En otoño de 2012 estuve con Borja Cabezón en una charla en una agrupación del PSM y comentó que en Estados Unidos se puede entrar la política a través del servicio a la comunidad mientras en España es a través del servicio al partido. El joven (33 años) secretario de Política Internacional del PSM-PSOE, había pasado unas semanas en EEUU durante las elecciones de 2012 en un viaje organizado por la Embajada de EEUU en España.
Fue en parte una reflexión sobre los sistemas de Gobierno muy distintos en los dos países. En el sistema presidencial de EEUU, las campañas son muy individualistas empezando con las primarias donde varios candidatos del mismo partido compiten para la nominación. El partido no elige los candidatos, lo hacen los votantes. En contraste, para llegar a ser candidato en España hace falta, entre otras cosas, que el líder del partido te ponga en una lista.
No fueron solamente palabras. Hace 18 meses Borja arrancó la campaña para las elecciones europeas y puso en práctica lo que aprendió en EEUU. Esta campaña es distinta porque no solamente se está dando un servicio al partido, sino que hay una implicación de la comunidad (los ciudadanos). Otra muestra de es diferente es que cumple una práctica que siempre he comentado que es importantísima: construir las campañas con tiempo suficiente.
Empezó con uno de los recursos menos aprovechados del partido: los militantes. Hasta el momento, Borja ha visitado 65 agrupaciones para hablar de importancia de la elecciones europeas. Pero más importante que hablar es el objetivo fue reclutar Voluntarios para acciones de campaña. Después de un año de reuniones, suman unos 400 voluntarios y en enero de este año, los juntaron -la mayoría miembros militantes del PSM-PSOE y algunos no militantes- para dos días de formación en la sede de la Plaza de Callao. Como he explicado varias veces, la formación es un paso crítico en el desarrollo de un grupo de activistas. Hace falta compartir los retos, la filosofía y el plan de la organización.
En enero empezaron su acción: cada mes, entre enero y mayo, destacan un mensaje clave de la campaña europea del PSOE a través de los voluntarios que van a la calle a recoger firmas una día al mes apoyando el mensaje o propuesta. En enero fue el impuesto a las transacciones financieras y en febrero, la lucha contra las paraísos fiscales. Este mes de marzo es la defensa de los derechos civiles y sociales en los países miembros en complicidad con las mujeres españolas que están sufriendo el ataque del PP con su ley de aborto, y con los ciudadanos madrileños que sufren el intento de privatización de la sanidad madrileña.
Puede parecer poca cosa, ir y recoger firmas, pero consigue dos cosas muy importantes: activa la participación de los militantes y voluntarios en la campaña y eleva la conciencia en la calle sobre las temas de la Unión Europea. Y es que como siempre dice Borja en sus charlas, más del 70% de las decisiones que afectan en nuestro día a día se deciden en Bruselas. Hace falta más discurso público sobre esos temas -sobre todo cuando estamos solamente a tres meses de las elecciones.
Además de movilizar voluntarios, Borja se ha reunido con docenas de embajadores y más de 25 organizaciones y think tanks internacionales. Hace falta una comunidad para construir una red fuerte de apoyo en una campaña que tiene que contar con estructuras dentro y fuera del partido.
He escrito mucho sobre las verdaderas lecciones de las campañas de Obama, primero: que ganamos elecciones a través de votos y por lo tanto, a través de personas y segundo, una lección específica para la izquierda: hay que expandir el electorado. Borja y su equipo no tienen miedo de probar nuevas tácticas y al final, están haciendo un servicio enorme para el partido al establecer nuevas buenas prácticas de campaña.
Las futuras primarias cambiarán las campañas porque los candidatos tendrán que buscar apoyo entre los votantes en vez de solamente en el partido. Soy una entre tantos de los que quiere ver a gente como Borja Cabezón en la lista europea para defender el socialismo en Europa y para desarrollar su capacidad de innovar en campañas, y más importante, conectar con los ciudadanos.
Fue en parte una reflexión sobre los sistemas de Gobierno muy distintos en los dos países. En el sistema presidencial de EEUU, las campañas son muy individualistas empezando con las primarias donde varios candidatos del mismo partido compiten para la nominación. El partido no elige los candidatos, lo hacen los votantes. En contraste, para llegar a ser candidato en España hace falta, entre otras cosas, que el líder del partido te ponga en una lista.
No fueron solamente palabras. Hace 18 meses Borja arrancó la campaña para las elecciones europeas y puso en práctica lo que aprendió en EEUU. Esta campaña es distinta porque no solamente se está dando un servicio al partido, sino que hay una implicación de la comunidad (los ciudadanos). Otra muestra de es diferente es que cumple una práctica que siempre he comentado que es importantísima: construir las campañas con tiempo suficiente.
Empezó con uno de los recursos menos aprovechados del partido: los militantes. Hasta el momento, Borja ha visitado 65 agrupaciones para hablar de importancia de la elecciones europeas. Pero más importante que hablar es el objetivo fue reclutar Voluntarios para acciones de campaña. Después de un año de reuniones, suman unos 400 voluntarios y en enero de este año, los juntaron -la mayoría miembros militantes del PSM-PSOE y algunos no militantes- para dos días de formación en la sede de la Plaza de Callao. Como he explicado varias veces, la formación es un paso crítico en el desarrollo de un grupo de activistas. Hace falta compartir los retos, la filosofía y el plan de la organización.
En enero empezaron su acción: cada mes, entre enero y mayo, destacan un mensaje clave de la campaña europea del PSOE a través de los voluntarios que van a la calle a recoger firmas una día al mes apoyando el mensaje o propuesta. En enero fue el impuesto a las transacciones financieras y en febrero, la lucha contra las paraísos fiscales. Este mes de marzo es la defensa de los derechos civiles y sociales en los países miembros en complicidad con las mujeres españolas que están sufriendo el ataque del PP con su ley de aborto, y con los ciudadanos madrileños que sufren el intento de privatización de la sanidad madrileña.
Puede parecer poca cosa, ir y recoger firmas, pero consigue dos cosas muy importantes: activa la participación de los militantes y voluntarios en la campaña y eleva la conciencia en la calle sobre las temas de la Unión Europea. Y es que como siempre dice Borja en sus charlas, más del 70% de las decisiones que afectan en nuestro día a día se deciden en Bruselas. Hace falta más discurso público sobre esos temas -sobre todo cuando estamos solamente a tres meses de las elecciones.
Además de movilizar voluntarios, Borja se ha reunido con docenas de embajadores y más de 25 organizaciones y think tanks internacionales. Hace falta una comunidad para construir una red fuerte de apoyo en una campaña que tiene que contar con estructuras dentro y fuera del partido.
He escrito mucho sobre las verdaderas lecciones de las campañas de Obama, primero: que ganamos elecciones a través de votos y por lo tanto, a través de personas y segundo, una lección específica para la izquierda: hay que expandir el electorado. Borja y su equipo no tienen miedo de probar nuevas tácticas y al final, están haciendo un servicio enorme para el partido al establecer nuevas buenas prácticas de campaña.
Las futuras primarias cambiarán las campañas porque los candidatos tendrán que buscar apoyo entre los votantes en vez de solamente en el partido. Soy una entre tantos de los que quiere ver a gente como Borja Cabezón en la lista europea para defender el socialismo en Europa y para desarrollar su capacidad de innovar en campañas, y más importante, conectar con los ciudadanos.