Hace ya quince años mi amigo y gran viajero Jos Martín me anunció que iba a fundar una sociedad geográfica y que quería contar conmigo. Debo reconocer que en aquel momento me sentí muy halagada porque en el pasado este tipo de sociedades dieron la espalda a las mujeres. Hasta hace poco más de un siglo la imagen de una dama viajando sola por el ancho mundo resultaba casi subversiva. Aquellas audaces pioneras fueron tachadas de locas, excéntricas e inmorales, y no pudieron contar con el apoyo ni la financiación de sociedades tan prestigiosas como la Royal Geographical Society de Londres. Esta famosa institución tardó cincuenta años, desde su fundación en 1831, en aceptar a una exploradora entre sus distinguidos y barbudos miembros.
Por fortuna los tiempos cambian y la Sociedad Geográfica Española que veía la luz aquel 12 de octubre de 1997 tenía otro talante y distintas metas. Yo siempre le agradeceré a Jos Martín -fallecido hace apenas unas semanas- el que me permitiera formar parte de un club tan selecto y divertido de inquietos trotamundos como Luis Carandell, Jesús Torbado, Javier Reverte o Manu Leguineche. Los trece miembros fundadores posamos aquel memorable día para una foto de grupo que guardo con especial cariño.
De izquierda a derecha: Jos Martín, Luis Carandell, Lola Escudero, Matilde Torres, Jesús Torbado, Cristina Morató, Pedro Páramo, Juan Gabriel Pallarés, José Antonio Pujante y Javier Reverte. (En la foto faltan Ana Puértolas, Enric Bou y Manu Leguineche). La foto fue tomada el día de la inauguración el 12 de octubre de 1997.
Nuestra joven Sociedad Geográfica Española, aunque heredera del espíritu de las sociedades decimonónicas, nacía con una filosofía más abierta y plural. Ya no se pretendía, como entonces, descubrir el mundo para colonizarlo, explotarlo o apropiarse de sus riquezas. Nuestros propósitos eran más modestos y generosos, entre ellos recuperar las hazañas y los descubrimientos de nuestros grandes viajeros españoles, ampliar el conocimiento geográfico e histórico de los pueblos y propiciar el contacto humano y la comprensión hacia otras culturas. Aquella sociedad que nació del sueño de un enamorado de la aventura y los horizontes lejanos se ha convertido con el paso del tiempo en una reconocida entidad con más de mil socios que disfrutan de un sinfín de actividades culturales, viajes, conferencias, seminarios, tertulias viajeras y cursos especializados.
Hoy martes 11 de marzo la Sociedad Geográfica Española entrega en Madrid sus premios anuales 2013 a destacadas personalidades del mundo de la exploración, los viajes, la aventura y la investigación geográfica. Es cierto que nuestro planeta ha sido cartografiado casi en su totalidad y sus misterios desvelados. Que ya no quedan aquellos espacios en blanco que hacían volar la imaginación de aguerridos exploradores tocados con su salacot y fusil en mano dispuestos a enfrentarse a fieras y nativos. Pero nuestros premiados nos demuestran que la aventura del descubrimiento aún es posible en un mundo cada vez más globalizado.
Este año entre los elegidos hay científicos, exploradores y fotógrafos que nos ayudan a conocer mejor nuestros orígenes, y nos acercan a los secretos de milenarias civilizaciones. Viajeros de raza que no saben de fronteras, implicados en la preservación del medio ambiente y la lucha por la supervivencia de los pueblos indígenas. También mujeres intrépidas y aventureras, dignas herederas de aquellas damas británicas que en el pasado se adentraban en selvas y desiertos con sus enaguas y corsés.
El Premio Internacional ha recaído en Polly Wiessner, una prestigiosa y comprometida antropóloga americana que durante cuatro décadas ha recorrido el mundo y ha convivido con pueblos primitivos que acababan de salir de la Edad de Piedra. Etnias amenazadas como los bosquimanos del desierto del Kalahari o los Enga de Nueva Guinea sometidos a una rápida transición.
Polly Wiessner, Premio Internacional de la SGE.
Otra emprendedora dama recogerá esta tarde el Premio Investigación, la egiptóloga de origen pakistaní Salima Ikram, una de las mayores expertas del mundo en momias animales. Esta incansable Indiana Jones, considerada una de las más brillantes arqueólogas funerarias en Egipto, se mueve como pez en el agua entre catacumbas y momias, y es una fuente de inspiración para jóvenes de todo el mundo que sueñan con seguir sus pasos.
Salima Ikram, Premio Investigación de la SGE.
La época romántica de las grandes exploraciones ha concluido y sin embargo quedan tantos mundos por conocer y por compartir. Y si no que se lo pregunten a Albert Casals, Premio Viajero del Año, que a sus 21 años ha recorrido más de sesenta países en su silla de ruedas, ligero de equipaje y sin apenas dinero en el bolsillo. Su última aventura le ha llevado desde Barcelona a Nueva Zelanda en un viaje extraordinario de más de 30.000 kms.
Albert Casals, Premio Viajero del Año de la SGE.
