Tres semanas después de que el terremoto golpeara Nepal, me dirigí a Katmandú desde Bombay junto con un equipo de médicos (que eran en su mayoría mis primos y unos pocos amigos). Éramos un total de nueve en el grupo. Para mí, no era una cuestión exclusiva de mi herencia nepalí, sino también de un sentido del deber que me impulsaba desde el otro lado de la frontera. Por muy estereotipado que pueda sonar, resultó ser una experiencia de esas que te cambian la vida y no encuentro las palabras para subrayar la importancia de salir de la zona de confort para anteponer los intereses de los demás al uno propio. Pasé los días al norte de Katmandú, en el distrito Sindhupalchowk, más concretamente en los pueblos de Listy, Sakhuwa y Fulping Katti. Guardé un registro fotográfico de algunos de los daños y del progreso de las labores de auxilio. Esas imágenes cuenta una historia que yo no puedo expresar en palabras.
En nuestro camino hacia Sindhupalchowk, encontramos estas casas que habían resistido, flotando en el agua.
Destrucción camino de Sindhupalchowk.
Personas esperando su ración en Barabise.
Dos niños comparten un abrazo en Barabise.
Un hombre pasa delante de la destrucción. Muchas personas llevaban estas máscaras debido a la tremenda cantidad de polvo causado por los desprendimientos.
Cena servida por los aldeanos de Sakhuwa. Tuvimos que comer nuestro 'dal-bhaat' (un alimento básico en Nepal) a la luz de linternas, debido a los cortes de energía.
Niños comiendo barras de proteínas en el pueblo de Listy.
Niños disfrutando sus barras de proteínas en Listy.
Aldeanos de Listy.
Esta niña en Sakhuwa tenía parálisis cerebral y a menudo era incapaz de hablar. No tenía a nadie que cuidara de ella y estaba viviendo en un establo de caras ella sola. Ahora vive en un orfanato de Katmandú.
Una señora cocinando para la aldea.
Una pareja posando para la cámara en Sakhuwa.
Menuka posa con una bolsa de arroz. Tras ella quedan los restos de su casa en Fulping Katti.
Menuka nos guió a Fulping Katti en lo alto de la montaña; aquí está con otros niños recibiendo nuestros suministros de ayuda.
Mujer en Fulping Katti.
Aldeanos en Fulping Katti.
Padre e hijo. Incluso cuando los aldeanos apenas tenían nada, el niño seguía ofreciéndose a compartir su comida.
Aldeanos llevan suministros montaña arriba.
Grietas en el suelo tras el terremoto.
Dra. Dipika Shrestha vacunando a los aldeanos en Listy.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Diego Jurado Moruno
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En nuestro camino hacia Sindhupalchowk, encontramos estas casas que habían resistido, flotando en el agua.
Destrucción camino de Sindhupalchowk.
Personas esperando su ración en Barabise.
Dos niños comparten un abrazo en Barabise.
Un hombre pasa delante de la destrucción. Muchas personas llevaban estas máscaras debido a la tremenda cantidad de polvo causado por los desprendimientos.
Cena servida por los aldeanos de Sakhuwa. Tuvimos que comer nuestro 'dal-bhaat' (un alimento básico en Nepal) a la luz de linternas, debido a los cortes de energía.
Niños comiendo barras de proteínas en el pueblo de Listy.
Niños disfrutando sus barras de proteínas en Listy.
Aldeanos de Listy.
Esta niña en Sakhuwa tenía parálisis cerebral y a menudo era incapaz de hablar. No tenía a nadie que cuidara de ella y estaba viviendo en un establo de caras ella sola. Ahora vive en un orfanato de Katmandú.
Una señora cocinando para la aldea.
Una pareja posando para la cámara en Sakhuwa.
Menuka posa con una bolsa de arroz. Tras ella quedan los restos de su casa en Fulping Katti.
Menuka nos guió a Fulping Katti en lo alto de la montaña; aquí está con otros niños recibiendo nuestros suministros de ayuda.
Mujer en Fulping Katti.
Aldeanos en Fulping Katti.
Padre e hijo. Incluso cuando los aldeanos apenas tenían nada, el niño seguía ofreciéndose a compartir su comida.
Aldeanos llevan suministros montaña arriba.
Grietas en el suelo tras el terremoto.
Dra. Dipika Shrestha vacunando a los aldeanos en Listy.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Diego Jurado Moruno
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