Si hubiera que nominar a tres personajes gastronómicos de toda la historia de la literatura negro criminal para acceder al podio de las medallas, Nero Wolfe estaría con toda seguridad en la terna final en el cien por cien de las apuestas. Y con muchas papeletas para conseguir la medalla de oro sin excesiva oposición por parte de sus otros dos contrincantes. Ahí van algunas pistas de tan segura afirmación. Nero Wolfe pesa más de ciento cuarenta kilos, tiene en su casa un chef privado a su exclusivo servicio y su novela más famosa se titula Demasiados cocineros, aventura en la que Wolfe se ve envuelto al morir asesinado un famoso cocinero perteneciente a un curioso grupo de reputados chefs. En los tiempos que corren, todos entenderíamos perfectamente el crimen, máxime si el asesinado fuera partícipe de alguno de los detestables programas de cocina que pueblan actualmente la parrilla televisiva (león come gamba, y la madre que la parió). Pero en aquella época, los chefs famosos eran gente seria y cocinaban con carne, pescado y patatas, en lugar de quinoa, gelificantes o agar-agar, por lo que a Wolfe no le quedará más alternativa que intervenir para descubrir al asesino. Qué tiempos...
Salvo alguna extraña excepción, Nero Wolfe, hijo literario del excepcional escritor norteamericano Rex Stout, no sale nunca de su casa. Reside en una lujosa vivienda del Midtown en la ciudad de Nueva York, y allí recibe a sus clientes en su condición de detective privado, resolviendo siempre sus casos sin moverse del sillón especial que le hicieron a medida para poder albergar su excelso cuerpo de inabarcables dimensiones. A Wolfe no le interesa el mundo exterior, y salvo las molestas interrupciones de sus clientes, se dedica a cuidar las orquídeas de su invernadero y a comer, en una orgía gastronómica sin fin. Entre plato y plato, resuelve sus casos a distancia con un arma muy poderosa: su portentosa mente. Un personaje excepcional de obligada lectura para los amantes del género.
 
 
MUNICIÓN
- 6 vieiras con concha
- 2 cebollas
- 200 gramos de jamón serrano en taquitos
- 6 lonchas de jamón serrano
- 1 cucharada de pimentón
- Azafrán
- Pan rallado
- Mantequilla
PRÁCTICAS DE TIRO
Limpiamos las vieiras, las separamos de la concha, y las lavamos muy bien, tanto la carne como las conchas, pues luego las utilizaremos.
Cortamos muy fina la cebolla y la ponemos a pochar lentamente en una sartén con una cucharada de mantequilla y un chorrito de aceite. Incorporamos el jamón en taquitos a la cebolla. Damos un par de vueltas hasta que se dore y a continuación le añadimos el pimentón. Removemos rápidamente y apartamos la sartén del fuego.
Ponemos en cada concha una loncha de jamón y encima una vieira. Cubrimos las vieiras con el picadillo de la sartén. A continuación cubrimos con pan rallado y las introducimos en el horno precalentado a 180 grados durante 5-6 minutos. Sacamos del horno y a comer. ¡¡Platazo!!
PARA BEBER
Nero Wolfe solo bebe cerveza. Eso sí, en ingentes cantidades industriales. Creo que a este plato le va perfectamente una excelente (y neoyorkina) Busch. Si no la conocéis, probadla, os gustará.
PARA ESCUCHAR
Wolfe es todo un experto en Beethoven. Sonatas para violín y piano. Una autentica pasada.
PARA LEER
Demasiados cocineros. Rex Stout.
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J.L. Rod es guionista y escritor de novela negra. Autor de "La suerte de los irlandeses", la novela negra mas vendida en la historia de Amazon en España, con mas de 50.000 ejemplares descargados por los lectores. Acaba de publicar "Señales de humo", un delicioso e inolvidable recorrido gastronómico y criminal por lo mejor de la Novela Negra, a través del amor a la cocina de sus personajes más inolvidables.