Los defensores de los derechos humanos son auténticos gladiadores de nuestro tiempo. Algunos son incluso atletas maratonianos que avanzan sin tregua en una larga trayectoria para denunciar las violaciones de derechos humanos a la comunidad internacional. Pero este trabajo no es solo una batalla ni una carrera, es una verdadera prueba de relevos.
Los corredores forman un elenco de personas que recopilan información, a veces en condiciones muy complicadas e incluso peligrosas - para informar, divulgar y documentar violaciones de los derechos humanos. Ellos son el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los relatores especiales, las comisiones internacionales de investigación, expertos independientes, investigadores, traductores, estadísticos y muchos más que toman el relevo de posta a posta para dárselo al siguiente corredor. Pero estos relevos pesan y no son fáciles de llevar. Esto se debe a que las violaciones de los derechos humanos no sólo son difíciles de abordar, como por ejemplo, asegurar que las leyes humanitarias y de derechos humanos se cumplan en los conflictos armados, sino que pueden también ser tremendamente brutales como lo son la tortura y las ejecuciones sumarias.
Este es un esfuerzo colosal que no termina con medallas para ninguno de los atletas que, a veces, en su búsqueda de la verdad, sufren represalias e incluso arriesgan sus vidas en manos de las autoridades o grupos violentos. La hazaña termina con que todos nosotros podamos pasear tranquilos seguros de que no seremos detenidos arbitrariamente. Termina con que niñas no sean forzadas al matrimonio y que no sean privadas de su derecho a formarse en la escuela. Termina con que todas las personas con discapacidades, minorías religiosas, pueblos indígenas, lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas transexuales ejerzan y disfruten de sus derechos libres de toda discriminación. También concluye cuando cese el hostigamiento, amedrentamiento o acallamiento de los periodistas y los defensores de los derechos humanos . Esta es una prueba de largo recorrido en donde todos nos jugamos mucho pero son los más vulnerables a sufrir violaciones de sus derechos los que dependen últimamente de ella. Lo que es más, esta no es una prueba arremetida por atletas profesionales, es una carrera acometida por personas comunes y corrientes pero a la vez comprometidas con defender sus derechos y los derechos de los demás.
Aún nos queda un largo camino por delante pero el reciente maratón de tres semanas de reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que acaba de concluir en Ginebra, rubricó una etapa crucial de esta larga prueba de relevos.
Los corredores forman un elenco de personas que recopilan información, a veces en condiciones muy complicadas e incluso peligrosas - para informar, divulgar y documentar violaciones de los derechos humanos. Ellos son el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los relatores especiales, las comisiones internacionales de investigación, expertos independientes, investigadores, traductores, estadísticos y muchos más que toman el relevo de posta a posta para dárselo al siguiente corredor. Pero estos relevos pesan y no son fáciles de llevar. Esto se debe a que las violaciones de los derechos humanos no sólo son difíciles de abordar, como por ejemplo, asegurar que las leyes humanitarias y de derechos humanos se cumplan en los conflictos armados, sino que pueden también ser tremendamente brutales como lo son la tortura y las ejecuciones sumarias.
Este es un esfuerzo colosal que no termina con medallas para ninguno de los atletas que, a veces, en su búsqueda de la verdad, sufren represalias e incluso arriesgan sus vidas en manos de las autoridades o grupos violentos. La hazaña termina con que todos nosotros podamos pasear tranquilos seguros de que no seremos detenidos arbitrariamente. Termina con que niñas no sean forzadas al matrimonio y que no sean privadas de su derecho a formarse en la escuela. Termina con que todas las personas con discapacidades, minorías religiosas, pueblos indígenas, lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas transexuales ejerzan y disfruten de sus derechos libres de toda discriminación. También concluye cuando cese el hostigamiento, amedrentamiento o acallamiento de los periodistas y los defensores de los derechos humanos . Esta es una prueba de largo recorrido en donde todos nos jugamos mucho pero son los más vulnerables a sufrir violaciones de sus derechos los que dependen últimamente de ella. Lo que es más, esta no es una prueba arremetida por atletas profesionales, es una carrera acometida por personas comunes y corrientes pero a la vez comprometidas con defender sus derechos y los derechos de los demás.
Aún nos queda un largo camino por delante pero el reciente maratón de tres semanas de reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que acaba de concluir en Ginebra, rubricó una etapa crucial de esta larga prueba de relevos.