Desde la distancia del emigrante es más fácil observar los cambios de la sociedad española, tanto de sus instituciones como del sentir de sus habitantes. Si bien hace unos años todos los españoles se sentían orgullosos de serlo y presumían de vivir en el mejor de los países, al iniciarse la crisis la gente empezó a cambiar su visión de España. La situación actual ha hecho que cualquier conversación termine siempre haciendo referencias a la falta de trabajo, a los desahucios, a los bancos que estafan, a la corrupción, a políticos sin escrúpulos, etc. Hace ya años que hemos dejado de vivir en el paraíso.
Existe un fenómeno que se conoce como narcotización, que consiste en que, cuando estás sobreexpuesto a algo negativo, dejas de luchar contra ello y lo aceptas como inevitable. Los españoles, al encender la tele o conversar con amigos y familiares, están sobreexpuestos al infortunio de la situación actual y corren el peligro de considerar que es algo ineludible y que además lo deben sufrir siguiendo los dictados de unos políticos que viven en un coto privado de prebendas y privilegios.
Foto Facebook Círculo Podemos de Cornellà de Ll.
En este contexto, la irrupción de Podemos en el panorama político, más allá de debates ideológicos, ha supuesto un golpe de puño en la mesa de una parte de la sociedad, que no está dispuesta a aceptar como inevitable ni la situación actual, ni que sean los políticos de los mismos partidos que nos han abocado a ella los que nos saquen del agujero en el que está el país.
A principios de julio asistí a la Segunda Asamblea del Círculo Podemos de Cornellà de Llobregat (Barcelona) y posteriormente participé en una de las comisiones de trabajo, las cuales son también abiertas. El primer cambio evidente respecto al funcionamiento de los grandes partidos tradicionales es que todas las decisiones están consensuadas en una asamblea que se desarrolla con una dinámica que no permite los debates eternos, puesto que está organizada de tal manera que se pueden presentar los puntos del orden del día, debatirlos y votarlos sin que tengan que transcurrir horas y horas.
Otro punto interesante se refiere a la financiación. Podemos huye de los bancos como los gatos del agua. Si los Círculos se financiaran gracias al dinero de los bancos, éstos se convertirían en agentes que, aun sin participar en las asambleas directamente, influirían en ellas y en las decisiones que se tomaran. Así que las decisiones que se aprueban están tomadas en función de las necesidades de la gente y no según a quién se deben favores.
Foto Facebook Círculo Podemos de Cornellà de Ll.
Los dos puntos anteriores son una muestra del cambio que suponen respecto a los partidos tradicionales, y son la causa de que lleguen a un amplio espectro de la sociedad española más allá de las ideologías. Ya seas de izquierdas o de derechas, puedes estar a favor de que las decisiones se tomen sin coacciones de los diferentes poderes fácticos y para el bien de la gente. De hecho, pensaba que en las asambleas encontraría muchos votantes de Iniciativa per Catalunya y otros partidos situados a la izquierda del PSOE. Pero no fue así. Muchos eran exvotantes del PSOE e incluso alguno del PP. Al tomar la palabra, muchos de los participantes en la asamblea de julio decían: "Yo he sido toda mi vida votante del PSOE, pero...". Y ese pero escondía ineludiblemente un profundo desengaño con los partidos que nos han gobernado hasta ahora.
No obstante, las personas que forman el Círculo Podemos de Cornellà de Llobregat no han sucumbido al desengaño y la frustración y se han lanzado con ilusión y sin intereses ocultos a la creación de una plataforma ciudadana capaz de catalizar la energía y las necesidades con el fin último de conseguir que las instituciones que gestionan el bien público estén al servicio de la gente.
En la asamblea a la que asistí a principios de julio participaron unas cincuenta personas. En la siguiente, celebrada a principios de septiembre, había unas ciento cincuenta. El interés por Podemos y su forma de entender la política sigue en aumento y cuando ocupen una parcela de poder real en las diferentes administraciones, será el momento de comprobar la efectividad y el beneficio de esta regeneración de la democracia.
Existe un fenómeno que se conoce como narcotización, que consiste en que, cuando estás sobreexpuesto a algo negativo, dejas de luchar contra ello y lo aceptas como inevitable. Los españoles, al encender la tele o conversar con amigos y familiares, están sobreexpuestos al infortunio de la situación actual y corren el peligro de considerar que es algo ineludible y que además lo deben sufrir siguiendo los dictados de unos políticos que viven en un coto privado de prebendas y privilegios.
Foto Facebook Círculo Podemos de Cornellà de Ll.
En este contexto, la irrupción de Podemos en el panorama político, más allá de debates ideológicos, ha supuesto un golpe de puño en la mesa de una parte de la sociedad, que no está dispuesta a aceptar como inevitable ni la situación actual, ni que sean los políticos de los mismos partidos que nos han abocado a ella los que nos saquen del agujero en el que está el país.
A principios de julio asistí a la Segunda Asamblea del Círculo Podemos de Cornellà de Llobregat (Barcelona) y posteriormente participé en una de las comisiones de trabajo, las cuales son también abiertas. El primer cambio evidente respecto al funcionamiento de los grandes partidos tradicionales es que todas las decisiones están consensuadas en una asamblea que se desarrolla con una dinámica que no permite los debates eternos, puesto que está organizada de tal manera que se pueden presentar los puntos del orden del día, debatirlos y votarlos sin que tengan que transcurrir horas y horas.
Otro punto interesante se refiere a la financiación. Podemos huye de los bancos como los gatos del agua. Si los Círculos se financiaran gracias al dinero de los bancos, éstos se convertirían en agentes que, aun sin participar en las asambleas directamente, influirían en ellas y en las decisiones que se tomaran. Así que las decisiones que se aprueban están tomadas en función de las necesidades de la gente y no según a quién se deben favores.
Foto Facebook Círculo Podemos de Cornellà de Ll.
Los dos puntos anteriores son una muestra del cambio que suponen respecto a los partidos tradicionales, y son la causa de que lleguen a un amplio espectro de la sociedad española más allá de las ideologías. Ya seas de izquierdas o de derechas, puedes estar a favor de que las decisiones se tomen sin coacciones de los diferentes poderes fácticos y para el bien de la gente. De hecho, pensaba que en las asambleas encontraría muchos votantes de Iniciativa per Catalunya y otros partidos situados a la izquierda del PSOE. Pero no fue así. Muchos eran exvotantes del PSOE e incluso alguno del PP. Al tomar la palabra, muchos de los participantes en la asamblea de julio decían: "Yo he sido toda mi vida votante del PSOE, pero...". Y ese pero escondía ineludiblemente un profundo desengaño con los partidos que nos han gobernado hasta ahora.
No obstante, las personas que forman el Círculo Podemos de Cornellà de Llobregat no han sucumbido al desengaño y la frustración y se han lanzado con ilusión y sin intereses ocultos a la creación de una plataforma ciudadana capaz de catalizar la energía y las necesidades con el fin último de conseguir que las instituciones que gestionan el bien público estén al servicio de la gente.
En la asamblea a la que asistí a principios de julio participaron unas cincuenta personas. En la siguiente, celebrada a principios de septiembre, había unas ciento cincuenta. El interés por Podemos y su forma de entender la política sigue en aumento y cuando ocupen una parcela de poder real en las diferentes administraciones, será el momento de comprobar la efectividad y el beneficio de esta regeneración de la democracia.