- No pasa ni media por estar cansada y lista para ir a la cama a las 9.
- Los días son largos, pero los años son cortos. Y cualquier rato en la consulta del médico con los niños es equivalente a la suma de años y días.
- Es importante comprarse un buen sujetador, pero olvídate de llevarlo puesto después de las 9.
- De hecho, si te lo quitas a las seis de la tarde no pasa nada.
- En caso de duda, no lo compres, sobre todo si son zapatos o pintalabios.
- A veces llevas al niño a ver Disney on Ice porque le encanta, no porque tú quieras ir. Y, obviamente, no porque te guste pagar por ello.
- Recuerda que las palomitas y los souvenirs que venden allí son muy caros.
- Tú misma te puedes hacer la pedicura, pero resulta mucho más relajante si te la hace otra persona.
- Está bien poner tareas a los niños.
- Hacer ejercicio es esencial, al igual que comerse una buena bolsa de palomitas de vez en cuando. Se trata de equilibrar.
- Cuando tus hijos hablan de "aquellos tiempos" se refieren a la era pre-Internet.
- La pintura roja necesita tres o cuatro capas.
- Los espejos son una tontería, pero sirven para convencer a tus hijos de que tienes ojos en la espalda.
- Los dulces no son ninguna tontería.
- En cambio, hacer la colada sí es la mayor tontería.
- El tamaño de tu casa no importa, pero el amor que haya dentro sí (es cursi, pero cierto).
- El matrimonio no es pan comido. Pero merece la pena probar de ese pan.
- Tienes edad suficiente como para ser la madre del socorrista guapo de la piscina.
- Tener bebés cuesta, pero educarlos para que sean adultos a los que admires y respetes cuesta mucho más.
- El término de talle bajo es sinónimo de no te compres esa prenda.
- Los vaqueros de mamá (mi versión preferida son los jeggings) tienen su mérito.
- Comerse una tarrina entera de helado el primer día de menstruación es totalmente aceptable.
- La regla puede ser peor que el demonio.
- Ser tú misma es lo mejor que puedes ser (y quien debes querer ser).
- Los cumpleaños a los que sólo tienes que ir para dejar y recoger a los niños son los mejores.
- Es preferible que sea tu marido quien hable sobre el pelo de ahí abajo con vuestro hijo preadolescente.
- Anotar tus pensamientos es una idea muy buena. Si no, puede que se evaporen en un abrir y cerrar de ojos.
- Las arrugas son engañosas.
- Tener un buen peluquero resulta clave.
- Pasar tiempo de calidad escuchando a tus seres queridos no tiene precio.
- 40 sólo es un número.
Y por último...
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.
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