Hoy en día, todo el mundo ha oído hablar del mercado gay, del dinero rosa. Cualquier empresario sabe que es un nicho de mercado claramente diferenciado, compuesto por un volumen importante de personas -según los estudios, a la fecha, el 10% de los hombres son gays -, con un poder adquisitivo y un nivel de consumo por encima de la media. En el sector turismo, por ejemplo, el mercado gay mueve alrededor de un 16% del gasto total a nivel mundial, unos 185.000 millones de dólares anuales, según la OMT (Organización Mundial de Turismo).
Hoy en día existen destinos posicionados internacionalmente como destinos gayfriendly que atraen cada año millones de turistas gays. Ibiza o Maspalomas en España, Mykonos, Buenos Aires y Tel Aviv en otros continentes, son ejemplos de lugares que cuentan con una oferta dirigida al hombre gay y con un entorno amigable que respeta a las parejas de hombres o grupos de amigos gays que deciden disfrutar allí de sus vacaciones.
Hoy en día existe todo un tejido empresarial alrededor del hombre gay a nivel mundial. Existen cadenas de hoteles hetero-friendly dirigidas a hombres gays (Axel Hoteles), servicios específicos desarrollados para hombres, como son las saunas o lugares para cruising, o guías turísticas para el hombre gay (Spartacus o Mallorca Gay Map, por ejemplo).
Hoy en día, empresas tan prestigiosas como El Corte Inglés o Coca-Cola ya lanzan en España campañas publicitarias en las que incluyen a dos hombres enamorados en el día de San Valentín o a una familia de dos papás con su niño como ejemplo de otros modelos de familias.
Y en todo esto, yo me pregunto... ¿dónde están las mujeres lesbianas? ¿Existen? Así como la demanda y la oferta gay está muy desarrollada en el mercado, no se oye hablar del mercado lésbico como una gran oportunidad de negocio...
¿Será que no somos tantas? Parece que esta no debe ser la razón... Según los estudios que se han hecho hasta la fecha, existe la misma proporción de mujeres lesbianas sobre el total de mujeres que de hombres gays sobre el total de hombres. Somos 1 de cada 10. Es una probabilidad estadística, como ser zurda o ser libra.
¿Será que no consumimos? Parece que esta tampoco es la razón... Como mujeres que somos, somos consumidoras, claro que sí. Además, tenemos un nivel adquisitivo promedio por encima de la mujer heterosexual. Según un reciente estudio de la Universidad de Melbourne, ganamos un 33% más en promedio que el resto de mujeres.
¿Será que no tenemos unas necesidades específicas como consumidoras? ¡Por supuesto que tenemos unas necesidades específicas diferenciadas! En España hemos pasado de 2 a 5 festivales para mujeres lesbianas en 3 años y el Festival ELLA, festival internacional de ocio, cultura, arte, deporte y gastronomía para mujeres lesbianas que se celebra en Palma de Mallorca en septiembre tuvo casi 2.000 mujeres en 2014 (2ª edición), experimentando un crecimiento de casi el 140% respecto a su primera edición de 2013. Cuando se crea una oferta de calidad adaptada para nosotras, entonces sí aparecemos...
¿Será que las mujeres siempre vamos un poco más tarde? ¿Será que estamos como los hombres hace unos 15-20 años, cuando se empezaba a oír hablar del mercado gay?
Nosotras creemos que esta hipótesis sí se acerca más a la realidad. Y estamos convencidas de que ha llegado el turno de la mujer. Estamos en España en 2015, el país y el momento adecuados para intentar capturar la gran oportunidad que existe a nivel mundial, afrontando el reto que supone entender y desarrollar el mercado lésbico. ¿Nos atrevemos? Nosotras, sí.