Fuente: MADRID.ORG
Botella se va (¡al fin!), pero antes de irse ha decidido cambiar las marquesinas de las paradas de autobús, en Madrid. Un dineral, ¡seguro!
Objetivo del cambio: que las personas sin techo o las personas enfermas sin recursos no puedan tumbarse en los bancos de las paradas. Para eso ha imaginado unos separadores verticales, en unos casos, o asientos individuales con espacio en medio que impiden alargarse y buscar la horizontal a cualquiera que lo necesite.
También anda la alcaldesa cambiando los bancos de las plazas, con el mismo fin. En Madrid se ha levantado un movimiento, #ArreglaTuMarquesina, para arrancar los malditos separadores de los asientos y bancos. Es el grito ciudadano ante decisiones calculadamente crueles del Gobierno municipal. Ana Botella se irá enarbolando el penoso título de haber sido la alcaldesa antipersonas.
Adiós, Doña Ana.