivial, Monopoly, Risk (PS4/Xbox)
Cuatro grandes clásicos de Hasbro con los que la cuarentena puede que se te haga corta. De la guerra por turnos de Risk a las palabras de Boggle, pasando por la avaricia capitalista creación de un emporio de Monopoly y el duelo de sabiduría de Trivial.
SnipperClips Plus (Switch)
Recortar puede ser adictivo, y este juego lo demuestra: más de cuarenta niveles en los que el trabajo en equipo es clave para resolver rompecabezas: deberéis estar sincronizados, tanto para encajar formas complicadas como para marcar canasta.
¡Has sido tú! (PS4)
Cualquier guía para una cuarentena happy dice que se puede aprovechar el tiempo para conocerse mejor a uno mismo y para conocer mejor a los suyos. Para eso está pensado este juego, que le quita demás toda la ñoñería a la cosa. Preguntas sobre ti y los tuyos y retos que solo se superan con mucha complicidad... o con mala leche.
Mario Kart 8 Deluxe (Switch)
No le hace falta presentación ni descripción. MARIO. KART. PUNTO.
Just Sing (PlayStation / Xbox)
El teléfono móvil se convierte en un micrófono para espantar la tristeza martilleando los oídos a tu familia o a tus compañeros de piso. Los Dioses de la Música se enfadarán contigo, pero ¿qué van a hacer, si la pandemia ya la tenemos encima?
Go Vacation (Switch)
Qué nostalgia el aire libre, ¿verdad? Con este juego de Switch podrás sentir que has recobrado la libertad total de movimientos para ir a hacer submarinismo, pescar o montar a caballo junto a los tuyos. Si lo que quieres son emociones más fuertes, también puedes tirarte en paracaídas.
Intenciones Ocultas (PS4)
Un escalofriante misterio que se enreda desde el minuto uno. Juega con hasta 5 personas más y descubre si compartis el mismo objetivo o estáis abocados a enfrentaros. Todo dependerá de lo que cada uno decida. Intrigante y adictivo.
Just Dance 2019 (PS4 / Xbox / Wii / Switch)
Disponible para varias videoconsolas y el mejor aliado o para divertirte y, al mismo tiempo, hacer ejercicio.
Cazapalabras (PS4)
Recorre el mundo y juega delante de grandes lugares de todo el mundo en 20 niveles de cazapalabras con los que medite con tu familia o amigos.
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