Mucha revisión legislativa en materia antiterrorista, mucho pacto de Estado... y pocos medios materiales para quienes velan por la seguridad. Tan escasos que no cumplen apenas con las mínimas normas sobre Prevención de Riesgos Laborales que establece el Real Decreto 2/2006 para los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Hablamos de los agentes que custodian el Congreso de los Diputados y de un escrito que el Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE) acaba de remitir al comisario jefe de la comandancia especial de la Cámara Baja para reclamar chalecos antibalas.La carta se ha enviado después de reclamar sin éxito en varias ocasiones el cumplimiento de una circular que el pasado 23 de diciembre remitió la Dirección Adjunta Operativa a todas las dependencias del Cuerpo Nacional sobre la obligatoriedad del uso del chaleco antibalas. Una orden que obliga a la asignación de la protección en cuestión a todos los agentes en función de la operatividad y la peligrosidad de su puesto de trabajo y que reconoce como preferentes los puestos de seguridad y custodia.
Han pasado tres meses y los agentes que vigilan el exterior del Congreso mantienen sus viejos atuendos, tan vetustos que rebasan una media de más de 20 años según consta en el escrito remitido al comisario del Congreso. Y esto a pesar de que los funcionarios han consultado a los fabricantes y a algún Comité Nacional de Riesgos Laborales de los sindicatos de clase, y estos han dado un periodo de garantía de entre 5 y 10 años. Ni unos ni otros se responsabilizan "de la integridad física o la vida de la persona que los portara, si han rebasado su periodo de garantía".
Más claro: que los chalecos que usan los agentes de la Cámara "no son seguros para la función policial, ya que incumplen el espíritu de la circular de la Dirección Adjunta Operativa al no proteger la vida del policía que lo viste. Y ello supone además una flagrante violación" del citado Real Decreto 2/2006.
Así que el malestar de los agentes de la Cámara es notable tanto por las condiciones en las que trabajan como por el silencio administrativo a sus reiteradas peticiones para que se les dote del vestuario adecuado. Todos recuerdan, según consta en el escrito al que ha tenido acceso El Huffington Post, el trágico episodio del pasado diciembre en Vigo en el que una agente perdía la vida por carecer del referido chaleco y su compañero resultó gravemente herido, si bien salvó la suya gracias a que portaba un chaleco térmico que el mismo había comprado.
Sucesos como aquél unidos a los últimos ataques terroristas de Francia, por los que se elevó en España el nivel de alerta antiterrorista a Nivel 3 hacen imprescindible el uso del material adecuado, ya que el Congreso de los Diputados, recuerda el delegado del SIPE, es "un punto de especial relevancia dentro de los lugares a proteger después de la elevación del nivel de alerta". Huelga decir que urge una solución inmediata.
