Más de 500 millones de personas de toda Europa están padeciendo una crisis sin precedentes en nuestra historia más reciente. Personas que trabajan, que están en desempleo, que son pensionistas, autónomos, que van a la escuela o al médico y que utilizan el transporte público.
Personas que, con su consumo o sus impuestos (que pagan a pesar de las continuas subidas económicas y los recortes en el servicio), están generando riqueza colectiva que ha hecho posible que evitemos el pozo de una nueva recesión.
Sin embargo, a todas esas personas, que han cargado con el peso de esta crisis, se les está dejando en la cuneta. Y en cambio, con el fin de salvar a las entidades bancarias y los mercados financieros, los gobiernos europeos están aplicando el "austericidio" por bandera y están destruyendo todos los pilares de un Estado de Bienestar.
En este Primero de Mayo, demandamos un cambio en las políticas, que se pongan fin a los recortes, a esta malentendida austeridad, tanto a nivel europeo como en España. En este Primero de Mayo, los trabajadores vamos a decir que "Así no salimos de la crisis".
Las reiteradas manifestaciones de recuperación con las que nos obsequia una y otra vez el Gobierno no se compadecen con la realidad. Más de cinco millones de desempleados, una tasa de paro cercana al 24%, el 52% de nuestros jóvenes sin trabajo, 1,8 millones de hogares donde no entra ningún ingreso, altos niveles de pobreza y de desigualdad y unos servicios públicos cada vez más mermados nos dicen que no estamos en recuperación; ni siquiera que estemos saliendo de la crisis.
La salida de la crisis solo se producirá cuando las personas perciban esa mejora económica.
Es imprescindible que se ponga en el epicentro de todas las medidas la reactivación de la actividad y la creación de empleo estable y con derechos, a partir de un cambio de modelo hacia uno más sostenible y equilibrado, que se centre en los sectores más eficientes y productivos, y de medidas de protección a los trabajadores y desempleados de nuestro país.
Medidas como potenciar las inversiones en I+D+i o reformar el sistema energético; subir el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 800 euros en 2016; mejorar el sistema de prestaciones por desempleo para ampliar la protección a las personas sin trabajo; o retirar de manera inmediata esta reforma laboral tan lesiva y la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno del PP en 2013, con el fin de restablecer, a través de un consenso en el Pacto de Toledo, un sistema que garantice el poder adquisitivo de las mismas, entre otras cuestiones.
Una verdadera agenda de progreso que nos permita salir de la crisis definitivamente de manera solidaria y sentar las bases para un desarrollo futuro sostenible. Los trabajadores y trabajadoras ya han arrimado el hombro en los peores años de la crisis. Ahora es necesario un esfuerzo solidario por parte de empresarios y Administraciones Públicas.
Y en ese camino de progreso, las organizaciones sindicales vamos a impulsar una campaña en defensa de la negociación colectiva y la mejora real de los salarios, para que exista una negociación colectiva equilibrada y eficaz que garantice los derechos laborales y los salarios aumenten en términos reales con el fin de reactivar el consumo y la inversión y mejorar el nivel de vida de las familias; y también iniciaremos la recogida de las 500.000 firmas necesarias para tramitar en el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular por una prestación de ingresos mínimos, una prestación no contributiva dentro de la Seguridad Social que asegure la atención de las necesidades más esenciales de los desempleados sin recursos económicos.
Junto a esto, es fundamental recuperar y fortalecer la democracia, las libertades y los derechos fundamentales socavados por la agenda de reformas del Partido Popular, que vamos a seguir combatiendo con todos los instrumentos legales a nuestro alcance. En este sentido, continuaremos apoyando a los compañeros y compañeras sindicalistas imputados, y hasta condenados (como los cinco sindicalistas de ArcelorMittal), por ejercer el derecho constitucional de huelga en defensa de los trabajadores.
Son las personas, y no los mercados, los que van a sacarnos de la crisis. Y son ellas las que van a fortalecer los pilares de nuestro Estado de Bienestar para que iniciemos la senda de la recuperación que, de manera real, necesitan las familias de nuestro país, no la que necesita el Gobierno del Partido Popular.
