Datos interesantes (y desmitificadores) los que dejaba la semana pasada la encuesta Navegantes en la Red, el mayor estudio que se realiza en España sobre hábitos en Internet y que en esta edición (la décimosexta ya) ha contado con la opinión de casi 24.000 personas.
La macroencuesta llevada a cabo por la asociación de empresas de publicidad y medios de comunicación AIMC lo analiza todo, desde la resolución de la pantalla desde la que navegamos, hasta nuestra valoración de Internet como herramienta de cambio político, pasando por el navegador más usado (ojo: Chrome ya gana por goleada) o el dispositivo de entrada a la web (atención también: por primera vez el móvil es el más utilizado, desbancando al portátil).
En uno de los apartados de la macroencuesta se pregunta a los navegantes por las redes sociales que usan. Como era de esperar, Facebook domina con claridad. El 90% de los usuarios se declaró usuario de la red de Mark Zuckerberg. Le siguieron Twitter (45%), Google+ (con un sorprendente 37% que se explica porque el buscador la mete con calzador en todos sus servicios), Linkedin (24%), Instagram (20%) y Tuenti (10%).
El resto de las redes mencionadas, una docena, no pasaban en el mejor de los casos del 5 o 6% de adhesiones. Es decir, que son irrelevantes. Además, es probable que en una encuesta de otro tipo, el peso de estas sitios alternativos fuera aún menor. Y es que el estudio que elabora la AIMC se hace básicamente con el feedback de usuarios avanzados que contestan voluntariamente y que, por naturaleza, están abiertos a experimentar cosas nuevas en la Red.
Otro dato: el promedio de redes mencionadas por cada usuario fue de 2,7. Es decir, que casi todo el mundo es miembro de Facebook y alternativamente de Twitter, Linkedin o Google+. Pero hasta ahí llegan, y no hay ni tiempo ni ganas para más. Y es que, una vez uno ha tejido su red de relaciones, contactos o followers en una o dos comunidades, abrirse a otras es bastante improbable. Se habla mucho de Pinterest, pero solo un 6,4% de los internautas está suscrito, según la AIMC. También Foursquare y las posibilidades que da a la geolocalización llenan los análisis de los gurús y las páginas de los medios, pero sólo un 5,2% de los navegantes se geolocalizan por esta red cuando salen de copas o van de viaje. La plataforma de microblogging Tumblr tampoco llega al 5% de adeptos.
Estos datos muestran que quizá hablamos demasiado de social media, o que hablamos demasiado de muchas redes sociales que no son significativas. Es verdad que Facebook ha calado y no tiene rival a la vista, a pesar de que se haya convertido en tendencia anunciar su muerte. Sin embargo, la mayoría de nosotros no podemos estar en cinco o seis redes a la vez. Sinceramente creo que los profesionales del social media, los que se ganan la vida gestionando comunidades en empresas o diseñando estrategias para aprovechar este potencial, o lo que se dedican a divulgar sus beneficios en libros o dando clases en academias y masters de todo tipo tienden a inflar las cifras y a sobredimensionar el fenómeno.
A raíz de la compra de Whatsapp por parte de Facebook por la friolera de 19.000 millones de dólares, se ha vuelto a hablar de la existencia una segunda burbuja tecnológica. No está claro que así sea, pero en el mundo de las redes hay una sobrevaloración peligrosa. En los últimos años, los jóvenes creadores de Yammer, Tumblr o Instagram recibieron miles de millones de dólares también por las expectativas generadas, y no por el negocio real que reportaban sus inventos.
Como demuestran las cifras de la encuesta Navegantes en la red, no hay sitio -ni interés en la gente- para tanta red social. No tenemos ni tiempo ni capacidad para atender 6 o 7 redes cada uno. Aquí el que dio primero -Facebook sobre todo, pero también Twitter- dio dos veces, y, por lo que parece, el resto tendrá muy complicado repetir la historia de éxito de Mark Zuckerberg o de los creadores de site del trino, Jack Dorsey o Noah Glass.
La macroencuesta llevada a cabo por la asociación de empresas de publicidad y medios de comunicación AIMC lo analiza todo, desde la resolución de la pantalla desde la que navegamos, hasta nuestra valoración de Internet como herramienta de cambio político, pasando por el navegador más usado (ojo: Chrome ya gana por goleada) o el dispositivo de entrada a la web (atención también: por primera vez el móvil es el más utilizado, desbancando al portátil).
En uno de los apartados de la macroencuesta se pregunta a los navegantes por las redes sociales que usan. Como era de esperar, Facebook domina con claridad. El 90% de los usuarios se declaró usuario de la red de Mark Zuckerberg. Le siguieron Twitter (45%), Google+ (con un sorprendente 37% que se explica porque el buscador la mete con calzador en todos sus servicios), Linkedin (24%), Instagram (20%) y Tuenti (10%).
El resto de las redes mencionadas, una docena, no pasaban en el mejor de los casos del 5 o 6% de adhesiones. Es decir, que son irrelevantes. Además, es probable que en una encuesta de otro tipo, el peso de estas sitios alternativos fuera aún menor. Y es que el estudio que elabora la AIMC se hace básicamente con el feedback de usuarios avanzados que contestan voluntariamente y que, por naturaleza, están abiertos a experimentar cosas nuevas en la Red.
Otro dato: el promedio de redes mencionadas por cada usuario fue de 2,7. Es decir, que casi todo el mundo es miembro de Facebook y alternativamente de Twitter, Linkedin o Google+. Pero hasta ahí llegan, y no hay ni tiempo ni ganas para más. Y es que, una vez uno ha tejido su red de relaciones, contactos o followers en una o dos comunidades, abrirse a otras es bastante improbable. Se habla mucho de Pinterest, pero solo un 6,4% de los internautas está suscrito, según la AIMC. También Foursquare y las posibilidades que da a la geolocalización llenan los análisis de los gurús y las páginas de los medios, pero sólo un 5,2% de los navegantes se geolocalizan por esta red cuando salen de copas o van de viaje. La plataforma de microblogging Tumblr tampoco llega al 5% de adeptos.
Estos datos muestran que quizá hablamos demasiado de social media, o que hablamos demasiado de muchas redes sociales que no son significativas. Es verdad que Facebook ha calado y no tiene rival a la vista, a pesar de que se haya convertido en tendencia anunciar su muerte. Sin embargo, la mayoría de nosotros no podemos estar en cinco o seis redes a la vez. Sinceramente creo que los profesionales del social media, los que se ganan la vida gestionando comunidades en empresas o diseñando estrategias para aprovechar este potencial, o lo que se dedican a divulgar sus beneficios en libros o dando clases en academias y masters de todo tipo tienden a inflar las cifras y a sobredimensionar el fenómeno.
A raíz de la compra de Whatsapp por parte de Facebook por la friolera de 19.000 millones de dólares, se ha vuelto a hablar de la existencia una segunda burbuja tecnológica. No está claro que así sea, pero en el mundo de las redes hay una sobrevaloración peligrosa. En los últimos años, los jóvenes creadores de Yammer, Tumblr o Instagram recibieron miles de millones de dólares también por las expectativas generadas, y no por el negocio real que reportaban sus inventos.
Como demuestran las cifras de la encuesta Navegantes en la red, no hay sitio -ni interés en la gente- para tanta red social. No tenemos ni tiempo ni capacidad para atender 6 o 7 redes cada uno. Aquí el que dio primero -Facebook sobre todo, pero también Twitter- dio dos veces, y, por lo que parece, el resto tendrá muy complicado repetir la historia de éxito de Mark Zuckerberg o de los creadores de site del trino, Jack Dorsey o Noah Glass.