La educación mundial está cambiando a toda velocidad. Con los avances tecnológicos, no solo aparecen nuevos productos, sino nuevas formas de entender el aprendizaje.
Docentes y padres de todo el mundo están haciendo uso de la tecnología para enriquecer la experiencia educativa de unos alumnos que presentan necesidades, habilidades y trasfondos educativos singulares. A medida que se extiende el acceso a la tecnología, aumentan las oportunidades de poner en práctica estas herramientas en favor de la experiencia del alumno, tanto dentro como fuera del aula.
La tecnología no podrá sustituir nunca a la inteligencia emocional, al bagaje cultural ni a la actitud pedagógica y empática que un docente lleva al aula. No obstante, si se integra con cuidado y se combina con contenido de calidad, los profesores pueden valerse de esa tecnología para orientar a los estudiantes hacia niveles de razonamiento más profundos y para inspirar en ellos el placer de aprender en todas las etapas educativas. Asimismo, los padres pueden beneficiarse de los juegos y apps educativos como complemento al aprendizaje de los niños en casa.
Clases interactivas para un mundo en continuo cambio
Las nuevas herramientas permiten crear multitud de contenidos interactivos de forma mucho más rápida y económica que antes: vídeos, textos, animaciones, juegos y otros recursos. Por medio de contenidos digitales atractivos, se puede enseñar y evaluar la asimilación tanto de elementos de estudio tradicionales (multiplicaciones y divisiones, gramática o vocabulario) como de importantes habilidades para el siglo XXI, tales como el razonamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo y la creatividad. Así, los juegos educativos requieren que los alumnos depuren habilidades relacionadas con la cooperación, la comunicación y la resolución de problemas para enfrentarse a retos cada vez más complejos. Estos juegos se diseñan para fomentar la comprensión sistemática de información: al perseguir un objetivo, los jugadores tienen en cuenta la compensación entre factores opuestos, negocian con sus oponentes y descubren la relación entre sus acciones y la respuesta que reciben de ellas. Este tipo de habilidades, entre otras, puede aplicarse directamente a la economía actual, una economía basada en la información, en la que los distintos sectores siguen evolucionando a toda velocidad y los trabajadores necesitan estar preparados para aprender en su puesto de trabajo y enfrentarse a obstáculos inesperados.
Aprendizaje personalizado para los alumnos
Los avances tecnológicos hacen posible la personalización de contenidos y libros de texto digitales de acuerdo con las necesidades individuales de cada alumno. A medida que los alumnos trabajan sobre los recursos digitales, la tecnología de aprendizaje adaptativo analiza los datos para determinar en qué áreas concretas encuentra problemas el estudiante en cuestión. Un producto basado en el aprendizaje adaptativo tiene la capacidad de aconsejar la actividad que más conviene a un alumno a la hora de enfrentarse a una determinada laguna de conocimiento, de consolidar ese conocimiento o de pasar al siguiente concepto. De esta forma, cada alumno avanza a su propio ritmo y sigue su propia ruta dentro de los contenidos del curso. Así pues, mientras que un alumno puede necesitar repasar las expresiones algebraicas antes de pasar a las ecuaciones de primer grado, otro puede estar listo para enfrentarse a las ecuaciones, pero tener mayores problemas con las representaciones gráficas. Con el aprendizaje adaptativo, cada alumno puede repasar el material más adecuado para sus lagunas o dificultades particulares y los alumnos avanzados pueden pasar a nuevos conceptos en vez de perder interés o aburrirse.
Analíticas útiles para los docentes
Los profesores, a su vez, reciben información sobre el rendimiento de cada alumno y de toda la clase, como base para tomar decisiones. Con estas analíticas de aprendizaje (métricas sobre el rendimiento del alumno recogidas o inferidas a partir de datos) los profesores pueden obtener información pormenorizada que les costaría esfuerzos y tiempo conseguir por sí solos. ¿Estará Sofía preparada para la próxima prueba? Si Daniel hiciera ahora mismo el examen que tiene programado para la semana que viene ¿qué calificación obtendría, con toda probabilidad? ¿Qué dominio general tiene Samuel de esta área temática? Esta información ayuda al profesor a encauzar una determinada acción, potenciar relaciones más productivas con sus alumnos y guiar a toda una clase hacia sus objetivos de aprendizaje de forma más eficaz.
Los docentes de hoy día se enfrentan a muchas dificultades: clases de muchos alumnos, con necesidades heterogéneas y poco tiempo de preparación, entre otras. Con los recursos de aprendizaje personalizado, pueden optimizar el trabajo fuera de clase. Con ellos, los alumnos llegan a clase mejor preparados y los profesores dedican menos tiempo a repasar conceptos y más a desarrollar en clase actividades creativas, como discusiones, simulacros de debate, presentaciones por parte de los alumnos, etc. A partir de la información que tienen acerca del aprendizaje de sus alumnos, pueden planificar debates o temáticas de clase más relevantes. Pueden incluso unir en grupos de trabajo a compañeros que dominan nociones distintas, para que aprendan mutuamente, o dividir la clase en grupos según necesiten ayuda para uno u otro tema y preparar sesiones específicas a cada uno de esos grupos. Todas estas actividades basadas en la creatividad contribuyen a reforzar en los alumnos la comunicación, el razonamiento crítico y la cooperación necesarias para triunfar en esta era de la información.
