Al norte de Vietnam, en el Golfo de Tonkin y cerca de la frontera con China, existe un lugar mágico. Una vista envolvente de grandes rocas que forman innumerables islas monolíticas emergiendo del agua salada en búsqueda del cielo, y que invita a transportarte a la antigüedad con viejas leyendas acerca de su formación.
En Halong Bay, Bahía de Ha-Long en español, no te queda más que rendirte ante la inmensidad de la vista que te rodea. Tal vez esta sea la razón de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, desde 2011, una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Claro que estos títulos no son solamente eso, sino que proporcionaron al turismo un sinfín de facilidades, de tal modo que cualquier persona pueda conocer el lugar sin necesidad de ser un multimillonario con un velero a mano.
Hoy se ofrecen muchos tours, en general partiendo desde Hanoi, para recorrer la bahía en grandes barcos con las comodidades necesarias para pasar algunos días perdido entre las islas. Con una inigualable gastronomía vietnamita, camarotes impecables, shows, música y, por supuesto, una tripulación que hace honor a la tan reconocida amabilidad de los nativos de Vietnam.
Cubiertas de una densa vegetación que añade un elemento más a la paleta de colores y texturas de la bahía, las islas son de composiciones de piedra caliza, por lo que están llenas de cuevas que desde hace mucho tiempo han servido de refugio a las familias de pescadores. Cualquier visita incluye el descenso a una de ellas en donde, después de un poco de trekking, llegas a una enorme cueva formada hace miles de años, lamentablemente sin tesoros piratas incluidos.
También puedes dar un paseo remando en canoa a través de las islas y conocer un poco más de cerca a los pescadores que viven en casas flotantes en los alrededores. Y una de las experiencias más ricas de la visita: nadar libremente en el mar, cerrar los ojos e imaginar que barcos piratas chinos alguna vez rodearon estos lugares en búsqueda de un escondite para sus tesoros.
Pero no todo está al alcance de la vista: cuenta la leyenda local que hace mucho tiempo, cuando los vietnamitas luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, el emperador de Jade envió dragones para ayudar a defender su tierra. Estos dragones escupían joyas y jade. Las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía, uniéndose para formar una gran muralla frente a los invasores, y de ese modo lograron hundir los navíos enemigos. Es por ello que la bahía fue nombrada Ha Long, que significa dragón descendente, y tras proteger su tierra formaron el país conocido como Vietnam.
Este post fue publicado inicialmente en el blog del autor.
En Halong Bay, Bahía de Ha-Long en español, no te queda más que rendirte ante la inmensidad de la vista que te rodea. Tal vez esta sea la razón de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, desde 2011, una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Claro que estos títulos no son solamente eso, sino que proporcionaron al turismo un sinfín de facilidades, de tal modo que cualquier persona pueda conocer el lugar sin necesidad de ser un multimillonario con un velero a mano.
Hoy se ofrecen muchos tours, en general partiendo desde Hanoi, para recorrer la bahía en grandes barcos con las comodidades necesarias para pasar algunos días perdido entre las islas. Con una inigualable gastronomía vietnamita, camarotes impecables, shows, música y, por supuesto, una tripulación que hace honor a la tan reconocida amabilidad de los nativos de Vietnam.
Cubiertas de una densa vegetación que añade un elemento más a la paleta de colores y texturas de la bahía, las islas son de composiciones de piedra caliza, por lo que están llenas de cuevas que desde hace mucho tiempo han servido de refugio a las familias de pescadores. Cualquier visita incluye el descenso a una de ellas en donde, después de un poco de trekking, llegas a una enorme cueva formada hace miles de años, lamentablemente sin tesoros piratas incluidos.
También puedes dar un paseo remando en canoa a través de las islas y conocer un poco más de cerca a los pescadores que viven en casas flotantes en los alrededores. Y una de las experiencias más ricas de la visita: nadar libremente en el mar, cerrar los ojos e imaginar que barcos piratas chinos alguna vez rodearon estos lugares en búsqueda de un escondite para sus tesoros.
Pero no todo está al alcance de la vista: cuenta la leyenda local que hace mucho tiempo, cuando los vietnamitas luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, el emperador de Jade envió dragones para ayudar a defender su tierra. Estos dragones escupían joyas y jade. Las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía, uniéndose para formar una gran muralla frente a los invasores, y de ese modo lograron hundir los navíos enemigos. Es por ello que la bahía fue nombrada Ha Long, que significa dragón descendente, y tras proteger su tierra formaron el país conocido como Vietnam.
Este post fue publicado inicialmente en el blog del autor.