El colecho es cuando un bebé o un niño comparte la cama con sus padres.
Es un tema interesante por lo que significa la dinámica para una pareja que entra en cierta crisis con la llegada de un nuevo integrante a la familia. ¿Es bueno el colecho para la pareja? ¿Es un riesgo para la salud del bebé?
En general, las mujeres tienden a querer que el bebé duerma en la cama con su pareja, porque a la madre le cuesta separarse de su hijo/a, ya que la conexión emocional es muy fuerte. A veces, no lo pensamos, pero la separación de un hijo que creció dentro de su madre durante 9 meses es una crisis importante.
Está muy claro que hay una gran movilización interna. No se suele pensar que dentro de la madre creció un hijo, que durante el embarazo existió una continuidad biológica, y que luego, cuando llega el nacimiento, se produce una separación física.
Para los hombres es mas fácil oponerse al colecho, porque generalmente se sienten desplazados por toda la situación nueva. Es también parte de una crisis, donde el hombre, aunque sea su hijo/a y le ame profundamente, se siente desplazado emocionalmente -y también físicamente- en su propia cama.
No es mi área de especialización y, por lo tanto, no voy a explicar el tema psicológico que involucra al bebé o a un niño y a la pareja que duermen en la misma cama. La idea de esta columna es compartir que esta situación fue analizada desde un enfoque médico por un grupo de científicos de la Erasmus University Rotterdam, Páises Bajos (Holanda). Este grupo de investigadores publicó un estudio recientemente, en marzo de 2015, que demostró que el colecho aumenta el riesgo de desarrollar asma en los chicos.
El asma es una enfermedad pulmonar crónica en la cual se produce una inflamación de las vías respiratorias. Al inflamarse las vías respiratorias, se estrechan y, a su vez, se produce una excesiva cantidad de mucosidad. Esta situación dificulta la respiración normal, causando falta de aire, tos, sibilancias (por la falta de aire se produce un silbido) y opresión en el pecho (sensación de pesadez).
Los resultado del estudio mencionado surgieron de la información analizada de un cuestionario contestado por 6160 madres. Este estudio concluyó que los chicos que dormían con sus padres (colecho) por un período de dos años tenían un mayor riesgo de desarrollar asma cuando tenían seis años de edad.
Este estudio sugiere que el colecho durante la niñez temprana aumenta el riesgo de asma en edades más avanzadas, y no al revés. Aunque esta conclusión es interesante en cuanto al nuevo hallazgo, los autores no han podido determinar el mecanismo causal de esta asociación, por lo que más estudios son necesarios en el futuro para determinar la causalidad.
La causa del asma es multifactorial, por lo que hay factores de riesgo externos/ambientales, y también factores genéticos. Las personas que tienen ciertas variantes (alteraciones) en algunos genes tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad respiratoria, como por ejemplo ORMDL3 e IL1RL1.
En cuanto a los factores externos/ambientales, la exposición a varias sustancias puede desencadenar un ataque asmático, como es el caso del polen, la caspa de animales, emociones/sensaciones fuertes y estrés, algunos alimentos, algunas enfermedades (resfriado común, reflujo gastroesofágico, sinusitis o rinitis), actividad física, algunos medicamentos (betabloqueantes, aspirina, ibuprofeno y naproxeno), la obesidad, el tabaco y algunas actividades laborales o productos diversos (alérgenos animales, plantas, cereales, insectos, metales, drogas, madera, pegamento, entre tantos otros agentes).
Este nuevo estudio demuestra que esta situación podría llegar a considerarse como un nuevo factor de riesgo para el asma. Por lo tanto, debe ser tenido en cuenta.
En este debate, algunos están a favor y otros en contra. Ahora hay otro motivo más para fortalecer una postura contraria: hay un mayor riesgo para ese bebé de desarrollar asma. Así que las recientes mamás o futuras mamás deberían prestar atención, y aunque les cueste, sería bueno que dejaran de lado el colecho.