Mejora continua
Numerosos modelos de enseñanza tradicional están basados en exámenes con importantes repercusiones académicas y, en algunos casos, en pruebas estandarizadas que miden lo que los alumnos han asimilado al finalizar una unidad, un semestre, un año o una etapa académica. Una vez que se ponen las notas, los profesores pueden comprobar qué alumnos tienen problemas, pero, en la mayoría de los casos, ya es demasiado tarde para tratar esas equivocaciones, ya sea porque termina el curso escolar o porque la clase está centrada en temas nuevos. En ese caso, se corre el riesgo de que el alumno se vaya rezagando a medida que intenta aprender temas cada vez más complicados sin contar con las habilidades que previamente necesita.
En un entorno como este, la tecnología de aprendizaje adaptativo puede mejorar los resultados de aprendizaje, al ayudar a los alumnos a aprovechar al máximo el tiempo de clase con la enseñanza y las tareas precisas que necesitan para asimilar la materia. También mide de forma continua el rendimiento de los alumnos, como parte integrante del proceso de aprendizaje. Con él, profesores, padres y alumnos son conscientes de lo que cada alumno sabe y aquello con lo que tiene problemas en un momento determinado. Profesores y padres pueden aunar esfuerzos para garantizar que estos alumnos dominen por completo todas las piezas del puzle antes de pasar a contenidos más complejos.
Una nueva realidad
En la actualidad, se utilizan contenidos de aprendizaje personalizado en aulas de todo el mundo. Gracias a estos avances tecnológicos, un profesor ya no tiene por qué enseñar al alumno medio y dejar de atender a los que no logran seguir el ritmo o a los que se aburren con unas clases demasiado fáciles. Los productos interactivos y personalizados actuales animan al estudiante a emprender nuevos retos y lo ayudan a desarrollar habilidades fundamentales en el mundo real. Los profesores tienen al alcance de la mano nuevas herramientas con las que adaptar lecciones de forma individualizada, lo que a su vez involucra más a los alumnos. Esto conduce a una mejora de los resultados educativos a todos los niveles: desde la enseñanza preescolar, pasando por primaria, secundaria y hasta más allá de la educación universitaria.
Docentes y padres de todo el mundo están haciendo uso de la tecnología para enriquecer la experiencia educativa de unos alumnos que presentan necesidades, habilidades y trasfondos educativos singulares. A medida que se extiende el acceso a la tecnología, aumentan las oportunidades de poner en práctica estas herramientas en favor de la experiencia del alumno, tanto dentro como fuera del aula.
La tecnología no podrá sustituir nunca a la inteligencia emocional, al bagaje cultural ni a la actitud pedagógica y empática que un docente lleva al aula. No obstante, si se integra con cuidado y se combina con contenido de calidad, los profesores pueden valerse de esa tecnología para orientar a los estudiantes hacia niveles de razonamiento más profundos y para inspirar en ellos el placer de aprender en todas las etapas educativas. Asimismo, los padres pueden beneficiarse de los juegos y apps educativos como complemento al aprendizaje de los niños en casa.
Clases interactivas para un mundo en continuo cambio
Las nuevas herramientas permiten crear multitud de contenidos interactivos de forma mucho más rápida y económica que antes: vídeos, textos, animaciones, juegos y otros recursos. Por medio de contenidos digitales atractivos, se puede enseñar y evaluar la asimilación tanto de elementos de estudio tradicionales (multiplicaciones y divisiones, gramática o vocabulario) como de importantes habilidades para el siglo XXI, tales como el razonamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo y la creatividad. Así, los juegos educativos requieren que los alumnos depuren habilidades relacionadas con la cooperación, la comunicación y la resolución de problemas para enfrentarse a retos cada vez más complejos. Estos juegos se diseñan para fomentar la comprensión sistemática de información: al perseguir un objetivo, los jugadores tienen en cuenta la compensación entre factores opuestos, negocian con sus oponentes y descubren la relación entre sus acciones y la respuesta que reciben de ellas. Este tipo de habilidades, entre otras, puede aplicarse directamente a la economía actual, una economía basada en la información, en la que los distintos sectores siguen evolucionando a toda velocidad y los trabajadores necesitan estar preparados para aprender en su puesto de trabajo y enfrentarse a obstáculos inesperados.
