En esto de las parodias temáticas, Internet es el canal de comunicación por antonomasia. La viralización de las bromas con forma de contenido es extrema en las redes sociales especialmente si están tematizadas, y en una época como Semana Santa donde los sentimientos están a flor de piel tanto en los más devotos como en los críticos, esta situación se multiplica. Es casi como un Madrid-Barça en el que una broma genera amor y odio a partes iguales en dos bandos enfrentados por sus creencias.
Esta semana se ha hecho popular el videojuego Carrera Cofrade, producción de la desarrolladora Gazpacho Games para dispositivos móviles y que se puede descargar gratis. El único objetivo de este juego similar a Temple Run es avanzar corriendo con un nazareno cazando torrijas, que hacen las veces de monedas de Super Mario BROS, esquivando devotos y evitando que la lluvia le empañe el traje. Una fiesta de estereotipos de la Semana Santa de Sevilla que puedes descargar aquí.
En esto de los videojuegos, las parodias sobre la Semana Santa no son una cuestión nueva y no en todos los casos resultan tan simpáticas. Una de ellas, que también se tomó a pitorreo esta fecha, llegó hasta los tribunales. Es el caso de Matanza Cofrade, producción de un programador andaluz que se atrevió a convertir la pasión de los devotos y sus figuras en un videojuego de disparos en primera persona.
Entre procesiones y sonidos típicos de la época se infiltraban señoras zombi con mantilla y devotos portando crucifijos que eran sometidos por las balas de la pistola del personaje protagonista, al que ni siquiera se le conocía un pasado. Aquella broma servía como añadido al disco Registro de Penados y Rebeldes de la banda de rock Narco, y levantó ampollas en la sociedad sevillana en la Internet sin redes sociales del 2002.
El atrevimiento del creador y la alianza con el grupo de rock derivaron en un proceso judicial que acabó con la búsqueda de penas legales alegando atentado contra los sentimientos religiosos y violación de la propiedad industrial. Y es que por contradictorio que parezca dado el aparente carácter no comercial de la religión, las imágenes religiosas reproducidas en el videojuego pertenecen legalmente a sus respectivas hermandades.
Fueron varios referentes de la Semana Santa sevillana, entre ellos las hermandades de El Gran Poder y La Macarena, los que con la ley en la mano arremetieron contra los promotores de esta iniciativa consiguiendo hasta la retirada de discos del mercado. El creador del videojuego llegó a enfrentarse hasta una pena de un año de cárcel y una multa de casi 8.000 euros, pero quedó absuelto de los cargos cuando pidió disculpas a los ofendidos por su obra.
No todo van a ser parodias y críticas a la Semana Santa en el mundo de los videojuegos. Los aficionados a la religiosidad de esta festividad también pueden acudir en el móvil al Trivial Cofrade para poner a prueba sus conocimientos sobre pasos, marchas musicales, figuras, itinerarios, etc. y que cambia los habituales quesitos por una hermandad personalizada que hace penitencia con sus conocimientos.
Dejando al margen este lado más humorístico de la Semana Santa en los videojuegos, los creadores de ocio digital están acostumbrados a lidiar con la religión con mayor o menor acierto. Recienteses el caso del diseñador de Bioshock Infinite que motivó un cambio radical en una escena con tintes eclesiásticos y que casi provoca la dimisión de un diseñador. Y es que topar con la Iglesia siempre tiene su lado polémico.
Esta semana se ha hecho popular el videojuego Carrera Cofrade, producción de la desarrolladora Gazpacho Games para dispositivos móviles y que se puede descargar gratis. El único objetivo de este juego similar a Temple Run es avanzar corriendo con un nazareno cazando torrijas, que hacen las veces de monedas de Super Mario BROS, esquivando devotos y evitando que la lluvia le empañe el traje. Una fiesta de estereotipos de la Semana Santa de Sevilla que puedes descargar aquí.
En esto de los videojuegos, las parodias sobre la Semana Santa no son una cuestión nueva y no en todos los casos resultan tan simpáticas. Una de ellas, que también se tomó a pitorreo esta fecha, llegó hasta los tribunales. Es el caso de Matanza Cofrade, producción de un programador andaluz que se atrevió a convertir la pasión de los devotos y sus figuras en un videojuego de disparos en primera persona.
Entre procesiones y sonidos típicos de la época se infiltraban señoras zombi con mantilla y devotos portando crucifijos que eran sometidos por las balas de la pistola del personaje protagonista, al que ni siquiera se le conocía un pasado. Aquella broma servía como añadido al disco Registro de Penados y Rebeldes de la banda de rock Narco, y levantó ampollas en la sociedad sevillana en la Internet sin redes sociales del 2002.
El atrevimiento del creador y la alianza con el grupo de rock derivaron en un proceso judicial que acabó con la búsqueda de penas legales alegando atentado contra los sentimientos religiosos y violación de la propiedad industrial. Y es que por contradictorio que parezca dado el aparente carácter no comercial de la religión, las imágenes religiosas reproducidas en el videojuego pertenecen legalmente a sus respectivas hermandades.
Fueron varios referentes de la Semana Santa sevillana, entre ellos las hermandades de El Gran Poder y La Macarena, los que con la ley en la mano arremetieron contra los promotores de esta iniciativa consiguiendo hasta la retirada de discos del mercado. El creador del videojuego llegó a enfrentarse hasta una pena de un año de cárcel y una multa de casi 8.000 euros, pero quedó absuelto de los cargos cuando pidió disculpas a los ofendidos por su obra.
No todo van a ser parodias y críticas a la Semana Santa en el mundo de los videojuegos. Los aficionados a la religiosidad de esta festividad también pueden acudir en el móvil al Trivial Cofrade para poner a prueba sus conocimientos sobre pasos, marchas musicales, figuras, itinerarios, etc. y que cambia los habituales quesitos por una hermandad personalizada que hace penitencia con sus conocimientos.
Dejando al margen este lado más humorístico de la Semana Santa en los videojuegos, los creadores de ocio digital están acostumbrados a lidiar con la religión con mayor o menor acierto. Recienteses el caso del diseñador de Bioshock Infinite que motivó un cambio radical en una escena con tintes eclesiásticos y que casi provoca la dimisión de un diseñador. Y es que topar con la Iglesia siempre tiene su lado polémico.