Personas que, con su consumo o sus impuestos (que pagan a pesar de las continuas subidas económicas y los recortes en el servicio), están generando riqueza colectiva que ha hecho posible que evitemos el pozo de una nueva recesión.
Sin embargo, a todas esas personas, que han cargado con el peso de esta crisis, se les está dejando en la cuneta. Y en cambio, con el fin de salvar a las entidades bancarias y los mercados financieros, los gobiernos europeos están aplicando el "austericidio" por bandera y están destruyendo todos los pilares de un Estado de Bienestar.
En este Primero de Mayo, demandamos un cambio en las políticas, que se pongan fin a los recortes, a esta malentendida austeridad, tanto a nivel europeo como en España. En este Primero de Mayo, los trabajadores vamos a decir que "Así no salimos de la crisis".
Las reiteradas manifestaciones de recuperación con las que nos obsequia una y otra vez el Gobierno no se compadecen con la realidad. Más de cinco millones de desempleados, una tasa de paro cercana al 24%, el 52% de nuestros jóvenes sin trabajo, 1,8 millones de hogares donde no entra ningún ingreso, altos niveles de pobreza y de desigualdad y unos servicios públicos cada vez más mermados nos dicen que no estamos en recuperación; ni siquiera que estemos saliendo de la crisis.
La salida de la crisis solo se producirá cuando las personas perciban esa mejora económica.
Es imprescindible que se ponga en el epicentro de todas las medidas la reactivación de la actividad y la creación de empleo estable y con derechos, a partir de un cambio de modelo hacia uno más sostenible y equilibrado, que se centre en los sectores más eficientes y productivos, y de medidas de protección a los trabajadores y desempleados de nuestro país.
Medidas como potenciar las inversiones en I+D+i o reformar el sistema energético; subir el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 800 euros en 2016; mejorar el sistema de prestaciones por desempleo para ampliar la protección a las personas sin trabajo; o retirar de manera inmediata esta reforma laboral tan lesiva y la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno del PP en 2013, con el fin de restablecer, a través de un consenso en el Pacto de Toledo, un sistema que garantice el poder adquisitivo de las mismas, entre otras cuestiones.
Una verdadera agenda de progreso que nos permita salir de la crisis definitivamente de manera solidaria y sentar las bases para un desarrollo futuro sostenible. Los trabajadores y trabajadoras ya han arrimado el hombro en los peores años de la crisis. Ahora es necesario un esfuerzo solidario por parte de empresarios y Administraciones Públicas.
Y en ese camino de progreso, las organizaciones sindicales vamos a impulsar una campaña en defensa de la negociación colectiva y la mejora real de los salarios, para que exista una negociación colectiva equilibrada y eficaz que garantice los derechos laborales y los salarios aumenten en términos reales con el fin de reactivar el consumo y la inversión y mejorar el nivel de vida de las familias; y también iniciaremos la recogida de las 500.000 firmas necesarias para tramitar en el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular por una prestación de ingresos mínimos, una prestación no contributiva dentro de la Seguridad Social que asegure la atención de las necesidades más esenciales de los desempleados sin recursos económicos.
Junto a esto, es fundamental recuperar y fortalecer la democracia, las libertades y los derechos fundamentales socavados por la agenda de reformas del Partido Popular, que vamos a seguir combatiendo con todos los instrumentos legales a nuestro alcance. En este sentido, continuaremos apoyando a los compañeros y compañeras sindicalistas imputados, y hasta condenados (como los cinco sindicalistas de ArcelorMittal), por ejercer el derecho constitucional de huelga en defensa de los trabajadores.
Son las personas, y no los mercados, los que van a sacarnos de la crisis. Y son ellas las que van a fortalecer los pilares de nuestro Estado de Bienestar para que iniciemos la senda de la recuperación que, de manera real, necesitan las familias de nuestro país, no la que necesita el Gobierno del Partido Popular.