Desde que empecé en esto de juntar letras cuando era pequeño siempre quise contar una historia a los demás, pero nunca solo, siempre me gustó tener a alguien para contarla juntos. Pues con el paso del tiempo, ni lo uno ni lo otro. Resulta que una vez superada la carrera de Periodismo me di cuenta de que esta es una profesión individualista en la que cada uno busca temas para sorprender a una audiencia. Así que me vi en la calle después de trabajar en una agencia de prensa y tras un tiempo en un periódico en el extranjero, persiguiendo a músicos en el Metro de Madrid, tomándome un café con señoras que vendían en mercadillos ilegales o convenciendo a un anciano que construía solo una catedral en las afueras de Madrid para hacerle un reportaje sin que me cobrara. Y cuando no conseguí el dinero suficiente para sobrevivir, tuve que reinventarme y buscar otro trabajo.
Pero todavía hoy en este desierto incierto sin rumbo en una profesión endogámica y herméticamente selectiva, me atrevo a decir que he encontrado mi motivo para persistir en el intento. Se llama Autoentrevistas y es un proyecto tan sencillo y divertido como espontáneo. En efecto, entrevistas en un Seiscientos, que es justo lo que respondo cuando me preguntan a qué me dedico. "Pero tú, aparte de esto harás otras cosas, ¿no?", me espeta con cierta curiosidad José Luis Cuerda durante su entrevista bajo un sol de justicia veraniego. Y lo pregunta un subruralista.
He editado un vídeo breve con los ocho invitados que se han prestado a subirse al pelotilla en la primera temporada del programa. Y si alguna empresa se presta a patrocinarlo, bienvenida sea, que "hay que comer, y a ser posible tres veces al día", dice una amiga, periodista para más inri.
Gracias a todos los que ya os habéis subido, Juan Luis Cano, Pancho Varona, Juanra Lucas, Cristina Pardo y al resto de invitados tan interesantes, gracias de antemano a los que vengáis a partir de septiembre por prestarme media hora de vuestro tiempo mientras nos damos una vuelta en un Seiscientos por Madrid.
Y gracias a Johnson el africano, presentador del vídeo, porque él sí que sabe lo que es tener que buscarse la vida allende los mares y lejos de su tierra sin rumbo cierto. Junto a su mujer y con dos hijos a cuestas.