"El único viaje de descubrimiento auténtico no consiste en ir a nuevos lugares, sino en tener otros ojos", escribió Marcel Proust. En nuestra sociedad geográfica creemos que en este siglo XXl aún es posible sentir en la piel el romanticismo de los viajes y la emoción del descubrimiento. A los hombres y mujeres que, un año más, desfilarán por nuestra alfombra del Auditorio de la Mutua Madrileña les une el espíritu de aventura, el afán por conocer y comprender este planeta y el firme compromiso de preservar todos sus tesoros para las nuevas generaciones.
Por fortuna los tiempos cambian y la Sociedad Geográfica Española que veía la luz aquel 12 de octubre de 1997 tenía otro talante y distintas metas. Yo siempre le agradeceré a Jos Martín -fallecido hace apenas unas semanas- el que me permitiera formar parte de un club tan selecto y divertido de inquietos trotamundos como Luis Carandell, Jesús Torbado, Javier Reverte o Manu Leguineche. Los trece miembros fundadores posamos aquel memorable día para una foto de grupo que guardo con especial cariño.
De izquierda a derecha: Jos Martín, Luis Carandell, Lola Escudero, Matilde Torres, Jesús Torbado, Cristina Morató, Pedro Páramo, Juan Gabriel Pallarés, José Antonio Pujante y Javier Reverte. (En la foto faltan Ana Puértolas, Enric Bou y Manu Leguineche). La foto fue tomada el día de la inauguración el 12 de octubre de 1997.
Nuestra joven Sociedad Geográfica Española, aunque heredera del espíritu de las sociedades decimonónicas, nacía con una filosofía más abierta y plural. Ya no se pretendía, como entonces, descubrir el mundo para colonizarlo, explotarlo o apropiarse de sus riquezas. Nuestros propósitos eran más modestos y generosos, entre ellos recuperar las hazañas y los descubrimientos de nuestros grandes viajeros españoles, ampliar el conocimiento geográfico e histórico de los pueblos y propiciar el contacto humano y la comprensión hacia otras culturas. Aquella sociedad que nació del sueño de un enamorado de la aventura y los horizontes lejanos se ha convertido con el paso del tiempo en una reconocida entidad con más de mil socios que disfrutan de un sinfín de actividades culturales, viajes, conferencias, seminarios, tertulias viajeras y cursos especializados.
Hoy martes 11 de marzo la Sociedad Geográfica Española entrega en Madrid sus premios anuales 2013 a destacadas personalidades del mundo de la exploración, los viajes, la aventura y la investigación geográfica. Es cierto que nuestro planeta ha sido cartografiado casi en su totalidad y sus misterios desvelados. Que ya no quedan aquellos espacios en blanco que hacían volar la imaginación de aguerridos exploradores tocados con su salacot y fusil en mano dispuestos a enfrentarse a fieras y nativos. Pero nuestros premiados nos demuestran que la aventura del descubrimiento aún es posible en un mundo cada vez más globalizado.
Este año entre los elegidos hay científicos, exploradores y fotógrafos que nos ayudan a conocer mejor nuestros orígenes, y nos acercan a los secretos de milenarias civilizaciones. Viajeros de raza que no saben de fronteras, implicados en la preservación del medio ambiente y la lucha por la supervivencia de los pueblos indígenas. También mujeres intrépidas y aventureras, dignas herederas de aquellas damas británicas que en el pasado se adentraban en selvas y desiertos con sus enaguas y corsés.
El Premio Internacional ha recaído en Polly Wiessner, una prestigiosa y comprometida antropóloga americana que durante cuatro décadas ha recorrido el mundo y ha convivido con pueblos primitivos que acababan de salir de la Edad de Piedra. Etnias amenazadas como los bosquimanos del desierto del Kalahari o los Enga de Nueva Guinea sometidos a una rápida transición.
Polly Wiessner, Premio Internacional de la SGE.
Otra emprendedora dama recogerá esta tarde el Premio Investigación, la egiptóloga de origen pakistaní Salima Ikram, una de las mayores expertas del mundo en momias animales. Esta incansable Indiana Jones, considerada una de las más brillantes arqueólogas funerarias en Egipto, se mueve como pez en el agua entre catacumbas y momias, y es una fuente de inspiración para jóvenes de todo el mundo que sueñan con seguir sus pasos.
Salima Ikram, Premio Investigación de la SGE.
La época romántica de las grandes exploraciones ha concluido y sin embargo quedan tantos mundos por conocer y por compartir. Y si no que se lo pregunten a Albert Casals, Premio Viajero del Año, que a sus 21 años ha recorrido más de sesenta países en su silla de ruedas, ligero de equipaje y sin apenas dinero en el bolsillo. Su última aventura le ha llevado desde Barcelona a Nueva Zelanda en un viaje extraordinario de más de 30.000 kms.
Albert Casals, Premio Viajero del Año de la SGE.
"El único viaje de descubrimiento auténtico no consiste en ir a nuevos lugares, sino en tener otros ojos", escribió Marcel Proust. En nuestra sociedad geográfica creemos que en este siglo XXl aún es posible sentir en la piel el romanticismo de los viajes y la emoción del descubrimiento. A los hombres y mujeres que, un año más, desfilarán por nuestra alfombra del Auditorio de la Mutua Madrileña les une el espíritu de aventura, el afán por conocer y comprender este planeta y el firme compromiso de preservar todos sus tesoros para las nuevas generaciones.