Aprendizaje personalizado para los alumnos
Los avances tecnológicos hacen posible la personalización de contenidos y libros de texto digitales de acuerdo con las necesidades individuales de cada alumno. A medida que los alumnos trabajan sobre los recursos digitales, la tecnología de aprendizaje adaptativo analiza los datos para determinar en qué áreas concretas encuentra problemas el estudiante en cuestión. Un producto basado en el aprendizaje adaptativo tiene la capacidad de aconsejar la actividad que más conviene a un alumno a la hora de enfrentarse a una determinada laguna de conocimiento, de consolidar ese conocimiento o de pasar al siguiente concepto. De esta forma, cada alumno avanza a su propio ritmo y sigue su propia ruta dentro de los contenidos del curso. Así pues, mientras que un alumno puede necesitar repasar las expresiones algebraicas antes de pasar a las ecuaciones de primer grado, otro puede estar listo para enfrentarse a las ecuaciones, pero tener mayores problemas con las representaciones gráficas. Con el aprendizaje adaptativo, cada alumno puede repasar el material más adecuado para sus lagunas o dificultades particulares y los alumnos avanzados pueden pasar a nuevos conceptos en vez de perder interés o aburrirse.
Analíticas útiles para los docentes
Los profesores, a su vez, reciben información sobre el rendimiento de cada alumno y de toda la clase, como base para tomar decisiones. Con estas analíticas de aprendizaje (métricas sobre el rendimiento del alumno recogidas o inferidas a partir de datos) los profesores pueden obtener información pormenorizada que les costaría esfuerzos y tiempo conseguir por sí solos. ¿Estará Sofía preparada para la próxima prueba? Si Daniel hiciera ahora mismo el examen que tiene programado para la semana que viene ¿qué calificación obtendría, con toda probabilidad? ¿Qué dominio general tiene Samuel de esta área temática? Esta información ayuda al profesor a encauzar una determinada acción, potenciar relaciones más productivas con sus alumnos y guiar a toda una clase hacia sus objetivos de aprendizaje de forma más eficaz.
Los docentes de hoy día se enfrentan a muchas dificultades: clases de muchos alumnos, con necesidades heterogéneas y poco tiempo de preparación, entre otras. Con los recursos de aprendizaje personalizado, pueden optimizar el trabajo fuera de clase. Con ellos, los alumnos llegan a clase mejor preparados y los profesores dedican menos tiempo a repasar conceptos y más a desarrollar en clase actividades creativas, como discusiones, simulacros de debate, presentaciones por parte de los alumnos, etc. A partir de la información que tienen acerca del aprendizaje de sus alumnos, pueden planificar debates o temáticas de clase más relevantes. Pueden incluso unir en grupos de trabajo a compañeros que dominan nociones distintas, para que aprendan mutuamente, o dividir la clase en grupos según necesiten ayuda para uno u otro tema y preparar sesiones específicas a cada uno de esos grupos. Todas estas actividades basadas en la creatividad contribuyen a reforzar en los alumnos la comunicación, el razonamiento crítico y la cooperación necesarias para triunfar en esta era de la información.
Mejora continua
Numerosos modelos de enseñanza tradicional están basados en exámenes con importantes repercusiones académicas y, en algunos casos, en pruebas estandarizadas que miden lo que los alumnos han asimilado al finalizar una unidad, un semestre, un año o una etapa académica. Una vez que se ponen las notas, los profesores pueden comprobar qué alumnos tienen problemas, pero, en la mayoría de los casos, ya es demasiado tarde para tratar esas equivocaciones, ya sea porque termina el curso escolar o porque la clase está centrada en temas nuevos. En ese caso, se corre el riesgo de que el alumno se vaya rezagando a medida que intenta aprender temas cada vez más complicados sin contar con las habilidades que previamente necesita.
En un entorno como este, la tecnología de aprendizaje adaptativo puede mejorar los resultados de aprendizaje, al ayudar a los alumnos a aprovechar al máximo el tiempo de clase con la enseñanza y las tareas precisas que necesitan para asimilar la materia. También mide de forma continua el rendimiento de los alumnos, como parte integrante del proceso de aprendizaje. Con él, profesores, padres y alumnos son conscientes de lo que cada alumno sabe y aquello con lo que tiene problemas en un momento determinado. Profesores y padres pueden aunar esfuerzos para garantizar que estos alumnos dominen por completo todas las piezas del puzle antes de pasar a contenidos más complejos.
Una nueva realidad
En la actualidad, se utilizan contenidos de aprendizaje personalizado en aulas de todo el mundo. Gracias a estos avances tecnológicos, un profesor ya no tiene por qué enseñar al alumno medio y dejar de atender a los que no logran seguir el ritmo o a los que se aburren con unas clases demasiado fáciles. Los productos interactivos y personalizados actuales animan al estudiante a emprender nuevos retos y lo ayudan a desarrollar habilidades fundamentales en el mundo real. Los profesores tienen al alcance de la mano nuevas herramientas con las que adaptar lecciones de forma individualizada, lo que a su vez involucra más a los alumnos. Esto conduce a una mejora de los resultados educativos a todos los niveles: desde la enseñanza preescolar, pasando por primaria, secundaria y hasta más allá de la educación universitaria.