Es un tema interesante por lo que significa la dinámica para una pareja que entra en cierta crisis con la llegada de un nuevo integrante a la familia. ¿Es bueno el colecho para la pareja? ¿Es un riesgo para la salud del bebé?
En general, las mujeres tienden a querer que el bebé duerma en la cama con su pareja, porque a la madre le cuesta separarse de su hijo/a, ya que la conexión emocional es muy fuerte. A veces, no lo pensamos, pero la separación de un hijo que creció dentro de su madre durante 9 meses es una crisis importante.
Está muy claro que hay una gran movilización interna. No se suele pensar que dentro de la madre creció un hijo, que durante el embarazo existió una continuidad biológica, y que luego, cuando llega el nacimiento, se produce una separación física.
Para los hombres es mas fácil oponerse al colecho, porque generalmente se sienten desplazados por toda la situación nueva. Es también parte de una crisis, donde el hombre, aunque sea su hijo/a y le ame profundamente, se siente desplazado emocionalmente -y también físicamente- en su propia cama.
No es mi área de especialización y, por lo tanto, no voy a explicar el tema psicológico que involucra al bebé o a un niño y a la pareja que duermen en la misma cama. La idea de esta columna es compartir que esta situación fue analizada desde un enfoque médico por un grupo de científicos de la Erasmus University Rotterdam, Páises Bajos (Holanda). Este grupo de investigadores publicó un estudio recientemente, en marzo de 2015, que demostró que el colecho aumenta el riesgo de desarrollar asma en los chicos.
El asma es una enfermedad pulmonar crónica en la cual se produce una inflamación de las vías respiratorias. Al inflamarse las vías respiratorias, se estrechan y, a su vez, se produce una excesiva cantidad de mucosidad. Esta situación dificulta la respiración normal, causando falta de aire, tos, sibilancias (por la falta de aire se produce un silbido) y opresión en el pecho (sensación de pesadez).
Los resultado del estudio mencionado surgieron de la información analizada de un cuestionario contestado por 6160 madres. Este estudio concluyó que los chicos que dormían con sus padres (colecho) por un período de dos años tenían un mayor riesgo de desarrollar asma cuando tenían seis años de edad.
Este estudio sugiere que el colecho durante la niñez temprana aumenta el riesgo de asma en edades más avanzadas, y no al revés. Aunque esta conclusión es interesante en cuanto al nuevo hallazgo, los autores no han podido determinar el mecanismo causal de esta asociación, por lo que más estudios son necesarios en el futuro para determinar la causalidad.
La causa del asma es multifactorial, por lo que hay factores de riesgo externos/ambientales, y también factores genéticos. Las personas que tienen ciertas variantes (alteraciones) en algunos genes tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad respiratoria, como por ejemplo ORMDL3 e IL1RL1.
En cuanto a los factores externos/ambientales, la exposición a varias sustancias puede desencadenar un ataque asmático, como es el caso del polen, la caspa de animales, emociones/sensaciones fuertes y estrés, algunos alimentos, algunas enfermedades (resfriado común, reflujo gastroesofágico, sinusitis o rinitis), actividad física, algunos medicamentos (betabloqueantes, aspirina, ibuprofeno y naproxeno), la obesidad, el tabaco y algunas actividades laborales o productos diversos (alérgenos animales, plantas, cereales, insectos, metales, drogas, madera, pegamento, entre tantos otros agentes).
Este nuevo estudio demuestra que esta situación podría llegar a considerarse como un nuevo factor de riesgo para el asma. Por lo tanto, debe ser tenido en cuenta.
En este debate, algunos están a favor y otros en contra. Ahora hay otro motivo más para fortalecer una postura contraria: hay un mayor riesgo para ese bebé de desarrollar asma. Así que las recientes mamás o futuras mamás deberían prestar atención, y aunque les cueste, sería bueno que dejaran de lado el colecho.
Si te interesan estos temas, puedes leer mi nuevo libro Genética. Cómo puede cambiar nuestras vidas (Paidós).