Agosto es el mes del romance, una buena ocasión para hablar sobre cómo coger tus fantasías románticas y ponerlas en acción. ¿Cómo se consigue que una relación funcione? ¿Cuál es el secreto? La cosa empieza por ti. ¿Estás feliz con la vida que te has creado? ¿Trabajas en algo que odias o te estás construyendo una carrera a tu medida? Si no te has enfrentado a tu propia felicidad por ti mismo, deja de leer esto. Pero si ya sabes lo que quieres, esto es para ti.
1. La amistad es importante, pero el sexo también lo es si quieres mantener tu relación viva. No hay nada que sustituya el contacto íntimo y el satisfacerse el uno al otro. Si estás casado y no tienes relaciones sexuales al menos una vez a la semana, tienes que empezar ya a fijar fechas. ¿Que no es muy romántico? Hay veces en que eso es muy importante, pero otras veces, el sexo simplemente consiste en hacerlo.
Ah, y ni se te ocurra decirte a ti misma "es mi media naranja" antes de haberte acostado con él. No estamos en el siglo XX y este tipo de ignorancia es una idea a lo Cenicienta del romanticismo, pero no es práctico.
2. Mantén tus rituales en el baño -todos ellos- como algo privado. La urgente necesidad de conocerse el uno al otro al principio es fuerte. Siempre deberíais mantener un espacio propio, sin embargo. Ya sea para arreglarte o para hacer pis, hay momentos que tu pareja no necesita ver.
3. Tu relación es algo entre tú y tu pareja. Ninguna otra persona debe ser invitada, incluida tu madre. ¿Tienes una pelea y quieres correr a contarle a tu mejor amiga lo imbécil que es tu novio? No compartas los detalles, ninguno de ellos. Hay muchas posibilidades de que el enfado se te pase, pero que en el futuro te recuerden cosas que dijiste y que nadie debería haber sabido nunca.
4. Sed agradecidos y amables el uno con el otro. Decir "gracias" cuando te invitan a cenar es un gesto que puede parecer pequeño, pero importa. Muéstrale aprecio a tu pareja, hazlo con frecuencia y sintiéndolo de verdad.
5. No tengas miedo de tener una pelea. Gritarse no es la mejor manera de hacerlo, pero también ocurre. Verbaliza lo que está mal o lo que te molestó y hazlo honestamente. Tienes que respetar mucho a tu pareja para decirle la verdad. No hace falta ser hiriente, pero tienes que ser capaz de decir lo que te ronda por la cabeza y hacerlo respetando que tu pareja no tiene por qué venirse abajo por tus críticas o lo que sea que te molestó.
6. Ambos tenéis que llevar en alguna medida un estilo de vida sano. Esto significa una dieta que tenga elementos nutritivos para alimentar el cuerpo, la mente y el alma. El modo fiesta también es necesario, pero el alcohol y la marihuana deben consumirse de forma responsable y con moderación. Demasiados tóxicos a la vez pueden alterar una relación bastante deprisa, y no para bien.
7. Divertíos juntos tanto como podáis. Una relación a largo plazo no puede sobrevivir sin risas.
8. El ego nos puede salvar, pero también puede destrozar una relación. No hay sitio para el ego, ni para andar todo el día apuntando los errores y aciertos de cada uno en una libreta. Tienes que ser capaz de admitir simplemente cuándo aciertas y cuándo te equivocas.
Lo último (al menos por ahora), que nos devuelve al primer punto. Después de hablar con muchos hombres desde la trinchera, he aprendido que una de las razones por las que engañan a sus parejas es porque no creen que puedan hacer con ellas lo que les apetecería. El problema no es de las mujeres, por supuesto, sino de los hombres que a menudo colocan a sus parejas en un pedestal, algo de lo que yo sé mucho. No hay nada más poderoso o sexy que una mujer abriendo su sexualidad a un hombre.
Cualquier hombre que piense que todavía estamos en los tiempos en los que las mujeres no disfrutaban del sexo tanto como ellos va a necesitar seguramente mucha reeducación, y tienes que decidir si merece la pena o no.
1. La amistad es importante, pero el sexo también lo es si quieres mantener tu relación viva. No hay nada que sustituya el contacto íntimo y el satisfacerse el uno al otro. Si estás casado y no tienes relaciones sexuales al menos una vez a la semana, tienes que empezar ya a fijar fechas. ¿Que no es muy romántico? Hay veces en que eso es muy importante, pero otras veces, el sexo simplemente consiste en hacerlo.
Ah, y ni se te ocurra decirte a ti misma "es mi media naranja" antes de haberte acostado con él. No estamos en el siglo XX y este tipo de ignorancia es una idea a lo Cenicienta del romanticismo, pero no es práctico.
2. Mantén tus rituales en el baño -todos ellos- como algo privado. La urgente necesidad de conocerse el uno al otro al principio es fuerte. Siempre deberíais mantener un espacio propio, sin embargo. Ya sea para arreglarte o para hacer pis, hay momentos que tu pareja no necesita ver.
3. Tu relación es algo entre tú y tu pareja. Ninguna otra persona debe ser invitada, incluida tu madre. ¿Tienes una pelea y quieres correr a contarle a tu mejor amiga lo imbécil que es tu novio? No compartas los detalles, ninguno de ellos. Hay muchas posibilidades de que el enfado se te pase, pero que en el futuro te recuerden cosas que dijiste y que nadie debería haber sabido nunca.
4. Sed agradecidos y amables el uno con el otro. Decir "gracias" cuando te invitan a cenar es un gesto que puede parecer pequeño, pero importa. Muéstrale aprecio a tu pareja, hazlo con frecuencia y sintiéndolo de verdad.
5. No tengas miedo de tener una pelea. Gritarse no es la mejor manera de hacerlo, pero también ocurre. Verbaliza lo que está mal o lo que te molestó y hazlo honestamente. Tienes que respetar mucho a tu pareja para decirle la verdad. No hace falta ser hiriente, pero tienes que ser capaz de decir lo que te ronda por la cabeza y hacerlo respetando que tu pareja no tiene por qué venirse abajo por tus críticas o lo que sea que te molestó.
6. Ambos tenéis que llevar en alguna medida un estilo de vida sano. Esto significa una dieta que tenga elementos nutritivos para alimentar el cuerpo, la mente y el alma. El modo fiesta también es necesario, pero el alcohol y la marihuana deben consumirse de forma responsable y con moderación. Demasiados tóxicos a la vez pueden alterar una relación bastante deprisa, y no para bien.
7. Divertíos juntos tanto como podáis. Una relación a largo plazo no puede sobrevivir sin risas.
8. El ego nos puede salvar, pero también puede destrozar una relación. No hay sitio para el ego, ni para andar todo el día apuntando los errores y aciertos de cada uno en una libreta. Tienes que ser capaz de admitir simplemente cuándo aciertas y cuándo te equivocas.
Lo último (al menos por ahora), que nos devuelve al primer punto. Después de hablar con muchos hombres desde la trinchera, he aprendido que una de las razones por las que engañan a sus parejas es porque no creen que puedan hacer con ellas lo que les apetecería. El problema no es de las mujeres, por supuesto, sino de los hombres que a menudo colocan a sus parejas en un pedestal, algo de lo que yo sé mucho. No hay nada más poderoso o sexy que una mujer abriendo su sexualidad a un hombre.
Cualquier hombre que piense que todavía estamos en los tiempos en los que las mujeres no disfrutaban del sexo tanto como ellos va a necesitar seguramente mucha reeducación, y tienes que decidir si merece la pena o no.
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